El director ejecutivo del Fondo Mundial: ¡°Hay una alarmante erosi¨®n del compromiso con los derechos humanos, en especial con la salud¡±
Peter Sands explica desde Davos que la inteligencia artificial puede tener aplicaciones beneficiosas para el desarrollo y advierte de la creciente demonizaci¨®n ¡°del otro¡± con fines pol¨ªticos
La ¨¦lite global pulula esta semana por la estaci¨®n alpina de Davos ocupada en trazar las l¨ªneas de la agenda planetaria para este a?o nuevo en el Foro Econ¨®mico Mundial (FEM). All¨ª est¨¢ tambi¨¦n Peter Sands (Plymouth, 62 a?os), el exbanquero brit¨¢nico que desde 2018 dirige el Fondo Mundial, la gran organizaci¨®n internacional que hace 20 a?os contribuy¨® a fundar Kofi Annan para luchar contra el sida, la tuberculosis y la malaria; las grandes enfermedades infecciosas que matan a millones de personas en el mundo. Es el fondo al que los pa¨ªses desarrollados ¡ªtambi¨¦n Espa?a¡ª han dedicado m¨¢s de 60.000 millones de d¨®lares (m¨¢s de 55.000 millones de euros) y con los que seg¨²n los c¨¢lculos de la propia organizaci¨®n se han logrado salvar 59 millones de vidas.
Las enfermedades que afectan a los m¨¢s pobres del planeta no encabezan las prioridades de los pol¨ªticos y empresarios reunidos en el FEM, pero lo que all¨ª se decida acabar¨¢ impactando de lleno tambi¨¦n en el Sur global, con niveles r¨¦cord de deuda y en primera l¨ªnea de la emergencia clim¨¢tica.
La inteligencia artificial es este a?o la gran protagonista de la cita, donde pol¨ªticos y empresarios alertan del peligro que esta tecnolog¨ªa supone para las democracias. Sands coincide en resaltar las amenazas, pero asegura que la innovaci¨®n abre oportunidades in¨¦ditas, sobre todo en el campo de la salud global, seg¨²n explica en videoconferencia desde el foro. A la vez cree que conviene no dar ning¨²n logro por sentado. Alerta de que la volatilidad pol¨ªtica hace m¨¢s dif¨ªcil que la comunidad internacional act¨²e de forma coordinada en temas clave como la emergencia clim¨¢tica. Sands sostiene tambi¨¦n que ¡°asistimos a una alarmante erosi¨®n del compromiso con los derechos humanos¡± y a una demonizaci¨®n del otro con fines partidistas.
Pregunta. Los tecnooptimistas creen que la inteligencia artificial ser¨¢ capaz de reducir la brecha de la desigualdad y mejorar la salud global. ?Cree que supone una oportunidad?
Respuesta. Para la salud global, la IA es desde luego una oportunidad. Una de las limitaciones es la disponibilidad de profesionales de la salud con experiencia en ciertas ¨¢reas y la IA nos permite replicar nuestros conocimientos a un coste relativamente bajo. Por ejemplo, colaboramos con Siemens Healthineers para utilizar la IA en la interpretaci¨®n de rayos X o ultrasonido, lo que nos permite compensar que no tengamos muchos radi¨®logos en algunos lugares, en particular en ?frica. Con la IA, es posible diagnosticar r¨¢pidamente la tuberculosis. S¨¦ que la IA tambi¨¦n entra?a riesgos y peligros, pero en la salud global hay oportunidades inmediatas.
P. La tormenta perfecta de la covid, la guerra de Ucrania, junto a la emergencia clim¨¢tica ha resultado en un endeudamiento hist¨®rico de pa¨ªses del Sur global que les impide invertir en salud. Las voces que piden una nueva arquitectura financiera se escuchan cada vez con m¨¢s fuerza.
R. Creo que es urgente. Si nos fijamos en algunos de los pa¨ªses y comunidades m¨¢s pobres del mundo, se enfrentan a una combinaci¨®n de cambio clim¨¢tico, conflictos y un exceso de deuda. Adem¨¢s, la geopol¨ªtica es extremadamente complicada en estos momentos. En 2024 se celebrar¨¢n elecciones en un gran n¨²mero de pa¨ªses de todo el mundo, en un momento en el que la pol¨ªtica se ha vuelto fluida y las fisuras y divisiones geopol¨ªticas dificultan que haya un enfoque com¨²n para los desaf¨ªos globales, como la preparaci¨®n para las pandemias o el cambio clim¨¢tico. Alcanzar consensos sobre cu¨¢les son las prioridades y c¨®mo lidiar con esos problemas es muy dif¨ªcil ahora.
Es necesario redescubrir el sentido y el esp¨ªritu de humanidad com¨²n. El mundo en realidad no es tan grande y hay recursos financieros suficientes
P. En Davos se est¨¢ hablando de la ¡°enfermedad X¡±, mucho m¨¢s letal que la covid-19. Usted mismo ha dicho que la pr¨®xima pandemia puede estar ya entre nosotros y que ser¨¢ exacerbada por la emergencia clim¨¢tica. ?Hasta qu¨¦ punto puede el clima derribar los progresos de los ¨²ltimos a?os en salud?
R. Hay algunas cosas que ya sabemos sobre los impactos del cambio clim¨¢tico y hay otro mont¨®n de cosas que no sabemos. Sabemos que va a tener un impacto directo en algunas de las enfermedades m¨¢s sensibles al clima, y la malaria es un buen ejemplo. La malaria est¨¢ apareciendo en lugares donde antes hac¨ªa demasiado fr¨ªo para los mosquitos y tambi¨¦n estamos viendo aumentos en zonas con condiciones meteorol¨®gicas extremas como ciclones o inundaciones. Uno de los efectos del cambio clim¨¢tico en la salud es la alteraci¨®n de la agricultura y, por tanto, de la nutrici¨®n. Y la realidad es que un ni?o desnutrido tiene una tasa de supervivencia a la malaria m¨¢s baja que un ni?o bien alimentado.
Hay tambi¨¦n cosas que no sabemos. No sabemos c¨®mo va a afectar el cambio clim¨¢tico a la competencia entre las especies, entre distintos tipos de mosquitos. Hay 30 o 40 tipos de Anopheles portadores de malaria, pero con el cambio clim¨¢tico estamos observando din¨¢micas interesantes de prevalencia de los distintos tipos de mosquito. Es solo un ejemplo de que va a haber consecuencias de segundo y tercer orden del cambio clim¨¢tico que van a ser extremadamente dif¨ªciles de predecir. Y ah¨ª es donde pueden surgir enfermedades o brotes en lugares inesperados, ya sea de enfermedades existentes, de enfermedades emergentes o de pat¨®genos totalmente nuevos. El cambio clim¨¢tico tiene un impacto profundo en el entorno en el que viven todos estos virus, bacterias y par¨¢sitos y es muy dif¨ªcil saber lo que va a ocurrir.
P. La covid rest¨® fondos de ayuda para otras enfermedades y prioridades del desarrollo. ?Volveremos a los niveles de ayuda anteriores o el debilitamiento del multilateralismo apunta a una regresi¨®n permanente de la ayuda internacional?
R. Hay que seguir defendiendo el multilateralismo. Puede que no est¨¦ de moda, pero la l¨®gica de compartir recursos de los donantes para lograr intervenciones efectivas sigue vigente. Tenemos que decidir en qu¨¦ mundo queremos vivir. ?Queremos vivir en un mundo en el que miles de ni?os peque?os y mujeres embarazadas mueren de una enfermedad como la malaria, que sabemos c¨®mo curar y en la que, con relativamente poco dinero, se podr¨ªa marcar una enorme diferencia? Sigue habiendo un sentido de la humanidad com¨²n, que moviliza a los socios del Fondo Mundial.
Muchos pa¨ªses del llamado Sur global quieren tener m¨¢s voz, m¨¢s capacidad para decidir cu¨¢les son sus prioridades, m¨¢s control sobre sus recursos y sobre c¨®mo deben gastarse
P. La actitud de algunos pa¨ªses del Sur global tambi¨¦n ha cambiado. La guerra de Gaza ha dado la puntilla al distanciamiento con Occidente y al refuerzo de nuevas alianzas con China y con Rusia. ?Qu¨¦ impacto tendr¨¢ para el desarrollo de esos pa¨ªses?
R. Muchos pa¨ªses del llamado Sur global quieren tener m¨¢s voz, m¨¢s capacidad para decidir cu¨¢les son sus prioridades, m¨¢s control sobre sus recursos y sobre c¨®mo deben gastarse.
P. Durante la pandemia, los pa¨ªses del Sur confirmaron que no pueden contar con el mundo desarrollado en caso de emergencia y han puesto en pie iniciativas de producci¨®n de vacunas, gracias tambi¨¦n a la t¨¦cnica del ARN mensajero. ?Hasta qu¨¦ punto la autosuficiencia sanitaria a la que aspiran es posible?
R. Es importante la localizaci¨®n de la fabricaci¨®n, pero es s¨®lo una parte de la soluci¨®n. Hay muchos pa¨ªses de renta media y baja que tienen la oportunidad de desarrollar m¨¢s capacidades, pero hay otros que no est¨¢n en esa situaci¨®n. No hay una respuesta ¨²nica.
P. Mientras, la ofensiva hom¨®foba en Uganda y otros pa¨ªses africanos, en parte financiada por grupos ultraconservadores globales, impiden el acceso a tratamientos y la pol¨ªtica pone en peligro una vez m¨¢s los logros cient¨ªficos.
R. Lograr un acceso equitativo a servicios de tratamiento y diagn¨®stico que salvan vidas es fundamental para vencer estas enfermedades y, en particular, enfermedades como el VIH y la tuberculosis afectan de manera desproporcionada a poblaciones clave y marginadas. Las pol¨ªticas y las leyes discriminatorias y estigmatizantes impiden acceder a este tipo de servicios, reducen realmente la eficacia de los medicamentos y las tecnolog¨ªas innovadoras. Vemos la amenaza que se cierne sobre los derechos de las personas LGTBQI y el estancamiento de los avances en igualdad de g¨¦nero en algunos pa¨ªses.
Si analiz¨¢ramos el lenguaje, palabras como humanidad com¨²n o la solidaridad global son, sospecho, mucho menos frecuentes que hace una d¨¦cada
P. Tambi¨¦n vemos entre los donantes que la regresi¨®n de los derechos humanos y el sexismo forman parte tambi¨¦n de las agendas populistas del Norte.
R. Hay una alarmante erosi¨®n del compromiso con los derechos humanos, especialmente en relaci¨®n con la salud, tanto en los pa¨ªses ricos como en los pobres. Si nos fijamos en el lenguaje que se utiliza para describir a los inmigrantes, a los grupos religiosos o a las comunidades LGTBQI, nos daremos cuenta de que hay muchos ecos de discriminaci¨®n entre los distintos grupos. Todos ellos van en contra de la solidaridad global.
P. ?No era as¨ª hace 10 o 15 a?os?
R. Siempre ha habido partes del mundo donde ha habido estigma y discriminaci¨®n y en algunos aspectos hemos hecho grandes progresos. Hay muchos pa¨ªses en los que la igualdad de g¨¦nero est¨¢ en una posici¨®n mucho mejor que hace una d¨¦cada. Pero ahora mismo, cuando miramos a todo el mundo, estamos muy preocupados por los derechos LGTBQI en particular, pero tambi¨¦n, de forma m¨¢s general, por las nociones de igualdad y por el acceso a la salud como un derecho humano. Creo que si analiz¨¢ramos el lenguaje, palabras como humanidad com¨²n o la solidaridad global son, sospecho, mucho menos frecuentes que hace una d¨¦cada.
P. ?C¨®mo hemos llegado hasta aqu¨ª?
R. Los efectos en cadena de la crisis financiera mundial y de la pandemia han ejercido mucha presi¨®n en las comunidades, incluso en los pa¨ªses ricos. Hemos asistido a una polarizaci¨®n de la pol¨ªtica en muchas partes del mundo y vemos en algunos de los enfoques populistas una demonizaci¨®n del otro, que se ha convertido en una ruta hacia el poder en algunos lugares. Es necesario redescubrir el sentido y el esp¨ªritu de humanidad com¨²n. El mundo en realidad no es tan grande y hay recursos financieros suficientes. Tenemos una enorme cantidad de obligaciones e intereses compartidos en este planeta. El impulso para crear el Fondo Mundial, por ejemplo, fue la cat¨¢strofe del sida en ?frica. Ten¨ªamos una situaci¨®n en la que muy pocas personas ten¨ªan acceso a un tratamiento antirretroviral y estaban muriendo. Los que ten¨ªan acceso les costaba unos 10.000 d¨®lares al a?o (unos 9.200 euros). Veinte a?os despu¨¦s, hay 24,7 millones de personas que reciben tratamiento antirretroviral y el coste anual de esos medicamentos es de unos 45 d¨®lares (poco m¨¢s de 41 euros), mientras el n¨²mero de personas que mueren se ha reducido dr¨¢sticamente. Eso es un gran logro y ha requerido un esfuerzo masivo por parte de los gobiernos donantes, los gobiernos receptores, la filantrop¨ªa, el sector privado, la comunidad, la sociedad civil y los socios t¨¦cnicos, pero es una prueba de que se pueden asumir retos enormes y superarlos.
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