¡°?Cu¨¢ntas Babilonias hay en el mundo?¡±. El turismo busca abrirse camino en Irak

Ali Almakhzomy, fundador de la agencia de turismo iraqu¨ª Bil Weekend, ense?a con el m¨®vil los v¨ªdeos propagand¨ªsticos que militantes de Estado Isl¨¢mico filmaron mientras destru¨ªan las esculturas milenarias de caras de piedra que rodean las fortificaciones ¨Clos yihadistas consideran pecado la reproducci¨®n de rostros humanos¨C. ¡°Durante la ocupaci¨®n del ISIS [por sus siglas en ingl¨¦s] est¨¢bamos preocupados por Hatra. [El Estado Isl¨¢mico] sab¨ªa que Estados Unidos o el ej¨¦rcito iraqu¨ª no les atacar¨ªa all¨ª, y lo utilizaba de escondrijo¡±, lamenta.

Hatra resisti¨® dos veces al asalto de los romanos gracias a sus imponentes murallas, pero no pudo esta vez evitar que Estado Isl¨¢mico la dejara marcada irreversiblemente. En los pasillos milenarios de esta gran ciudad fortificada del antiguo imperio Parto, capital del primer reino ¨¢rabe que data del 200 antes de Cristo, pueden leerse todav¨ªa pintadas a favor de los yihadistas. Unesco la inscribi¨® en la Lista del Patrimonio de la Humanidad en 1985, y ahora, tras evaluar los da?os, ha decidido mantener las huellas de la ocupaci¨®n m¨¢s reciente como parte de su historia.

Hatra reabri¨® al turismo apenas hace un a?o, tras un proceso de mantenimiento por parte de la misi¨®n italiana. ¡°Este sitio ha ganado buena reputaci¨®n gracias al boca-oreja¡±, explica Almakhzomy mientras camina al lado del gu¨ªa local Mahmoud Abo Saif. En todas las visitas que organiza, un experto local es quien se encarga de conducir las visitas. Abo Saif se detiene frente al yacimiento de un hoyo rectangular con una grader¨ªa en un lado. ¡°No sabemos si fue un Parlamento o un teatro¡±, reconoce, consciente que a¨²n falta investigaci¨®n sobre el sitio. A Abo Saif le pesa, sobre todo, no haber podido proteger Hatra de los yihadistas, pese a vivir a escasos kil¨®metros. ¡°Mi coraz¨®n estaba con el sitio arqueol¨®gico, pero no pod¨ªa hacer nada¡±, lamenta.

Al gu¨ªa tur¨ªsticico Mahmoud Abo Saif le pesa no haber podido proteger Hatra de los yihadistas, pese a vivir a escasos kil¨®metros. ¡°Mi coraz¨®n estaba con el sitio arqueol¨®gico, pero no pod¨ªa hacer nada¡±

El a?o 2021 supuso un punto de inflexi¨®n en el turismo internacional de Irak, con la visita del papa Francisco. Adem¨¢s, el Gobierno empez¨® a conceder visados a la llegada a m¨¢s de 30 nacionalidades. Ese a?o, casi cinco millones de extranjeros visitaron Irak, seg¨²n la Autoridad de Aviaci¨®n Civil. Es un 145% m¨¢s que los turistas llegados en 2020, debido en buena parte a la pandemia.

Empieza a oscurecer y, habiendo salido de Bagdad por la ma?ana, es momento de proseguir el viaje hacia el norte. El color arenoso, t¨ªpico en el paisaje de buena parte de Irak, empieza a mezclarse con el verde de las monta?as del norte, y la temperatura tambi¨¦n baja considerablemente. Enfilando poco m¨¢s de 100 kil¨®metros el tour llega, ya de noche, a Mosul, reconocida en los ¨²ltimos tiempos por ser capital del califato del Estado Isl¨¢mico.

Turismo para no olvidar

Paseando por las calles de Mosul, es inevitable recordar la ocupaci¨®n de Estado Isl¨¢mico, hasta hace poco m¨¢s de cinco a?os. Viviendas completamente derribadas conviven con la vida que trata de abrirse camino en las calles. ¡°Solo las paredes saben lo que ha pasado aqu¨ª¡±, reflexiona Almakhzomy mientras camina por la ciudad vieja.

La riqueza cultural se ha visto inevitablemente impactada por la ocupaci¨®n de los yihadistas. La mezquita Al Nuri, uno de los centros isl¨¢micos m¨¢s importantes de Irak, se encuentra ahora en reconstrucci¨®n por la Unesco. El Estado Isl¨¢mico la hizo explotar antes de retirarse ante el avance del ej¨¦rcito iraqu¨ª y sus aliados en 2017. La iglesia Al-Tahera, s¨ªmbolo ic¨®nico de la historia de Mosul, fue destruida en un 90% y se encuentra ahora en proceso de reparaci¨®n. Ante la devastaci¨®n, algunos turistas lloran, otros vuelven al bus y otros escuchan las explicaciones del gu¨ªa hasta el final, explica el fundador de la agencia de viajes.

Pese a la destrucci¨®n que a¨²n rodea la ciudad vieja, justo al lado, el mercado ya ha sido reconstruido. Un vendedor de apenas 15 a?os, curioso, se pregunta qu¨¦ hacen unos extranjeros visitando su ciudad. ¡±?Qu¨¦ pas¨® aqu¨ª hace cinco a?os?¡±, respondemos, con iron¨ªa, en referencia a la ocupaci¨®n de la ciudad por parte de ISIS. Tras unos segundos de duda, lo comprende, con sorpresa. ¡°Ah, es por eso¡­¡±.

Babilonia, una marca en s¨ª misma

¡°Los iraqu¨ªes son la gente m¨¢s agradable que he conocido¡±, cuenta la estadounidense Britney con una sonrisa desde la entrada de uno de los palacios de Sadam Husein, en Babilonia. Trabajadora de una organizaci¨®n humanitaria en Erbil, al norte de Irak, desde hace 8 a?os, hoy visita con Bil Weekend la m¨ªtica ciudad que fue centro de la civilizaci¨®n mesopot¨¢mica durante miles de a?os. Lo hace por cuarta vez ya, pero hoy es especial, porque acompa?a a su padre, que la ha venido a ver desde Atlanta, al sur de EE UU. ¡°No me daba miedo venir a Irak, aunque a la gente de mi entorno s¨ª¡±, reconoce Neil, su padre. Con sus m¨®viles fotograf¨ªan las ruinas, e incluso los jacuzzis del palacio del dictador. Tienen previsto un viaje de norte a sur del pa¨ªs, desde Erbil hasta las marismas del sur de Irak. Se encuentran a poco m¨¢s de medio camino.

Britney ostenta el honor de ser la primera turista extranjera que se apunt¨® a los tours de Bil Weekend desde la entrada en vigor del visado on-arrival (a la llegada al aeropuerto) en 2021. ¡°Ser turista aqu¨ª supone un reto mayor que en otros pa¨ªses¡±, reconoce. ¡°No hay mucha informaci¨®n, es m¨¢s dif¨ªcil encontrar ropa o m¨²sica tradicional, u otra comida que no sea kebab. Aunque todo eso est¨¢ cambiando¡±, cuenta.

A la hora de volver a los coches, padre e hija se cruzan con una familia asiria con quien casualmente comparten hotel en Bagdad. Ellos visitan Irak para conmemorar el a?o nuevo asirio, despu¨¦s de que su padre migrara a Australia a?os antes. ¡°Miras en internet y en todas partes lanzan avisos de emergencia sobre Irak¡­ Estaba aterrada antes de venir¡±, reconoce una de las hijas, que ha visto c¨®mo sus miedos se han disipado una vez ha llegado al pa¨ªs. ¡°?Todo propaganda!¡±, responde el padre.

Apasionado por la cultura desde ni?o, Almakhzomy, el fundador de la agencia de viajes, tuvo que exiliarse con su familia en 2005, cuando su hermano desapareci¨® en el inicio de la guerra sectaria entre sun¨ªes y chi¨ªes. Nunca m¨¢s han sabido de su paradero. Cuatro a?os m¨¢s tarde, tras vivir en Malasia, Almakhzomy, que ahora tiene 35 a?os, volvi¨® a Bagdad. Pretend¨ªa estudiar Derecho, pero acab¨® interes¨¢ndose por el turismo. ¡°Empec¨¦ a ver que las familias iraqu¨ªes no visitaban los monumentos, que siempre estaban cerrados. Primero por Sadam, despu¨¦s por la invasi¨®n norteamericana, la falta de seguridad...¡±.

A Almakhzomy le gusta interactuar con los turistas que se encuentra, consciente del potencial arqueol¨®gico de Irak y del valor que puede aportar el turismo a un pa¨ªs que todav¨ªa se recupera de d¨¦cadas de guerra. ¡°Los turistas traen d¨®lares. Avivar el turismo en Irak ayudar¨ªa a mejorar los servicios: transportes, restaurantes, hoteles; atraer¨ªa inversores en los sitios patrimoniales¡­ ?Cu¨¢ntas Babilonias hay en el mundo? El nombre ya es una marca. Babilonia sol¨ªa ser el centro del mundo¡±, explica. Y subraya: ¡°Irak es estable, seguro, no es muy caro, y los turistas cuentan con visado a su llegada. Ahora tienen la oportunidad de visitar las marismas. Este es uno de los cinco pa¨ªses del mundo m¨¢s afectados por la crisis clim¨¢tica. Si no vienen ahora, en 10 a?os quiz¨¢s hayan desaparecido¡±.

Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.