Ni?as y mujeres desaparecidas mientras buscaban una oportunidad en el coraz¨®n de la India
En solo dos a?os se les ha perdido la pista a m¨¢s de 200.000 ciudadanas indias. El Estado de Madhya Pradesh, donde los efectos del cambio clim¨¢tico hacen estragos, registra el mayor n¨²mero de casos. Aqu¨ª, menores y j¨®venes quedan expuestas a peligros, como la trata, cuando emigran en pos de trabajos precarios
Devi (nombre ficticio), de 65 a?os, ha dedicado gran parte de su vida a alimentar a sus ocho hijos ¡ªcuatro varones y cuatro mujeres¡ª con limitados recursos. Enviud¨® muy joven y su marido le dej¨® una peque?a parcela de tierra para que la cultivara en su aldea de Chhaktala, en el Estado de Madhya Pradesh, en el centro de la India. Aunque al principio la familia se las apa?aba bien, en la ¨²ltima d¨¦cada el terreno se volvi¨® pr¨¢cticamente inservible para el cultivo durante la mayor parte del a?o.
La hija peque?a de Devi, Rashmi (no es su nombre real), de 12 a?os y cansada de la situaci¨®n, le dijo en abril de 2022 que hab¨ªa encontrado un trabajo en la construcci¨®n en la ciudad de Alirajpur, cerca de su pueblo. Rashmi no era la primera ni?a de su zona que buscaba y aceptaba este tipo de empleos. La tierra que antes bastaba y sobraba para alimentar y mantener a familias como la de Devi hace tiempo que les ha fallado, y a los j¨®venes no les queda m¨¢s remedio que buscar trabajos a menudo precarios. ¡°En nuestro pueblo, todos los miembros de la familia tienen que trabajar; la edad no importa¡±, se?ala Devi. La adolescente fue al mercado cercano a comprar ropa nueva para su trabajo, y esa tarde no regres¨®.
En nuestro pueblo, todos los miembros de la familia tienen que trabajar; la edad no importaDevi, madre de Reshmi (v¨ªctima de trata)
Madhya Pradesh registra el mayor n¨²mero de casos de menores desaparecidos, as¨ª como de ni?as y mujeres desaparecidas del pa¨ªs. En solo dos a?os (entre 2019 y 2021), se les perdi¨® la pista a casi 200.000 mujeres y ni?as en la India, seg¨²n datos presentados por el Ministerio del Interior ante el Parlamento ¡ªno hay informaci¨®n acerca de cu¨¢ntas fueron localizadas¡ª. Solo en 2022, una media de 32 menores desaparec¨ªan cada d¨ªa en Madhya Pradesh, de los cuales 24 eran ni?as, seg¨²n un informe elaborado por la ONG Derechos de los Ni?os y T¨². La polic¨ªa y el Gobierno suelen descartar estos casos por considerar que se trata de chicas que huyen con sus novios, pero existe un factor crucial que parece estar causando un gran n¨²mero de desapariciones y que a menudo se pasa por alto: el cambio clim¨¢tico.
M¨¢s de tres meses despu¨¦s de la desaparici¨®n de Rashmi, y tras los persistentes esfuerzos de Devi por conseguir ayuda de la polic¨ªa y de las ONG, un buen d¨ªa la familia recibi¨® la llamada de un n¨²mero desconocido. Al otro lado de la l¨ªnea, Rashmi ped¨ªa que fueran a buscarla a un pueblo del vecino Estado de Gujarat, a m¨¢s de 600 kil¨®metros de distancia. Se neg¨® a revelar c¨®mo hab¨ªa llegado hasta all¨ª y con qui¨¦n. Al no obtener ayuda de la polic¨ªa local, Devi se puso en contacto con la ONG ChildLine, cuyos miembros intentaron reconstruir la historia y llegaron a la conclusi¨®n de que, con toda probabilidad, Rashmi hab¨ªa sido v¨ªctima de trata.
Al llegar a Gujarat, los trabajadores de la ONG y Devi se enteraron de que Rashmi estaba casada. Un hombre, su autoproclamado suegro, insist¨ªa en que hab¨ªa pagado cerca de 4.000 d¨®lares para ¡°comprar¡± a la adolescente. Rashmi no pudo marcharse hasta que la polic¨ªa intervino y amenaz¨® con denunciarlo por un delito de matrimonio infantil, ya que no es legal que las menores de 18 a?os se casen.
Mi madre lloraba todas las tardes al volver del campo. Ten¨ªa que alimentarnos a todos los ni?os, sin obtener apenas ingresos de nuestras tierrasRashmi, v¨ªctima de trata
Tras ser rescatada, Rashmi revel¨® que se hab¨ªa enterado de una oportunidad para trabajar en Gujarat como alba?il, pero sab¨ªa que su madre nunca le permitir¨ªa irse all¨ª durante un periodo prolongado de tiempo, as¨ª que huy¨®. Tambi¨¦n confes¨® sus motivos para buscar oportunidades tan lejos: ¡°Mi madre lloraba todas las tardes al volver del campo. Ten¨ªa que alimentarnos a todos los ni?os, sin obtener apenas ingresos de nuestras tierras. Yo quer¨ªa aprender corte y confecci¨®n, pero ni siquiera ten¨ªamos dinero para comprar una m¨¢quina de coser. As¨ª que un d¨ªa, impotente, decid¨ª coger un autob¨²s a Gujarat¡±, relat¨®. Al llegar, el contratista que le hab¨ªa prometido un trabajo la vendi¨® a un hombre que la cas¨® con su hijo.
Migraci¨®n forzosa
Madhya Pradesh tiene la mayor poblaci¨®n tribal (como la India califica a los ind¨ªgenas) del pa¨ªs, con m¨¢s de 16 millones de habitantes tribales (m¨¢s del 21% de la poblaci¨®n del Estado). Los distritos occidentales, en gran parte de los cuales predomina la poblaci¨®n ind¨ªgena, comparten frontera con tres Estados: Gujarat, Rajast¨¢n y Maharashtra. Cada pocos meses, se produce una emigraci¨®n masiva de trabajadores de distritos tribales de Madhya Pradesh a estos Estados, como hizo Rashmi.
Los expertos afirman que es imposible abordar el problema de las desaparecidas sin tener en cuenta el cambio clim¨¢tico. ¡°Las preguntas que debemos hacernos es por qu¨¦ estas personas tienen que desplazarse masivamente para buscar trabajo y por qu¨¦ tienen que emprender viajes tan largos y posiblemente arriesgados¡±, se?ala Nitesh Alawa, activista de la organizaci¨®n por los derechos ind¨ªgenas Jai Adivasi Yuva Shakti.
Aunque el Gobierno d¨¦ nuevas tierras a esta gente, es posible que no sean igual de f¨¦rtiles o que no basten para mantener a familias enterasNitesh Alawa, activista de Jai Adivasi Yuva Shakti
En las ¨²ltimas d¨¦cadas, Madhya Pradesh ha sido testigo de frecuentes inundaciones y de largas temporadas sin lluvia. Aunque el cambio clim¨¢tico es un fen¨®meno mundial, los m¨¢s vulnerables son aquellos que dependen directamente de la tierra para su subsistencia.
¡°Los pueblos cerca del r¨ªo Narmada [el mayor del Estado de Madhya Pradesh] se inundan con frecuencia¡±, afirma Alawa. ¡°Aunque el Gobierno d¨¦ nuevas tierras a esta gente, es posible que no sean igual de f¨¦rtiles o que no basten para mantener a familias enteras. La verdadera tragedia es que las tribus nativas hoy tienen que luchar por mantenerse. La tierra se ha corrompido, ya no es suficiente para mantenerlos¡±. En septiembre de 2019, m¨¢s de 175 pueblos situados junto al r¨ªo Narmada quedaron sumergidos despu¨¦s de que la presa de Sardar Sarovar alcanzara su capacidad m¨¢xima.
Emigrar a otros Estados para siempre, y no solo durante unos meses, tampoco es una opci¨®n viable. ¡°Pedir a los ind¨ªgenas que renuncien a sus campos no es justo. Aunque sea una parcela peque?a y no sea f¨¦rtil durante todo el a?o, sigue siendo su tierra. Por eso tienen que ir de un Estado a otro, consiguen peque?os trabajos, y vuelven¡±, explica Radiya Padiyar, activista por los derechos de los ni?os
Mercados de trabajo precario
El impacto del cambio clim¨¢tico en la vida de las mujeres tambi¨¦n se manifiesta en un lugar que se ha vuelto muy normal en el cintur¨®n tribal de Madhya Pradesh: los mercados de trabajo. Poco despu¨¦s del amanecer, mujeres y ni?as, a veces de solo 13 a?os, hacen cola esperando a que lleguen hombres montados en bicicletas o motos y les ofrezcan alg¨²n empleo temporal. Estos negocian brevemente la tarifa, que suele rondar los dos d¨®lares (1,80 euros) al d¨ªa.
Una de las chicas en la cola es Dhani, de 16 a?os, que cuenta que es la tercera vez que acude al mercado. ¡°Consegu¨ª dos encargos antes que este. Ambos eran para trabajos con cemento. Me pagaban poco m¨¢s de dos d¨®lares al d¨ªa, que no es mucho, pero es algo¡±, detalla. Todas las mujeres se?alan la incapacidad de sus familias para mantenerlas con lo que producen sus tierras.
En la breve y concisa conversaci¨®n entre los empleadores y las temporeras no se habla de las condiciones laborales, ni se comprueba de d¨®nde proceden los hombres. Acto seguido, ellas se montan en las motoscon los hombres y son transportadas al lugar de trabajo.
Harsing, activista ind¨ªgena, califica los mercados de trabajo como algo parecido a una subasta. ¡°?Qu¨¦ otra cosa si no? Nuestras hijas se ven obligadas a subastarse en las calles. As¨ª de grave es la situaci¨®n. Al acceder a trabajar para cualquiera que les ofrezca algo de dinero, es probable que corran peligro¡±, afirma Harsing. ¡°Incluso si consiguen volver, es un proceso traumatizante y humillante que afecta a su sentido del ser y a su confianza en s¨ª mismas¡±, a?ade.
El peso familiar del estigma
Aunque a Rashmi la encontraron y pudo volver a casa, muchas j¨®venes nunca lo hacen. Sakari lleva desaparecida cuatro a?os, desde que ten¨ªa 25. Su familia dice que se fue de su pueblo, Haraswat, a Ahmedabad, a m¨¢s de 200 kil¨®metros, en busca de empleo, como era habitual en el pueblo. La familia no volvi¨® a saber de ella. ¡°Segu¨ªamos esperando que volviera alg¨²n d¨ªa, pero nunca lo hizo. Y ahora no creemos que lo haga¡±, admite Hera, su t¨ªo. Los casos de desaparecidas est¨¢n muy estigmatizados, por lo que la mayor¨ªa de las familias no hablan de ellos p¨²blicamente ni presentan denuncias ante la polic¨ªa. ¡°Al principio, no quer¨ªamos que la gente del pueblo se enterara de que hab¨ªa desaparecido¡±, a?ade Hera, que, a?os despu¨¦s, sigue llevando una foto de su sobrina en el tel¨¦fono, por si alguna vez se cruza con alguien que pudiera conocer su paradero. ¡°Las familias cuyas hijas desaparecen son vistas con recelo. Ahora, todo el mundo se ha dado cuenta de que ha desaparecido, y nos tratan de forma diferente¡±.
En otros casos, las familias de las desaparecidas son acusadas de tener hijas de ¡°car¨¢cter disoluto¡± que se han fugado con un chico.
¡°A las familias les inquieta hablar de las desaparecidas¡±, se?ala Rem Singh Dodwa, presidente del Comit¨¦ de Bienestar Infantil (CWC, por sus siglas en ingl¨¦s) de Alirajpur, en Madhya Pradesh. ¡°La mayor¨ªa de la gente de su entorno lo convierte en una cuesti¨®n de personalidad y no aborda la ra¨ªz del asunto: que a menudo se trata de chicas que huyen para escapar de determinadas situaciones, como que las tierras no dan lo suficiente para alimentarlas¡±.
El impacto mental
Ruma Bhattacharya, psiquiatra y miembro del consejo de la Sociedad India de Psiquiatr¨ªa, apunta: ¡°El cambio clim¨¢tico afecta a todos los ¨¢mbitos de la vida. Pero para las tribus y los agricultores, cuyo sustento depende de un peque?o trozo de tierra, el impacto es grav¨ªsimo¡±.
La joven Rashmi cont¨® que, tras tener que casarse a la fuerza, la obligaban a levantar material de construcci¨®n pesado, como cemento y piedras, y la rega?aban si no pod¨ªa hacerlo. Pero su madre, Devi, est¨¢ convencida de que ocurr¨ªan m¨¢s cosas. Hace dos a?os que la chica regres¨® a casa, pero sigue sin hablar de lo que pas¨®. ¡°He intentado preguntarle. Pero cambia de tema o sale de la habitaci¨®n cada vez que intento indagar. As¨ª que ya no la molesto. Estoy preocupada por ella y por lo que este incidente le ha hecho¡±, confiesa.
He intentado preguntarle qu¨¦ le hicieron. Pero cambia de tema o sale de la habitaci¨®n cada vez que intento indagarDevi, madre de Reshmi (v¨ªctima de trata)
¡°Est¨¢ claro que la mayor¨ªa de las ni?as rescatadas han sufrido traumas graves¡±, se lamenta Manisha Bagole, de la ONG ChildLine, que particip¨® en la misi¨®n que rescat¨® a Rashmi. ¡°Necesitamos expertos que las traten y asesoren. Esos mecanismos no existen en los pueblos y ciudades peque?as, donde este problema es m¨¢s frecuente¡±. La falta de estos mecanismos hace que las rescatadas nunca reciban un asesoramiento adecuado. ¡°Tenemos revisiones f¨ªsicas obligatorias para estas ni?as. Desgraciadamente, el asesoramiento y la terapia de salud mental no forman parte de esas revisiones m¨¦dicas. Esto tiene que cambiar¡±, a?ade Bagole.
¡°Cuando una ni?a huye para escapar de una sequ¨ªa u otros problemas econ¨®micos causados por el cambio clim¨¢tico, y al final la encuentran, tarda a?os en recuperarse realmente de ese trauma¡±, subraya la psiquiatra Bhattacharya, que reside en Bhopal, capital de Madhya Pradesh. ¡°El s¨ªntoma m¨¢s destacado es la dificultad para adaptarse, junto con depresi¨®n a largo plazo, insomnio, pesadillas, as¨ª como un Trastorno de Estr¨¦s Postraum¨¢tico. Huyen pensando que se dirigen a un lugar m¨¢s prometedor, pero a menudo deben afrontar grandes adversidades. Cuando regresan, tienen que adaptarse a una vida con la que no estaban contentas desde un principio¡±, remacha.
Dodwa, del Comit¨¦ de Bienestar Infantil, a?ade que la salud mental de las familias tambi¨¦n se ve enormemente afectada. ¡°Conozco a madres que quieren suicidarse cuando su hija lleva desaparecida muchos meses. Lo peor es que se trata en su mayor¨ªa de familias pobres, que tienen que seguir trabajando y viviendo al d¨ªa mientras las buscan. En las zonas rurales no hay terapeutas. A menudo, adem¨¢s de hacer mi trabajo, tengo que hacer las veces de psic¨®logo y de hermano mayor que las gu¨ªa¡±, explica.
La hija de Baholi y Gina, Ila, de 16 a?os, desapareci¨® en junio de 2023 del pueblo de Ghata. La pareja pas¨® meses escuchando rumores de que se hab¨ªa escapado con un joven de un pueblo vecino. Ahora son conscientes de otro hecho muy cruel: no pueden permitirse dedicar demasiado tiempo a buscar a Ila. ¡°Pronto tendr¨¦ que ir a Gujarat [una gran ciudad a m¨¢s de 1.100 kil¨®metros] a buscar trabajo, no puedo retrasarlo m¨¢s. Tengo otros cuatro hijos que alimentar¡±, concluye Baholi. ¡°Cuando hayamos cosechado todo despu¨¦s del monz¨®n, no quedar¨¢ nada que hacer aqu¨ª. Los campos no van a producir lo suficiente para alimentar a mi familia. Y una vez que me vaya, nadie m¨¢s est¨¢ preparado para seguir con este caso. As¨ª que no s¨¦ qu¨¦ pasar¨¢ despu¨¦s¡±.
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