Planchado de pechos para no gustar ni ¡®provocar¡¯: la tortura escondida de miles de ni?as nigerianas
Naciones Unidas ha calificado esta pr¨¢ctica como una de las cinco formas de maltrato contra la mujer menos documentadas del mundo. En este pa¨ªs africano, donde la ley protege a las ciudadanas de toda forma de violencia, miles de menores la sufren cada a?o
Un d¨ªa despu¨¦s de que Mabel Peter cumpliera 10 a?os, tres mujeres mayores le sujetaron firmemente las piernas mientras su madre le presionaba contra los pechos un objeto ardiente, reci¨¦n retirado del fuego. La ni?a, refugiada camerunesa en el pueblo nigeriano de Abiao, aull¨® de dolor. Han pasado dos d¨¦cadas y Peter, de 32 a?os, vive con su marido en la capital de Nigeria, Abuya, y todav¨ªa padece las secuelas de aquella tortura. Sufre fuertes dolores, sus pechos son desiguales y se han vuelto fl¨¢cidos porque los m¨²sculos se han debilitado. ¡°Al principio pensaba que tener dolor era normal y tomaba analg¨¦sicos. Cuando me cas¨¦, empeor¨® y el doctor me confirm¨® que eran secuelas del material usado para planchar mis pechos¡±, explica la mujer a este diario.
Naciones Unidas ha calificado el planchado de senos como una de las cinco violencias contra la mujer menos documentadas del mundo. Diversos informes mencionan que unos 3,8 millones de adolescentes africanas la han podido padecer y citan a la ONU como fuente de esta estimaci¨®n, pero no existen datos contrastados. Seg¨²n la definici¨®n de la agencia de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), esta pr¨¢ctica consiste en ¡°masajear o golpear los pechos de las ni?as con objetos calientes para suprimir o revertir su crecimiento¡±. La finalidad es evitar el acoso, la violaci¨®n o el secuestro, en definitiva, que los hombres se sientan atra¨ªdos por una chica y esta pueda seguir con su vida y sus estudios. En muchos casos este acto terriblemente doloroso lo practican las madres de las ni?as.
El planchado de senos es frecuente en varios pa¨ªses de ?frica Occidental y Central y especialmente en Camer¨²n, donde se calcula que una de cada cuatro ni?as ha sido sometida a esta pr¨¢ctica. En Nigeria, cualquier violencia contra la mujer, como la mutilaci¨®n genital femenina, el planchado de senos o los matrimonios forzados, son delitos contemplados en la Ley de Prohibici¨®n de la Violencia contra las Personas (VAPP, por sus siglas en ingl¨¦s). Pero la pr¨¢ctica sigue existiendo y castiga cada a?o a miles de ni?as. Adem¨¢s, va m¨¢s all¨¢ de las fronteras africanas y a principios de 2019, el diario brit¨¢nico The Guardian descubri¨® varios casos en el Reino Unido, que podr¨ªan haber afectado a unas 1.000 ni?as migrantes.
Odunola Olabintan, directora y fundadora de The Health City, una organizaci¨®n centrada en la educaci¨®n y la salud, alerta de que, adem¨¢s del da?o psicol¨®gico, puede haber complicaciones m¨¦dicas, ya que los objetos utilizados a veces no est¨¢n esterilizados, lo que provoca infecciones, abscesos, da?os en los tejidos y asimetr¨ªa mamaria. Esta pr¨¢ctica tambi¨¦n puede da?ar el tejido y afectar a la producci¨®n de leche en etapas posteriores de la vida. ¡°El planchado de los pechos es muy doloroso. Adem¨¢s del da?o inmediato, la pr¨¢ctica puede causar problemas f¨ªsicos graves como abscesos, quistes, picores, dolor constante, quemaduras por el contacto de objetos calientes y da?os en los tejidos¡±, explica la experta.
Un delito a la sombra
En la comunidad de Pygba, en Abuya, el planchado de senos es tristemente frecuente. Basta una conversaci¨®n con las mujeres de la zona para caer en la cuenta de que casi todas han sufrido este maltrato, como ocurri¨® con sus madres y sus abuelas.
Loverth David ten¨ªa 13 a?os y viv¨ªa en Pygba cuando su madre la oblig¨® a someterse al planchado de senos para evitar el acoso sexual. A?os despu¨¦s, cuando estaba a punto de casarse, David sufr¨ªa fuertes dolores en los pechos que controlaba con analg¨¦sicos. ¡°Sol¨ªa ir a una farmacia a comprar medicamentos cada vez que me dol¨ªa el pecho, pero cuando me cas¨¦, el dolor empeor¨® y me afectaba m¨¢s¡±, cuenta. En 2021, cuando estaba a punto de dar a luz, un m¨¦dico le explic¨® que el planchado le hab¨ªa da?ado el tejido mamario, que contiene las gl¨¢ndulas que producen la leche, lo que pod¨ªa dificultar la lactancia. ¡°Despu¨¦s de que el m¨¦dico me informara de que los pechos planchados cuando era joven podr¨ªan afectarme cuando diera a luz, mi marido y yo comprobamos que no pod¨ªamos permitirnos el tratamiento para tratar el tejido da?ado¡±, lamenta.
El planchado de senos suele realizarse al amanecer o al anochecer para ocultarlo a los dem¨¢s miembros de la familia, especialmente a los varones. A menudo se lleva a cabo en zonas aisladas de la casa, como la cocina, donde se dispone f¨¢cilmente de los instrumentos necesarios. Seg¨²n testimonios y estudios, se realiza con utensilios como piedras de moler, objetos ardientes, calabazas, martillos o esp¨¢tulas. A veces, los pechos se aplastan usando un cintur¨®n o una banda ajustada.
Maureen James, de 25 a?os, que creci¨® en la misma comunidad que David, tambi¨¦n sufri¨® este maltrato al cumplir 14 a?os. A los 16, empez¨® a experimentar fuertes picores y hemorragias en los pechos. La situaci¨®n le provoc¨® un profundo malestar con su madre, lo que llev¨® a James a huir de casa. ¡°Me escap¨¦ y trabaj¨¦ para algunas personas en el mercado de Wuse, aqu¨ª en Abuya¡±, cuenta. ¡°Una de las mujeres que me alojaba se dio cuenta de mis llantos nocturnos y mis picores constantes. Me llev¨® al hospital, donde el m¨¦dico dijo que la forma en que me plancharon los pechos me hab¨ªa causado una infecci¨®n que requer¨ªa tratamiento a largo plazo y posiblemente cirug¨ªa¡±, agrega, explicando que no pod¨ªa pagar esos cuidados m¨¦dicos y que sigue viviendo con un dolor muy fuerte.
Olanike Timipa-Uge, directora ejecutiva de Teenage Network, una organizaci¨®n centrada en el poder transformador de la educaci¨®n y a la prevenci¨®n e intervenci¨®n contra la violencia de g¨¦nero, ha estudiado los casos de planchado en algunas comunidades de Abuya, donde, seg¨²n la ONG, una de cada tres adolescentes habr¨ªa sufrido esta pr¨¢ctica.
Timipa-Uge explica que el ¨ªndice de denuncias sigue siendo muy bajo y que los casos son a¨²n mayores en ¨¢reas alejadas de la capital. ¡°Hemos llevado a cabo amplios programas de divulgaci¨®n para educar a los progenitores sobre las graves consecuencias para la salud del planchado de senos¡±, se?ala la responsable. ¡°Hacemos hincapi¨¦ en la manera en que esta pr¨¢ctica perjudica el futuro de las ni?as y dificulta sus aspiraciones. Adem¨¢s, hemos enviado numerosas cartas al Ministerio de Asuntos de la Mujer instando a la abolici¨®n de esta pr¨¢ctica nociva¡±.
En enero de este a?o, la prensa local nigeriana public¨® que la ministra de esta cartera, Uju Kennedy-Ohanenye, visit¨® recientemente Pygba, justamente para interesarse por estos casos de planchado de senos, y declar¨® que, con el apoyo de los gobernantes tradicionales y los jefes de aldea, ¡°se establecieron tribunales m¨®viles especiales para procesar a las personas que se presten a tales actos de barbarie¡±.
Puedes seguir a Planeta Futuro en X, Facebook, Instagram y TikTok y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.