Vidrio y tejidos para acercar ?frica a Madrid
El ciclo ¡®Malakaan yi¡¯ (¡®Colores¡¯ en wolof) en el Museo Nacional de Antropolog¨ªa utiliza el arte suwer y los dise?os de ¨ªndigo para familiarizar al espectador con diversas culturas del continente
El arte suwer se desarroll¨® como una forma de resistencia anticolonial. A principios del siglo XX, las autoridades francesas prohibieron en Senegal la importaci¨®n y reproducci¨®n de estampas religiosas procedentes de la Meca. Era un intento de imponer el cristianismo sobre una poblaci¨®n islamizada. Para sortear la censura, los artistas locales recurrieron a una tradici¨®n muy antigua en el oriente musulm¨¢n: la pintura sobre cristal. Rescatando vidrios para ventanas, colocaban un dise?o bajo ellos y lo copiaban. De ah¨ª deriva el nombre de esta t¨¦cnica. La expresi¨®n francesa ¡°sous verre¡± (bajo el vidrio) ser¨ªa pronto woloflizada como ¡°suwer¡±.
Para cuando los colonos suprimieron la interdicci¨®n, el suwer ya era parte de la expresi¨®n art¨ªstica del pa¨ªs. La necesidad de reproducir estampas religiosas no era tan imperante y el estilo empez¨® a evolucionar. Las escenas de la vida cotidiana tomaron el relevo. Las mujeres en sus quehaceres diarios, las calles de las ciudades, los momentos de ocio y descanso, las fiestas populares o cualquier otro motivo quedaba plasmado bajo el vidrio por los h¨¢biles artistas. As¨ª, al reflejar la tradici¨®n, este arte se situaba de nuevo como una forma de resistencia contra la imposici¨®n cultural venida de fuera. M¨¢s tarde, en los a?os cincuenta y principios de los sesenta, expres¨® mensajes subversivos y pol¨ªticos como una forma m¨¢s de oposici¨®n al poder colonial en el per¨ªodo de las luchas por las independencias.
Se trata de estilo netamente urbano que apareci¨® por iniciativa espont¨¢nea, dirigida a poblaciones en general iletradas. Puede considerarse como una temprana manifestaci¨®n de la pl¨¢stica pop en el continente africano. ¡°Por medio de narraciones dibujadas, el pintor de suwer asumi¨®, en los barrios populares, el papel que en las sociedades tradicionales cumple el griot, guardi¨¢n de la palabra y transmisor de historias y valores culturales¡±, afirma el coleccionista y comisario Luis Temboury.
A lo largo de un siglo esta expresi¨®n pl¨¢stica ha evolucionado de acuerdo a las diferentes t¨¦cnicas y tendencias de las artes, as¨ª como a las capacidades de cada artista. Pero en su origen se caracteriz¨® por la delimitaci¨®n de las figuras y contornos con l¨ªneas de tinta, que despu¨¦s se rellenaban de colores neutros para resaltar el primer plano. Tambi¨¦n carece de perspectiva. Estas pinturas representan a los personajes en distintos tama?os de acuerdo a su importancia en el relato y, pese a su apariencia naif, con frecuencia recurren al humor y la autocr¨ªtica.
Temboury explica que, tras viajar por ?frica en busca de arte contempor¨¢neo, aterriz¨® en Senegal donde descubri¨® esta pl¨¢stica y, de inmediato, qued¨® apasionado ¡°por su atractivo colorido y su importante papel en la conformaci¨®n de la identidad nacional¡±. Comenz¨® a investigar y, puesto que nada hab¨ªa en espa?ol, tuvo que desplazarse y adquirir los escasos cat¨¢logos que exist¨ªan en museos y librer¨ªas de Bruselas, Par¨ªs y Nueva York. De esta forma, con mayor informaci¨®n y tras frecuentes visitas a Dakar y San Luis, ha reunido la que posiblemente es la mejor colecci¨®n de arte suwer de Espa?a. Ahora el conjunto de estas obras puede contemplarse en el Museo Nacional de Antropolog¨ªa en la exposici¨®n Suwer. Senegal a trav¨¦s del cristal. Un recorrido por la historia de los cristales pintados, desde las estampas religiosas de sus or¨ªgenes hasta las creaciones que hoy d¨ªa nutren salas, bienales y anticuarios. Esta manifestaci¨®n art¨ªstica peculiarmente senegalesa fue tradicionalmente producida por hombres, pero, afortunadamente, hoy tambi¨¦n cuenta con algunas mujeres que se aventuran en ella..
Yousoupha Sock, antrop¨®logo y comisario de la exposici¨®n, resalta la originalidad de este arte que no tiene ning¨²n tipo de influencia occidental. ¡°Est¨¢ tambi¨¦n fuera de todo tipo de academicismo. Por eso, durante mucho tiempo a los pintores de suwer les llamaron artesanos, rob¨¢ndoles el apelativo de artistas¡±, explica. ¡°Ahora, superadas las manipulaciones coloniales, se les reconoce como tales. De modo que el arte suwer cuestiona los fundamentos hegem¨®nicos del arte occidental como el ¨²nico verdadero y aceptable. Al mismo tiempo, se desprende de la ficci¨®n paternalista, y los prejuicios naturalizados por el poder colonial, de la exotizaci¨®n y el orientalismo de las creaciones art¨ªsticas no occidentales¡±.
La fragilidad y valor del arte textil
Desde Senegal, las salas del Museo Nacional de Antropolog¨ªa viajan a otros pa¨ªses africanos. Mal¨ª, Burkina Faso, Rep¨²blica de Guinea, Camer¨²n, Nigeria y Costa de Marfil se hacen tambi¨¦n presentes en una segunda exposici¨®n: ?frica azul. Historias tejidas en ¨ªndigo.
El arte textil del ¨ªndigo hunde sus ra¨ªces en lo m¨¢s profundo de la historia humana. Sin embargo, est¨¢ a punto de desaparecer. La complejidad de su proceso, la progresiva extinci¨®n de los maestros del ¨ªndigo, la introducci¨®n de tintes qu¨ªmicos y las imitaciones baratas, especialmente hechas en China, hacen que cada vez sea m¨¢s dif¨ªcil encontrar pa?os originales fabricados en ?frica occidental.
Las hermanas Laura y Maica de la Carrera llevan a?os recorriendo esa regi¨®n del continente en busca de los ¨²ltimos artesanos de esta t¨¦cnica ancestral como parte de su investigaci¨®n sobre los diferentes tejidos africanos. Estudio que ya ha dado lugar a dos exposiciones anteriores: El lenguaje de las telas y otra centrada en los controvertidos tejidos wax. Esta vez, cuentan con la colaboraci¨®n de la camerunesa Edith Mbella, comisaria de exposiciones y experta en arte africano que aporta su colecci¨®n de ?ndigo Ndop propio de su pa¨ªs.
De la mano del maestro senegal¨¦s Abdoulaye Seck o de los tejedores baul¨¦ de Konde Yaokro, en el norte de Costa de Marfil, y las fotos del Kim Manresa, la muestra recorre todo el proceso del ¨ªndigo. Desde la recogida de la planta hasta su producto final, los tejidos. Estos, transformados en los dise?os de Maica de la Carrera, ayudan a aunar lo tradicional con lo contempor¨¢neo y poner, as¨ª, en valor la riqueza textil de estos pa¨ªses.
Ambas exhibiciones forman parte de Malakaan yi (Colores en wolof), un ciclo de arte africano que invadir¨¢ el Museo Nacional de Antropolog¨ªa durante todo el oto?o madrile?o. Se encuadra dentro de la iniciativa Con voz propia con la que la instituci¨®n invita a comunidades residentes en Espa?a a contar, a trav¨¦s de diferentes manifestaciones, cu¨¢l es la realidad y la actualidad de la cultura. ¡°Por eso, en el caso del arte suwer contamos con el asesoramiento de Yousoupha Sock como antrop¨®logo. Y en el caso del ¨ªndigo, los testimonios recogidos por las hermanas de la Carrera y el fot¨®grafo Kim Manresa ya sea en forma de tejidos o de fotograf¨ªas, teniendo en cuenta todo el valor simb¨®lico que tienen en las sociedades de las que proceden¡± comenta Luis P¨¦rez, conservador del Museo Nacional de Antropolog¨ªa. Los colores del suwer y del ¨ªndigo se funden en esta ocasi¨®n para dar a conocer distintas tradiciones y culturas africanas, como quiere recoger el t¨ªtulo de este ciclo.
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