Los ni?os de Cit¨¦ Soleil se enfrentan al riesgo de morir de hambre o por un disparo
Uno de cada 20 menores de edad est¨¢ en peligro de muerte por desnutrici¨®n en un barrio de la capital de Puerto Pr¨ªncipe, que se ha convertido en uno de los peores escenarios de la violencia armada en Hait¨ª
Luc Silvina y sus diez hijos nacieron en Cit¨¦ Soleil (el barrio m¨¢s pobre de Puerto Pr¨ªncipe, capital de Hait¨ª), pero ella no quiere que ninguno muera en ese lugar. Hace dos semanas, ya lo hizo su marido a manos de una pandilla. ¡°Lo mataron para robarlo y luego lo quemaron¡±, cuenta Silvina con el asomo de una l¨¢grima, mientras amamanta al ¨²ltimo de su progenie, un peque?o de cuatro meses. El mayor ya tiene 24 y ella apenas llega a los 40. Trabaja a cambio de caridad para alcanzar la ¨²nica aspiraci¨®n posible: sobrevivir. ¡°Lavo platos y recibo las sobras que me dan en los restaurantes para comer¡±, explica la mujer, quien tuvo que huir encubierta de Cit¨¦ Soleil con dos de sus peque?os, ante el flagelo de los grupos armados. ¡°Las bandas vigilan de cerca la entrada y la salida del barrio¡±, explica con resignaci¨®n.
El mes pasado, la violencia entre las pandillas dej¨® 471 muertos en el barrio solo en una semana, entre los que se encontraba el padre de los hijos de Silvina. El azote de la barbarie ha obstaculizado el acceso de la poblaci¨®n a servicios b¨¢sicos de salud, nutrici¨®n y agua. Uno de cada cinco ni?os padece desnutrici¨®n y uno de cada 20 ya est¨¢ en peligro de muerte por la misma raz¨®n, seg¨²n la ¨²ltima alerta de Unicef. Al igual que la familia de Silvina, unas 3.000 personas han tenido que huir de sus hogares en Cit¨¦ Soleil, entre ellas cientos de menores de edad no acompa?ados, y al menos 140 casas han sido destruidas o incendiadas, de acuerdo con Naciones Unidas.
¡±Solo quiero tener un lugar para estar a salvo con mis hijos¡± clama Silvina con hast¨ªo en la voz durante una entrevista por videollamada con este peri¨®dico. Por ahora, con el apoyo de Unicef, la mujer aguarda en las instalaciones de un colegio que hace las veces de albergue temporal junto a sus dos hijos menores de edad. De los diez que tiene, tres han sido adoptados, y los cinco restantes est¨¢n siendo auxiliados en otros centros de refugio.
Una evaluaci¨®n realizada por Unicef en Cit¨¦ Soleil el pasado mes de abril dispar¨® las alarmas. El margen de desnutrici¨®n de los menores de edad alcanz¨® el 20% y super¨® en cinco puntos porcentuales el umbral de emergencia establecido por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. 9.506 ni?os han sido examinados para detectar desnutrici¨®n aguda y 1.918 han recibido tratamiento. Adem¨¢s, el recrudecimiento de las disputas por el territorio entre grupos armados tambi¨¦n ha bloqueado el acceso a la educaci¨®n. ¡°Unas 1.700 escuelas han cerrado, lo que se traduce en m¨¢s de 5.000 estudiantes fuera de las aulas¡±, asegura Dorica Tazuzgika, jefe del departamento de emergencias de Unicef en Hait¨ª. La organizaci¨®n, cuenta Tazuzgika, ha puesto en marcha el proyecto de una radio educativa para hacer frente a esta realidad.
Uno de los grandes problemas del barrio son los tiroteos. No podemos salir y los ni?os no pueden comer
Desde el 20 de julio, se han entregado cerca de un mill¨®n de litros de agua potable para satisfacer las necesidades urgentes de 15.000 personas cada d¨ªa, as¨ª como 500 lotes de higiene. Tambi¨¦n ha instalado dos cl¨ªnicas m¨®viles de salud en los barrios de Bois Neuf y Belekou, de Cit¨¦ Soleil, para proporcionar atenci¨®n m¨¦dica y nutricional a m¨¢s de 500 personas, en su mayor¨ªa mujeres y ni?os. Unicef presta ayuda a las mujeres lactantes y a los beb¨¦s a trav¨¦s de la entrega de suplementos alimenticios y medicamentos esenciales. Silvina recibe dosis de leche terap¨¦utica y complementos vitam¨ªnicos para garantizar que sus dos peque?os sigan con vida.
El Programa Mundial de Alimentos ha advertido que m¨¢s de cuatro millones y medio de personas se enfrentan a los peores niveles de inseguridad alimentaria en el pa¨ªs. La organizaci¨®n se ha abstenido de ofrecer declaraciones a Planeta Futuro sobre sus operaciones en Cit¨¦ Soleil, debido al dif¨ªcil contexto de seguridad en la zona.
En algunas ¨¢reas, M¨¦dicos Sin Fronteras trata a los pacientes en s¨®tanos o habitaciones sin ventanas, debido al peligro que supone el fuego cruzado
El acceso a los servicios sanitarios se ha reducido dr¨¢sticamente: solo el 4% de la poblaci¨®n recurre a los centros de salud p¨²blicos y el 64% es atendido por organizaciones no gubernamentales como M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF). Beno?t Vasseur, coordinador general de MSF en Hait¨ª, recalca que la lucha armada ha intensificado de manera incesante las labores en la zona. ¡°Nuestro equipo lleg¨® a atender 80 personas con heridas de bala solo en tres d¨ªas. Las heridas de bala infectadas, la desnutrici¨®n y la atenci¨®n al trauma han sido los focos de la emergencia¡±, cuenta Vasseur, que tambi¨¦n destaca un aumento en los de casos de violencia sexual. En algunas ¨¢reas, MSF solo puede tratar a los pacientes en s¨®tanos o habitaciones sin ventanas, debido al peligro que supone el fuego cruzado, seg¨²n revel¨® la organizaci¨®n en un comunicado. El mes pasado, la cirujana de MSF Federica Lezzi comparti¨® la historia de una ni?a de Cit¨¦ Soleil que sobrevivi¨® a una bala perdida. Apenas ten¨ªa siete a?os.
Desde el magnicidio del presidente Jovenel Mo?se en julio de 2021, la violencia en Puerto Pr¨ªncipe ha escalado a niveles insostenibles. En lo que va de a?o, se han registrado 934 asesinatos, 684 heridos y 680 secuestros en la capital, seg¨²n un reciente informe de la ONU. La barbarie ha obstaculizado las labores humanitarias en varios puntos de la ciudad. ¡°Tenemos dificultades de acceso en Martissant, La Saline y Croix de Bouquet, en los que nuestra entrada es intermitente¡±, reconoce Tazuzgika, de Unicef. En adici¨®n a la violencia armada, la crisis se ceba con la subida de precios de los alimentos, que responde a una inflaci¨®n que ya ha llegado al 29%, seg¨²n datos del Instituto Haitiano de Estad¨ªsticas. Familias enteras como la de Silvina precisan de forma permanente la atenci¨®n humanitaria. ¡°Tengo que hacer filas en donde sea que entreguen comida para poder sustentar a mi familia¡±, explica la mujer.
¡°Ignorar esta realidad es ser c¨®mplice del desprecio del mundo por la angustia de Hait¨ª¡±, concluy¨® un editorial publicado hace cinco d¨ªas en el Washington Post, que hizo un llamamiento contundente a la comunidad internacional para que responda en conjunto, y de modo eficaz, a la dif¨ªcil situaci¨®n que atraviesa el pa¨ªs. Tanto Tazuzgika (Unicef) como Vasseur (MSF), que se han enfrentado a crisis humanitarias en otros pa¨ªses de ?frica y Asia, coinciden en que la situaci¨®n no deja de empeorar. ¡°Hait¨ª est¨¢ constantemente al borde de una nueva emergencia¡±, destaca Tezuzgika. ¡°El panorama es muy nublado. Hasta ahora, no hemos visto ning¨²n tipo de mejora¡±, coincide Vassseur. Silvina, por su parte, solo desea estar lejos, y empezar de cero: ¡°fuera de Hait¨ª me ir¨ªa a cualquier parte¡±.
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