Cambio clim¨¢tico y resistencia a f¨¢rmacos: una alianza peligrosa
Tras dos a?os de la pandemia, la comunidad internacional tiene poco inter¨¦s en abordar el problema de los pat¨®genos resistentes a los medicamentos. Pero destacar los v¨ªnculos de este fen¨®meno con el calentamiento global y los conflictos podr¨ªa alentar a los l¨ªderes mundiales a reconsiderar sus prioridades
El cambio clim¨¢tico no es la ¨²nica crisis de evoluci¨®n lenta que alcanza un punto de inflexi¨®n debido a la avaricia de las corporaciones, el mal comportamiento individual, el estancamiento de las negociaciones internacionales y la prolongada falta de sentido de urgencia por parte del p¨²blico y los responsables pol¨ªticos. Esos mismos factores tambi¨¦n han contribuido a un aumento dram¨¢tico de la resistencia a los antimicrobianos (RAM).
Dif¨ªcilmente se puede exagerar la magnitud de la amenaza para la salud humana que representa la resistencia a los antimicrobianos. La p¨¦rdida de potencia o eficacia de los antibi¨®ticos ya contribuye anualmente a casi 1,2 millones de muertes. Dicha cifra supera a la de las causadas por el VIH o la malaria.
Algunos acad¨¦micos han se?alado la similitud entre las dificultades a la hora de abordar el cambio clim¨¢tico y la resistencia a los antimicrobianos. Hasta el momento, sin embargo, se ha debatido muy poco sobre los da?os que causan las dos crisis juntas.
El cambio clim¨¢tico obliga a las personas a mudarse a lugares con alta densidad poblacional, mayor pobreza e instalaciones sanitarias limitadas
En todo el mundo, las personas que viven en barrios marginales urbanos se enfrentan a los desaf¨ªos combinados de las presiones relacionadas con el clima y con los medicamentos que ya no funcionan. Incluso cuando no existe un control gubernamental de las infecciones resistentes a los medicamentos, los m¨¦dicos locales de estas comunidades perciben el problema. Las cepas resistentes de bacterias se desarrollan en estas zonas debido a la disponibilidad generalizada de f¨¢rmacos de baja calidad, el uso excesivo de antibi¨®ticos y la confluencia de aguas residuales y agua potable.
Algunos informes sugieren que el cambio clim¨¢tico conduce a cambios en la din¨¢mica de la enfermedad y la resistencia a las medicinas. Si bien se necesita m¨¢s investigaci¨®n para establecer la conexi¨®n, ya est¨¢ claro que el calentamiento global obliga a las personas a mudarse a lugares con alta densidad poblacional, mayor pobreza e instalaciones sanitarias limitadas. Estos entornos son ideales para que surjan infecciones resistentes a los medicamentos. De hecho, algunos de los brotes m¨¢s graves en ¨¦pocas recientes han surgido en entornos urbanos contaminados y de bajos ingresos en el sur de Asia.
No es coincidencia que las comunidades pobres sufran los efectos m¨¢s devastadores del cambio clim¨¢tico, o que sea probable que las infecciones resistentes a los medicamentos afecten de manera desproporcionada a los grupos de menores ingresos. Pero el cambio clim¨¢tico no es el ¨²nico problema global que contribuye al crecimiento de la RAM en las comunidades desfavorecidas.
Si bien hay algunas pruebas (aunque limitadas) de una correlaci¨®n entre el cambio clim¨¢tico y los conflictos, el v¨ªnculo entre los conflictos y las infecciones resistentes a los medicamentos est¨¢ bien establecido. El conflicto satura a los hospitales y hace que el tratamiento sea inaccesible. Tambi¨¦n envenena el medio ambiente y permite que se reproduzcan nuevas cepas de bacterias. Las comunidades en zonas de conflicto corren un alto riesgo de infecci¨®n y tienen una baja probabilidad de recibir los antibi¨®ticos apropiados.
Microorganismos como el Iraqibacter, que surgi¨® tras la segunda guerra del Golfo, son un recordatorio de que los conflictos siguen siendo un potente y subestimado impulsor de las infecciones resistentes a m¨²ltiples medicamentos. Una vez m¨¢s, sus efectos se dejan sentir m¨¢s en quienes son vulnerables y no pueden trasladarse a un lugar m¨¢s seguro.
Las comunidades en zonas de conflicto corren un alto riesgo de infecci¨®n y tienen una baja probabilidad de recibir los antibi¨®ticos apropiados
En caso de existir razones para creer que el cambio clim¨¢tico y los conflictos est¨¢n vinculados, se puede asumir de forma segura que las comunidades afectadas por estas crisis tambi¨¦n se ver¨¢n afectadas por una carga desproporcionada de resistencia a los antimicrobianos.
Al igual que ocurre con el cambio clim¨¢tico y los conflictos, los m¨¢s expuestos a la resistencia a los antibi¨®ticos rara vez forman parte del debate sobre c¨®mo afrontarla. Los planes de acci¨®n redactados en las capitales mundiales est¨¢n desconectados de las realidades sobre el terreno. Por ejemplo, los peque?os agricultores de Pakist¨¢n son conscientes de que la mayor¨ªa de los antibi¨®ticos disponibles ya no sirven para su ganado o aves de corral, pero no saben qu¨¦ hacer al respecto. Y las autoridades no se esfuerzan por involucrarlos en el desarrollo de una soluci¨®n viable. Al contar con pocas opciones, estos agricultores contin¨²an aumentando las dosis que administran o creando sus propios c¨®cteles m¨¦dicos a partir de los medicamentos disponibles.
Desde hace mucho tiempo existe la necesidad de un verdadero esfuerzo mundial sobre la resistencia a los antimicrobianos, uno que est¨¦ totalmente financiado y respaldado por los encargados de formular pol¨ªticas en todos los niveles. Estudios recientes aportan los datos necesarios para llevar el tema a la l¨ªnea de vanguardia del debate internacional. Pero, tras dos a?os enfrentando la pandemia de Covid-19, parece haber poco inter¨¦s en abordar otra crisis de salud mundial.
Quiz¨¢s una forma de impulsar la lucha contra la resistencia a los antibi¨®ticos es dejar de hablar ¨²nicamente de los pat¨®genos, y crear tambi¨¦n conciencia sobre sus efectos combinados del cambio clim¨¢tico y los conflictos, tanto en las personas como en el planeta. La convergencia de estas crisis plantea una importante amenaza para la salud de ambos.
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