De aplicar la ley a vivir como fugitivas: la odisea de 21 fiscales afganas para llegar a Espa?a
Las juristas lograron salir de Islamabad en diciembre huyendo de los talibanes y gracias a un procedimiento de urgencia. Organizaciones profesionales critican la falta de recursos y voluntad pol¨ªtica para brindarles protecci¨®n


¡°Si no hubiera huido de Afganist¨¢n, estar¨ªa encerrada en mi casa, sin hacer nada, en medio de una total oscuridad. Eso en el mejor de los casos. En el peor estar¨ªa muerta¡±. A Obaida Sharar le ha costado aceptar esta realidad. Estaba muy acostumbrada a vivir con miedo, enfrentarse a criminales y recibir amenazas diarias por su trabajo de fiscal en Kabul y en agosto de 2021, cuando los talibanes se hicieron de nuevo con el poder, pens¨® que podr¨ªa resistir y quedarse. Lo intent¨® durante meses. Cambi¨® de vivienda, sali¨® a manifestarse con otras mujeres, se encerr¨® frustrada y atemorizada en su casa y finalmente decidi¨® salir de Afganist¨¢n.
Su periplo ha durado meses y ha terminado en Salamanca, donde vive desde finales de diciembre con su marido, su hijo de seis a?os y un hermano peque?o. Sharar forma parte de un grupo de 21 juezas y fiscales afganas que solicitaron asilo a Espa?a en la embajada de Islamabad y lograron salir en las ¨²ltimas semanas gracias a un procedimiento de urgencia impulsado por las organizaciones de juristas 14Lawyers, Uni¨®n Progresista de Fiscales (UPF) y Magistrados Europeos por la Democracia y las Libertades (MEDEL).

¡°Este es un caso exitoso, pero la mayor¨ªa de jueces, fiscales y abogados afganos, hombres y mujeres perseguidos por haber realizado su trabajo, siguen corriendo un alt¨ªsimo riesgo en Afganist¨¢n y tambi¨¦n en pa¨ªses vecinos como Pakist¨¢n e Ir¨¢n¡±, declar¨® Ignacio Rodr¨ªguez, de la organizaci¨®n 14Lawyers, afirmando que quedan 150 fiscales en Pakist¨¢n aguardando una respuesta de las autoridades espa?olas y unos 3.500 abogados, fiscales y jueces que est¨¢n esperando dentro y fuera de Afganist¨¢n alg¨²n tipo de protecci¨®n internacional.
En 2022, la entonces Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunci¨® p¨²blicamente el peligro que sufr¨ªan los juristas afganos. Para 14Lawyers, UPF y MEDEL, los jueces, abogados y fiscales se ven expuestos a detenciones, torturas y asesinatos porque ¡°eligieron defender la democracia y Estado de derecho y enfrentarse a la presi¨®n terrorista de los talibanes durante estos 20 a?os¡±. En el caso de estas 21 fiscales reci¨¦n llegadas a Espa?a, el peligro se incrementaba por el simple hecho de ser mujeres.
Derrumbe del sistema judicial
El exilio de estas fiscales afganas ilustra ¡°el derrumbe del sistema judicial de Afganist¨¢n¡± y fin de dos d¨¦cadas de progreso, en palabras de Teresa M¨ªnguez, del Ilustre Colegio de la Abogac¨ªa de Madrid (ICAM), donde las juristas mantuvieron un encuentro con la prensa. De pasar de aplicar la ley, han pasado a vivir casi como fugitivas.
Para In¨¦s Herreros, presidenta de la UPF, ¡°lo m¨¢s duro es o¨ªr decir a mujeres fiscales o juezas, que han luchado toda la vida por ser quienes son, que se arrepienten de haber elegido esta profesi¨®n porque han puesto en peligro su vida y la de toda su familia¡±.
Obaida Sharar y su familia huyeron de Kabul con 400 d¨®lares en el bolsillo. A¨²n se le corta la voz cuando recuerda que fue arrestada por los talibanes en la frontera y pens¨® que descubrir¨ªan en qu¨¦ trabajaba y nunca lograr¨ªa salir. Ya sab¨ªa que estaba embarazada de su segundo hijo y temblaba de miedo. ¡°Pero cruzamos. Al llegar a Pakist¨¢n envi¨¦ decenas de correos electr¨®nicos a ONG, organizaciones internacionales, embajadas y finalmente la de Espa?a respondi¨®¡±, describe.
No es f¨¢cil, pero al menos aqu¨ª me siento segura. Pienso siempre en las mujeres que siguen en Afganist¨¢n y les pido, por favor, que no nos dejen solas con los talibanes, por favor. No cierren los ojosObaida Sharar, fiscal afgana solicitante de asilo en Espa?a
La espera se prolong¨® durante siete meses y en Pakist¨¢n, la situaci¨®n para los refugiados afganos era y es muy complicada. Con el flujo de migrantes del pa¨ªs vecino, los precios subieron y era dif¨ªcil encontrar un techo. Los visados ten¨ªan validez de dos meses y cuando caducaban era complicado renovarlos. El mercado negro floreci¨® y hab¨ªa que pagar varios cientos de euros para obtener un nuevo permiso porque residir ilegalmente en el pa¨ªs incrementaba los riesgos. Finalmente, el Gobierno paquistan¨ª anunci¨® que repatriar¨ªa a todos los afganos sin visado en vigor a partir del 31 de diciembre de 2022.
¡°Empezamos a recibir mensajes en nuestros tel¨¦fonos m¨®viles diciendo que ten¨ªamos que marcharnos antes de finales de 2022 y si no ser¨ªamos deportados o ir¨ªamos a la c¨¢rcel durante tres a?os. Empezamos a vivir con el miedo en el cuerpo, pensando que nos iban a detener y a deportar a Afganist¨¢n. Eso es lo que est¨¢ ocurriendo ahora mismo con compa?eros nuestros¡±, denuncia Obaida Sharar.
Niyaz Muhammad Rasikh, representante de la Asociaci¨®n de fiscales afganos en el exilio, corrobora que los juristas exiliados en pa¨ªses como Pakist¨¢n siguen corriendo un gran peligro. ¡°Seguimos arriesgando nuestras vidas aqu¨ª tambi¨¦n. Nos pueden deportar en cualquier momento, lo que significar¨ªa la muerte para muchos. La comunidad internacional debe apoyarnos porque somos v¨ªctimas por apoyar la democracia y defender los derechos humanos¡±, dijo a los periodistas, en una videollamada desde Islamabad.
Cr¨ªticas a la gesti¨®n espa?ola
Seg¨²n Ignacio Rodr¨ªguez, el Gobierno espa?ol necesita ¡°m¨¢s voluntad pol¨ªtica¡± y m¨¢s recursos para fortalecer sus misiones diplom¨¢ticas en Pakist¨¢n e Ir¨¢n con el fin de atender las peticiones de asilo de afganos. A finales de 2022, este diario se hizo eco de las quejas de refugiados que esperaban durante meses una cita en la embajada de Islamabad y recib¨ªan un mensaje diciendo que hab¨ªa sido anulada. ¡°Antes de agosto de 2022, la gesti¨®n espa?ola fue ineficaz y podr¨ªamos decir que incluso arbitraria. Despu¨¦s de esa fecha se estableci¨® un protocolo con reglas m¨¢s claras e igualitarias y desde diciembre se est¨¢n dando citas a las personas que han solicitado asilo¡±, admite Rodr¨ªguez.
El pasado diciembre, fuentes del Ministerio de Exteriores consultadas por este diario afirmaron que no se ha producido ¡°ning¨²n abandono¡± por parte de Espa?a a estos afganos que huyeron a pa¨ªses vecinos como Pakist¨¢n e Ir¨¢n y explicaron que los expedientes eran complejos y era necesario tiempo para gestionar estas peticiones.
Seguimos arriesgando nuestras vidas aqu¨ª tambi¨¦n. Nos pueden deportar en cualquier momento, lo que significar¨ªa la muerte para muchosNiyaz Muhammad Rasikh, representante de la Asociaci¨®n de fiscales afganos en el exilio
Seg¨²n el presidente de 14Lawyers, los recursos con los que cuentan las embajadas espa?olas en estos pa¨ªses son ¡°escasos¡±. ¡°En este momento en nuestra embajada de Islamabad hay capacidad para otorgar 30 visados al mes, que es una cifra irrisoria cuando vemos las demandas. Hay que reforzar estas misiones s¨ª o s¨ª¡±, agrega.
Para Filipe Marques, de MEDEL, la llegada a Espa?a de estas fiscales debe ser para el Gobierno ¡°solo el punto de partida de algo mayor¡±. ¡°A partir de julio, Espa?a presidir¨¢ la Uni¨®n Europea (UE) y puede movilizar a los gobiernos del bloque para acoger a centenares de personas que est¨¢n en peligro. Espa?a tiene esa gran responsabilidad y esa gran oportunidad¡±, dijo.
Las 21 fiscales recibidas por Espa?a est¨¢n instaladas en diferentes ciudades y reciben asistencia de Cruz Roja. Obaida Sharar no tiene claro qu¨¦ futuro le espera en Espa?a. Tiene hermanos en Alemania e Ir¨¢n y vive permanentemente preocupada por sus padres, que siguen en Kabul, mientras intenta encontrar su lugar en Salamanca. ¡°No es f¨¢cil, pero al menos aqu¨ª me siento segura. Pienso siempre en las mujeres que siguen en Afganist¨¢n y les pido, por favor, que no nos dejen solas con los talibanes. No cierren los ojos¡±, se despide.
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