Luchar contra las pandemias de ayer y las de ma?ana

La tuberculosis est¨¢ arrasando. Durante gran parte de los dos ¨²ltimos siglos ha sido la principal causa de muerte en muchos de los pa¨ªses m¨¢s ricos del planeta. Antes de la covid-19, todav¨ªa era la enfermedad infecciosa m¨¢s mortal del mundo. Ahora est¨¢ aumentando nuevamente, impulsada por la interrupci¨®n en su control y tratamiento que ha supuesto la pandemia, por la pobreza y el estigma, as¨ª como por el actual conflicto en Ucrania. Es muy probable que esta guerra ¨Ccomo las que acaecen en otras partes del mundo¨C exacerbe la situaci¨®n, lo que provocar¨¢ un aumento de la tuberculosis en toda la regi¨®n e incrementar¨¢ el sufrimiento y p¨¦rdida de vidas. Incluso antes de la invasi¨®n, Ucrania ten¨ªa una de las mayores cargas de tuberculosis multirresistente, la forma m¨¢s letal de la enfermedad.

La tuberculosis causa alrededor de 1,5 millones de muertes cada a?o. Es inaceptable que permitamos que una enfermedad que se puede prevenir y tratar siga matando a tantas personas. Si bien el n¨²mero anual de fallecimientos por tuberculosis y las otras dos enfermedades que pretendemos terminar para 2030 ¨Cel VIH y la malaria¨C se ha reducido a m¨¢s de la mitad en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, ya antes de la covid-19 est¨¢bamos lejos de acabar con estas amenazas de salud p¨²blica en esa fecha. La pandemia nos ha desviado a¨²n m¨¢s del camino. En 2020, m¨¢s de 2,4 millones de personas murieron de VIH, tuberculosis y malaria, es decir, un 4,5% m¨¢s que en 2019. Es probable que este funesto total haya vuelto a aumentar en 2021, puesto que observamos c¨®mo el efecto de las interrupciones causadas por la pandemia se traduce en un aumento de las infecciones y las muertes.

Para revertir esta tendencia y volver a la trayectoria que nos permita acabar con estas tres enfermedades, debemos actuar con decisi¨®n. Frente a adversarios tan terribles como el VIH, la tuberculosis y la malaria, no hay t¨¦rmino medio: o ganamos o perdemos. En estos momentos estamos siendo testigos del retroceso de muchos a?os de logros conseguidos con gran esfuerzo. Las cifras de muertes por malaria en 2020 nos devuelven a niveles de 2012.

Para retomar el camino se necesitar¨¢ m¨¢s dinero. Dado que durante los dos a?os de pandemia hemos retrocedido o nos hemos estancado, necesitamos intensificar los esfuerzos para reducir las infecciones y las muertes y conseguir las metas de 2030.

Un ni?o muere de malaria cada minuto. Permitir que una enfermedad que es prevenible y tratable acabe con la vida de tantos es inaceptable

La asociaci¨®n del Fondo Mundial, con el fin de impulsar la lucha contra estas enfermedades mortales y ayudar a los pa¨ªses a construir sistemas de salud m¨¢s resilientes y sostenibles, pretende recaudar al menos 18.000 millones de d¨®lares (16.300 millones de euros) para su pr¨®ximo ciclo trienal (2024-2026). La campa?a culminar¨¢ con una conferencia de reposici¨®n de recursos que el presidente Joe Biden acoger¨¢ en los Estados Unidos en la segunda mitad de 2022.

El ¨¦xito de esta s¨¦ptima reposici¨®n de recursos contribuir¨¢ a que el mundo retome el camino para acabar con el VIH, la tuberculosis y la malaria, acelere el fortalecimiento de los sistemas de salud y comunitarios, y refuerce la capacidad de los pa¨ªses para prevenir, detectar y responder a nuevas amenazas sanitarias.

Aumentar las inversiones en la lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria y en el fortalecimiento de los sistemas para la salud es un imperativo moral, puesto que se pueden salvar millones de vidas. Estimamos que con la citada cantidad, la asociaci¨®n del Fondo Mundial puede salvar 20 millones de vidas a lo largo del per¨ªodo de subvenciones trienales y reducir el n¨²mero total de muertes anuales a menos de un mill¨®n, una cifra muy inferior a los 2,4 millones de 2020 y a los cuatro de 2005.

El argumento econ¨®mico tambi¨¦n es convincente: cada d¨®lar (0,90 euros) invertido en la lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria se traduce en 31 d¨®lares (28 euros) en ganancias en salud y en beneficios econ¨®micos.

Hace veinte a?os, el VIH, la tuberculosis y la malaria parec¨ªan imbatibles. Pero el mundo se neg¨® a aceptar que cualquier persona, en cualquier lugar, muriera de enfermedades prevenibles y tratables simplemente por ser quien es o por d¨®nde vive. Nos unimos, contraatacamos y doblegamos estas enfermedades.

En 2022, el mundo debe volver a acudir a ese esp¨ªritu de solidaridad. Debemos impedir el resurgimiento de estas enfermedades. Debemos proteger a todos de las enfermedades infecciosas m¨¢s mortales del mundo, ya sean las del pasado (VIH, tuberculosis y malaria), las m¨¢s recientes (covid-19) o las que est¨¢n por llegar. Invertir en el Fondo Mundial salvar¨¢ vidas de las enfermedades infecciosas actuales y proteger¨¢ a las personas de las amenazas de enfermedades infecciosas del ma?ana. Es la forma de luchar por lo que verdaderamente importa.

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