Catherine Russell: ¡°La guerra es el mayor enemigo de los ni?os en todas partes¡±
La directora ejecutiva de Unicef ha tomado los mandos de la mayor organizaci¨®n de infancia en un momento cr¨ªtico de crisis superpuestas que no dan tregua a los m¨¢s peque?os y quienes trabajan por su bienestar
Catherine Russell (Jersey City, Estados Unidos, 61 a?os) asumi¨® la direcci¨®n ejecutiva del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) el pasado 1 de febrero. Todav¨ªa no hab¨ªa estallado la guerra en Ucrania, que ha causado un sufrimiento impensado en Europa especialmente para los ni?os. Pero ya entonces la pandemia, la crisis clim¨¢tica, otros conflictos y el aumento del hambre planteaban un escenario sombr¨ªo para los m¨¢s peque?os del planeta.
Pese al reto que representaba asumir los mandos de la mayor organizaci¨®n de infancia en un momento cr¨ªtico, m¨¢s las convulsiones que se dieron apenas unos d¨ªas despu¨¦s, no se arrepiente de haber respondido afirmativamente a la llamada del secretario general de la ONU. ¡°Es un privilegio¡±, dice sin dudar. Con su decisi¨®n, se ha convertido en la cuarta mujer en ocupar este cargo. Con ella, la instituci¨®n alcanza la paridad en el m¨¢s alto liderazgo ¨Cocho directores desde su fundaci¨®n hace 75 a?os¨C, pero no rompe con la tradici¨®n de que todos hayan sido estadounidenses.
En su vida anterior, Russell hab¨ªa llegado a las m¨¢s altas posiciones en la Casa Blanca. Trabaj¨® como asistente del presidente y directora de la Oficina de Personal Presidencial de la Casa Blanca (2020-2022). Antes fue embajadora itinerante para asuntos internacionales de la mujer en el Departamento de Estado ¨Crepresentando a Estados Unidos en m¨¢s de 45 pa¨ªses¨C y fue la principal art¨ªfice de la innovadora estrategia mundial de su pa¨ªs para empoderar a las adolescentes.
Licenciada en Filosof¨ªa ¡°hace 100 a?os¡±, bromea, su obsesi¨®n ahora es viajar a terreno para conocer de primera mano la situaci¨®n de la infancia en los peores contextos y el trabajo de Unicef para aliviarlo. Pese a toda su experiencia en pa¨ªses con realidades complejas, se le quebranta la voz, emocionada, al recordar las historias de los ni?os que se han cruzado en su camino en estos meses. Con ella hablamos por videollamada despu¨¦s de la Asamblea General de la ONU el pasado septiembre, cuando su agenda apretada impidi¨® un encuentro presencial.
Pregunta. Hay muchas crisis en este momento que afectan a los ni?os, ?cu¨¢l es su an¨¢lisis?
Respuesta. La covid-19 tuvo un impacto terrible. Los ni?os pasaron mucho tiempo fuera de la escuela, incluso en pa¨ªses ricos como Espa?a y Estados Unidos, donde ni siquiera ten¨ªan acceso al entorno digital, estaban literalmente en casa sin hacer nada. Fue devastador. Sabemos que mil millones de ni?os est¨¢n afectados de alguna manera por el cambio clim¨¢tico. El problema es realmente grave. Lo vi en Etiop¨ªa. Y, por supuesto, tenemos conflictos que parece que nunca terminan. En Siria y Yemen. Luego en Afganist¨¢n. Y hay que a?adir, obviamente, Ucrania. Todos estos frentes aumentan la vulnerabilidad de los ni?os y, adem¨¢s, detraen recursos que nos gustar¨ªa que se destinasen a ellos.
P. ?C¨®mo trabajan en tantos frentes abiertos?
R. De varias maneras. Si pensamos en la salud, lo que hemos visto en los ¨²ltimos dos a?os ¨Cadem¨¢s de que no han ido a la escuela¨C, es que muchos ni?os no han recibido sus vacunas de rutina. Reducir las enfermedades prevenibles con inmunizaci¨®n, pero que estaban matando, ha sido una verdadera historia de ¨¦xito. El hecho de que las vacunaciones est¨¦n disminuyendo es un problema grave. Estamos tratando de hacer todo lo que podemos para asegurarnos de revertir esta tendencia. Y tambi¨¦n proporcionar agua potable y saneamiento, porque sin ellos los ni?os mueren de diarrea. Otra cuesti¨®n a la que estamos prestando mucha m¨¢s atenci¨®n es a la desnutrici¨®n aguda grave. Vemos que los ni?os, literalmente, se consumen. Es de lo m¨¢s inquietante que he visto. En los hospitales en Afganist¨¢n hab¨ªa dos beb¨¦s por cama, las madres permanec¨ªan sentadas a un lado de la habitaci¨®n, e imperaba el silencio. Los m¨¦dicos me dijeron que es porque los peque?os est¨¢n tan d¨¦biles que ni siquiera pueden llorar. Pensaba, ?c¨®mo puede estar pasando esto en este mundo? Y sabemos c¨®mo tratarlos con alimento terap¨¦utico, una pasta de nueces con nutrientes a?adidos. Es un peque?o paquete que, si lo toman, sobrevivir¨¢n. Por eso estamos trabajando con los donantes para aumentar la financiaci¨®n y proporcionar m¨¢s de este tratamiento y evitar que se consuman.
P. Hablaba tambi¨¦n de la crisis de aprendizaje.
R. La semana anterior organizamos una cumbre a la Asamblea General de la ONU y hablamos de que antes de la covid, el 50% de los ni?os de diez a?os en pa¨ªses de ingresos bajos y medios no pod¨ªan leer una frase sencilla. Ahora mismo, la cifra es del 70%. Y en lugares de ?frica subsahariana se alcanza m¨¢s del 90%. Tenemos que hacer algo.
P. ?C¨®mo puede la innovaci¨®n ayudar a los ni?os, pero tambi¨¦n a Unicef como organizaci¨®n, que ya ha cumplido 75 a?os?
R. Cuando viajo, o incluso en las reuniones en la sede, me encuentro con personal que ha trabajado en Unicef durante d¨¦cadas. Cuentan con mucha experiencia, pero est¨¢n constantemente tratando de innovar. Creo que se debe a que, dados los limitados recursos para la magnitud de los retos sobre el terreno, tenemos que pensar en c¨®mo hacerlo mejor.
P. ?Alg¨²n ejemplo?
R. En Espa?a estamos trabajando en el proyecto Giga para que los ni?os y sus escuelas dispongan de conexi¨®n a internet en todo el mundo. Es asombroso. Tenemos cartograf¨ªa para ver cu¨¢ntas escuelas tiene un pa¨ªs. A veces, ni los gobiernos lo saben. As¨ª que estamos tratando de trazar un mapa de todos los centros educativos y despu¨¦s averiguar cu¨¢les est¨¢n conectados a la Red. Es una tecnolog¨ªa incre¨ªble que creo que tendr¨¢ un profundo impacto en los ni?os.
Suena trillado, pero los j¨®venes est¨¢n heredando este mundo que hemos creado y tenemos que ser conscientes de lo que les estamos dejando, cuestionarnos qu¨¦ tipo de existencia tendr¨¢n
P. Usted particip¨® en la estrategia mundial de Estados Unidos para empoderar a los adolescentes. ?Cu¨¢l es la mejor manera de hacerlo?
R. Todo el mundo habla de la participaci¨®n de los j¨®venes, pero ellos, sin ninguna interferencia o ayuda de Unicef, ya est¨¢n involucrados. Buscan sus propias maneras de expresarse, tampoco es que nos est¨¦n esperando para hacerlo. Tienen mucho que decir: son muy reflexivos y francos sobre el clima. Casi siempre que me re¨²no con j¨®venes, es lo primero de lo que me hablan. Quieren empujar a las generaciones mayores a hacerlo mejor. Hace unas semanas nombramos embajadora de buena voluntad a Vanessa Nakate, una joven activista clim¨¢tica de Uganda. Y la conoc¨ª. Es muy inspiradora. Me encant¨®. Siempre tratamos de incluir a los j¨®venes, pero no es suficiente. Por eso intentamos que otros tambi¨¦n lo hagan.
P. Estudi¨® filosof¨ªa, ?c¨®mo cree que puede contribuir esta disciplina a pensar en las generaciones futuras?
R. Nunca me han hecho esta pregunta. La filosof¨ªa ha tratado cuestiones existenciales a lo largo de los siglos. ?Cu¨¢l es el prop¨®sito de la vida? ?Qu¨¦ significa el amor? Ahora nos enfrentamos a crisis existenciales como la clim¨¢tica, los conflictos. Tenemos que pensar en c¨®mo podemos dar forma a un mundo que haga posible que todos vivan, prosperen y aprendan. Suena trillado, pero los j¨®venes est¨¢n heredando este mundo que hemos creado y tenemos que ser conscientes de lo que les estamos dejando, cuestionarnos qu¨¦ tipo de existencia tendr¨¢n, c¨®mo podr¨¢n convivir. Les damos ejemplos buenos y malos. Esperemos que tomen los buenos y aprendan a no repetir nuestros errores.
P. En su visita a Afganist¨¢n, ?qu¨¦ situaci¨®n encontr¨® respecto de las ni?as?
R. Hace 20 a?os, la situaci¨®n era terrible para las ni?as. Luego, se dieron progresos. Trabaj¨¦ en Estados Unidos en cuestiones relacionadas con las mujeres en ese momento. Viaj¨¦ a Afganist¨¢n varias veces y observ¨¦ la mejor¨ªa. Las ni?as iban a la escuela, pensaban en su futuro. Estaban entusiasmadas y animadas. Lo que no quiere decir que todo fuera f¨¢cil. En algunas partes del pa¨ªs, hab¨ªa fuerzas que se opon¨ªan a que las chicas recibieran educaci¨®n. Hoy, se enfrentan a retos incre¨ªbles. Tenemos un programa de educaci¨®n comunitaria y algunas pueden ir al colegio, pero no es lo mismo que un par de a?os atr¨¢s.
Lo que tiene que ocurrir es que las autoridades afganas entiendan que el pa¨ªs nunca va a prosperar si no empiezan a tratar a las ni?as y a las mujeres de manera justa
P. ?Cree que la situaci¨®n all¨ª podr¨ªa mejorar?
R. En ¨²ltima instancia, lo que tiene que ocurrir es que las autoridades entiendan que el pa¨ªs nunca va a prosperar si no empiezan a tratar a las ni?as y a las mujeres de manera justa. Cuando estuve all¨ª, me reun¨ª con muchos de ellos y algunos reconocen que es bueno que atiendan a clases, pero a otros, simplemente, no les importa. Es una lucha. Hemos visto se?ales desalentadoras. No soy optimista, pero tengo la esperanza de que las cosas mejoren. Aunque realmente no lo s¨¦ con seguridad. Desde Unicef seguiremos haciendo todo lo posible porque es inaceptable que las ni?as no vayan a la escuela. El pa¨ªs tambi¨¦n enfrenta otros retos inmensos: muchos ni?os que est¨¢n gravemente desnutridos, y todav¨ªa estamos trabajando en la lucha contra la poliomielitis.
P. ?C¨®mo se las arreglan para seguir trabajando en el programa contra la polio en Afganist¨¢n?
R. Tenemos incre¨ªbles trabajadores sanitarios que van casa por casa, pueblo por pueblo. Mientras estaba all¨ª, siete u ocho murieron. Es peligroso, pero es gente comprometida. Desde la perspectiva de la comunidad internacional, hasta que no consigamos acabar con esta enfermedad all¨ª y en Pakist¨¢n, ning¨²n pa¨ªs estar¨¢ a salvo. La polio es como la malnutrici¨®n, cosas malas que les ocurren a los ni?os de todo el mundo, pero que sabemos c¨®mo prevenir, y moralmente tenemos que hacer todo lo posible para acabar con ellas.
P. La ONU ha alertado del retroceso en t¨¦rminos de desarrollo en los ¨²ltimos a?os, alej¨¢ndonos del logro de los objetivos de la Agenda 2030. ?Cu¨¢l es su opini¨®n?
R. No hay duda de que ha habido verdaderos retrocesos, en gran medida a causa de la covid-19, pero no solo. Tambi¨¦n influyen los conflictos. La guerra es el mayor enemigo de los ni?os en todas partes. Todos nuestros debates en Unicef se centran en c¨®mo progresar en relaci¨®n con las prioridades establecidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es un reto, y lo ¨²nico que podemos hacer es trabajar tan duro como seamos capaces, hacer todo lo posible, redoblar esfuerzos. No podemos descansar ni rendirnos hasta que todos los ni?os est¨¦n sanos, reciban educaci¨®n y tengan oportunidades.
P. Ha viajado mucho desde que se puso al frente de Unicef, ?qu¨¦ es lo que m¨¢s le ha impactado?
R. Lo que pasa en estas visitas es que los ni?os se apegan a ti, es algo alegre, pero a la vez triste. En la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo conoc¨ª a un ni?o que nunca podr¨¦ quitarme de la cabeza. Ten¨ªa m¨¢s o menos unos 14 a?os, pero cuando era peque?o, estaba jugando con su primo y un grupo de milicianos lleg¨® y lo mat¨® delante de ¨¦l. No puedo expresar lo triste que estaba este chico. Me dijo que hubiera preferido que lo mataran a ¨¦l en su lugar. Me sent¨ª fatal. Cuando se fue, una persona del equipo de Unicef se me acerc¨® y me cont¨® que el joven vio a su amigo decapitado delante de ¨¦l. Ning¨²n ni?o deber¨ªa vivir algo as¨ª. Muchas veces puedes ver la esperanza en los ni?os, pero no pod¨ªa verla en ¨¦l. Cuando volv¨ª, estaba realmente enfadada, ni siquiera pude hablar durante un tiempo. Era deprimente, se me qued¨® grabado.
P. ?Alguna historia en la que s¨ª viera esperanza?
R. Conoc¨ª a una ni?a incre¨ªble en Pakist¨¢n. Ten¨ªa una discapacidad y era defensora clim¨¢tica. Estaba en una silla de ruedas y tuvo que ser educada en casa porque su escuela no ten¨ªa rampas y se negaron a ponerlas. Cuando hablamos, me pidi¨® mi n¨²mero de m¨®vil porque quer¨ªa contactarme para contarme estas cosas y me impresion¨®. Ella no iba a dejar que nada se interpusiera en su camino. Y pens¨¦ que podr¨ªa conseguir lo que quisiera: como trabajar en la ONU o ser presidenta de su pa¨ªs. Vi mucho potencial de ella. A estas historias son a las que me aferro y rezo para que cada ni?o tenga una oportunidad.
P. Usted es la cuarta mujer en dirigir Unicef. ?Qu¨¦ diferencia marca el liderazgo femenino?
R. Mi trabajo anterior era sobre cuestiones de g¨¦nero. Abog¨¢bamos por m¨¢s mujeres en la pol¨ªtica, en los consejos de administraci¨®n. Y sol¨ªa justificar que no se trata de que nosotras aportemos algo distinto, sino de tener una amplia representaci¨®n de experiencias. Las mujeres pasan por el mundo de una manera diferente. Y Unicef est¨¢ centrado en los ni?os y las madres. Mi experiencia, en ese sentido, es ¨²til. Pero los hombres podr¨ªan aportar mucho tambi¨¦n como padres y l¨ªderes, como lo que sea. Es necesario que todos est¨¦n representados, as¨ª se obtienen los mejores resultados.
Creo al 100% que Estados Unidos deber¨ªa ratificar la Convenci¨®n de los Derechos del Ni?o
P. Todos los directores de Unicef han sido de Estados Unidos, el ¨²nico pa¨ªs del mundo que no ha ratificado una Convenci¨®n de los Derechos del Ni?o. ?Qu¨¦ le parece?
R. Me toc¨® vivir esto cuando era embajadora de g¨¦nero y Estados Unidos tampoco hab¨ªa ratificado el tratado de la CEDAW. No quiero defender a Estados Unidos en esto porque ese no es mi trabajo ahora. Pero destacar¨ªa que es el mayor donante de Unicef y un pa¨ªs defensor de los derechos de las mujeres en todo el mundo. Pero hay grupos en nuestro pa¨ªs que se resisten a estos tratados internacionales. Creo que es una verg¨¹enza, sinceramente. Lo importante de estos dos tratados es que dan energ¨ªa a la sociedad civil, veo su valor. Creo al 100% que Estados Unidos deber¨ªa ratificarlos. Y me gustar¨ªa que lo hiciera. Sus leyes son de las mejores del mundo, no hay raz¨®n para que no lo hagan. Pero tampoco lo interpreto como una falta de preocupaci¨®n por los ni?os o por las mujeres. Es por las diferentes din¨¢micas pol¨ªticas en el pa¨ªs.
P. La financiaci¨®n para el desarrollo sostenible se ha detra¨ªdo porque los pa¨ªses donantes est¨¢n m¨¢s enfocados en sus propios problemas internos. ?Cu¨¢l ser¨ªa su mensaje a los l¨ªderes mundiales para que vuelvan su mirada hacia lo global y espec¨ªficamente los derechos de los ni?os?
R. He trabajado en pol¨ªtica y entiendo lo dif¨ªcil que puede ser. Pero les dir¨ªa que piensen en el tipo de futuro que quieren. Hay que cuidar a los hijos de todos. Solo as¨ª todos nosotros podremos tener un mundo mejor. Si somos cortos de miras y pensamos que los otros ni?os no importan, en ¨²ltima instancia, eso nos afectar¨¢ a todos.
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