La fertilidad de las africanas en las urbes, en el punto de mira

Durante varias d¨¦cadas, y ante el acelerado crecimiento urbano que est¨¢ experimentando ?frica, muchas pol¨ªticas de desarrollo se centraron en frenar el ¨¦xodo rural hacia las ciudades. Este enfoque se basaba en la concepci¨®n err¨®nea de que las causas que llevaron Europa a la urbanizaci¨®n se estaban repitiendo en ?frica. Pero esto era imposible sin una revoluci¨®n industrial que generara un efecto llamada a posible mano de obra.

As¨ª, las pol¨ªticas encaminadas a mitigar el crecimiento urbano se dirigieron hacia el ¨¢mbito rural y fracasaron estrepitosamente. Hoy, ?frica es el continente con el proceso de urbanizaci¨®n m¨¢s acelerado del planeta y mientras las proyecciones apuntan a que las ¨¢reas urbanas habr¨¢n duplicado su n¨²mero de habitantes para 2050, la mayor¨ªa de sus residentes pueblan barrios empobrecidos sin servicios adecuados.

No en vano, dem¨®grafos como Sean Fox ya advirtieron del error de c¨¢lculo a la hora de atenuar dicho aumento poblacional, explicando que la principal causa en la mayor parte del continente viene del aumento natural de la poblaci¨®n en las ciudades. Menor tasa de mortalidad y mayor esperanza de vida son los principales impulsores del crecimiento demogr¨¢fico. Ahora, y mientras las estad¨ªsticas muestran que las mujeres africanas tienen un promedio de cinco hijos, la fertilidad y los ¨ªndices de natalidad estar¨ªan en el punto de mira de los legisladores, conscientes de que la poblaci¨®n femenina de las metr¨®polis son un factor clave para el desarrollo del continente

Menor tasa de mortalidad y mayor esperanza de vida son los principales impulsores del crecimiento demogr¨¢fico

Para comprender c¨®mo est¨¢ evolucionando la fertilidad en el ?frica urbana, el dem¨®grafo belga Bruno Schoumaker y el economista David Antonio S¨¢nchez-P¨¢ez han analizado datos de 37 pa¨ªses africanos desde el a?o 2005. En sus observaciones han encontrado una gran variabilidad: mientras las madres tienen una media de cinco hijos en ciudades como Niamey (N¨ªger); entre cuatro y cinco en otras como Harare (Zimbabue); poco menos de cuatro en megaurbes como Lagos (Nigeria), y alrededor de tres en Accra (Ghana) o Nairobi (Kenia); en Ad¨ªs Abeba (Etiop¨ªa) cada una tiene un promedio de dos hijos. Son datos dispares que no solo responden a factores culturales, sino tambi¨¦n a aspectos socioecon¨®micos y estructurales de cada pa¨ªs.

M¨¢s all¨¢ de que cada madre pueda decidir libremente cu¨¢ntos hijos quiere tener, Schoumaker y S¨¢nchez-P¨¢ez creen que a¨²n queda una gran labor de los gobiernos locales a la hora de distribuir recursos suficientes para facilitar el acceso a los anticonceptivos de parejas que residen en los barrios urbanos de ?frica, lo cual contribuir¨ªa enormemente a evitar embarazos no deseados.

Los expertos subrayan la necesidad de invertir de forma urgente en programas de planificaci¨®n familiar y salud reproductiva para frenar la ¡°bomba demogr¨¢fica¡± urbana en el continente. Adem¨¢s, se ha demostrado que incidir en mejorar los niveles de educaci¨®n de las mujeres, invertir en medios de comunicaci¨®n que informen sobre asuntos de salud reproductiva y la mejora de su estatus socioecon¨®mico tiene un impacto directo en el uso de anticonceptivos modernos entre las sociedades africanas.