El representante de Unicef para Hait¨ª: ¡°Los actos de violencia armada contra las escuelas se han multiplicado por nueve en un a?o¡±

En medio de una de las peores crisis sociopol¨ªticas de la historia de Hait¨ª, sumido en una fuerte ola de violencia armada, se calcula que al menos 2,6 millones de ni?os, ni?as y adolescentes ¡ªuno de cada dos menores¡ª necesiten ayuda humanitaria de urgencia en 2023, advert¨ªa Unicef a finales de enero. En los ¨²ltimos dos a?os, esta cifra ha aumentado en medio mill¨®n, ya que el creciente poder de las pandillas y el resurgimiento del c¨®lera, combinados con la inseguridad alimentaria y la inflaci¨®n disparada, han restringido el acceso a servicios esenciales de salud, nutrici¨®n, agua e higiene y educaci¨®n para millones de ellos. ¡°Esta es una de las ¨¦pocas m¨¢s dif¨ªciles para ser ni?o en Hait¨ª desde el terremoto de 2010, y la situaci¨®n empeora d¨ªa a d¨ªa¡±, ha asegurado el representante de Unicef en el pa¨ªs caribe?o, Bruno Maes, de visita en Europa para pedir apoyo a la comunidad internacional.

Pregunta. ?Por qu¨¦ es este uno de los momentos m¨¢s dif¨ªciles para ser ni?o en Hait¨ª?

Respuesta. Definitivamente, este es el peor momento de los ¨²ltimos 12 a?os. Todos los indicadores muestran una mayor vulnerabilidad entre los ni?os. Por ejemplo, uno de cada cinco ni?os padece desnutrici¨®n y uno de cada 20 ya est¨¢ en peligro de muerte por la misma raz¨®n en Cit¨¦ Soleil, un barrio de la capital de Puerto Pr¨ªncipe que se ha convertido en uno de los peores escenarios de la violencia armada en Hait¨ª. Luego, los menores de 10 a?os representan uno de cada tres casos confirmados de c¨®lera. Adem¨¢s, seg¨²n los informes, en los primeros cuatro meses del a?o acad¨¦mico (octubre-febrero), 72 escuelas fueron atacadas en comparaci¨®n con ocho durante el mismo per¨ªodo del a?o pasado. Y en Puerto Pr¨ªncipe se calcula que 1,2 millones de ni?os est¨¢n amenazados por la violencia.

P. ?Cu¨¢les son las principales consecuencias de la violencia armada en los ni?os haitianos?

R. La violencia armada ha provocado que todos los sistemas de Hait¨ª se debiliten. El sanitario, el educativo, el de protecci¨®n... Todos. Y esto afecta desproporcionadamente a los ni?os. Que se ponen enfermos, no pueden ir a la escuela, se ven obligados a desplazarse. Adem¨¢s, muchos est¨¢n sufriendo violencia sexual, tanto en las calles como en las rutas migratorias. Cuando todo est¨¢ debilitado, los ni?os se quedan desprotegidos. Y eso no puede ser. Hay que protegerlos, con vacunas, con espacios seguros como los colegios.

Los funcionarios p¨²blicos (m¨¦dicos, enfermeros, maestros) se levantan todas las ma?anas para ir a trabajar, para intentar mantener los servicios sociales b¨¢sicos funcionando en un contexto tan dif¨ªcil como el que tienen. Hay que apoyarlos, porque si no el sistema se derrumbar¨¢ por completo

P. ?Y en las ni?as haitianas?

R. Las mismas que en los ni?os, pero multiplicadas, como siempre. Ellas pagan un precio m¨¢s alto.

P. ?En qu¨¦ situaci¨®n se encuentra el sistema educativo?

R. En una situaci¨®n nada buena. Los actos de violencia armada contra las escuelas, incluidos tiroteos, saqueos y secuestros, se han multiplicado por nueve en un a?o, provocando que el sistema educativo se vaya paralizando. Solo en los primeros seis d¨ªas de febrero, se han cerrado 30 escuelas como resultado de la escalada de violencia en las ¨¢reas urbanas.

P. Se calcula que al menos 2,6 millones de ni?os, ni?as y adolescentes necesiten ayuda humanitaria de urgencia en 2023. ?Por qu¨¦?

R. Hait¨ª viene sufriendo un deterioro gradual desde hace muchos a?os. Los sistemas est¨¢n tan debilitados y el apoyo de la comunidad internacional es tan m¨ªnimo que es muy dif¨ªcil que la situaci¨®n mejore. Por eso, Unicef hace un llamamiento a la comunidad internacional para que aumente urgentemente el apoyo financiero a la respuesta humanitaria en Hait¨ª, la operaci¨®n de emergencia de la agencia con menos fondos en Am¨¦rica Latina y el Caribe. El a?o pasado, por ejemplo, la respuesta humanitaria de nuestra agencia en Hait¨ª solo recibi¨® alrededor del 40% de la financiaci¨®n necesaria.

P. ?El mundo ha abandonado a Hait¨ª?

R. En cierta manera, s¨ª. Yo creo que es porque existe cierta fatiga entre los donantes y porque hay m¨²ltiples crisis en el mundo. Ucrania, Afganist¨¢n, Siria... Nosotros estamos intentando que la atenci¨®n vuelva a Hait¨ª.

P. ?Y las autoridades nacionales y locales? ?Son los ni?os una prioridad para ellas?

R. La verdad es que nosotros estamos trabajando muy de cerca con los ministerios de Salud y Educaci¨®n, y consideramos que no lo est¨¢n haciendo mal. Adem¨¢s, los funcionarios p¨²blicos (m¨¦dicos, enfermeras, maestros) se levantan todas las ma?anas para ir a trabajar, para intentar mantener los servicios sociales b¨¢sicos funcionando en un contexto tan dif¨ªcil como el que tienen. Hay que apoyarlos, porque si no el sistema se derrumbar¨¢ por completo. Si no se ha derrumbado ya, es por el compromiso de esta gente. Tambi¨¦n quiero mencionar la incre¨ªble resiliencia de los padres haitianos, que, cada d¨ªa, luchan para que sus hijos puedan ir a la escuela. Saben que si sus ni?os van a la escuela tendr¨¢n un futuro mejor.

Solo en los primeros seis d¨ªas de febrero, se han cerrado 30 escuelas como resultado de la escalada de violencia en las ¨¢reas urbanas

P. ?Qu¨¦ espera de las varias reuniones que ha mantenido y mantendr¨¢ en Bruselas y Madrid, con instituciones como la Oficina de la ONU para la Coordinaci¨®n de Asuntos Humanitarios (OCHA), la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (Aecid) o el Ministerio de Exteriores?

R. Primero, tenemos que felicitar al Gobierno de Espa?a por la nueva ley de cooperaci¨®n, que recoge el objetivo de aumentar el presupuesto de la ayuda internacional espa?ola al 0,7% del PIB. Como Hait¨ª ya es parte de los pa¨ªses apoyados por el Gobierno espa?ol, de estas reuniones esperamos alg¨²n compromiso adicional. Lo que quiero transmitir es que hay que intentar mejorar la protecci¨®n y la educaci¨®n de los ni?os haitianos.

P. ?Y c¨®mo se mejoran?

R. Para m¨ª, desde las escuelas, que deben ser el espacio seguro para los ni?os. Un espacio de aprendizaje, pero tambi¨¦n un espacio de paz, de reconciliaci¨®n y de respeto, que no debe ser violado por los perpetradores de la violencia. No podemos aceptar que se conviertan en blanco de violencia. Y teniendo claro que los derechos de los ni?os deben estar en el centro de todo. Porque sin ni?os, no hay futuro.

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