Y al final, Soria tir¨® la toalla

Y al final, Jos¨¦ Manuel Soria (Las Palmas de Gran Canaria, enero de 1958) tir¨® la toalla¡­ Para Mariano Rajoy, el ya exministro era uno de los preferidos. Desde el momento que supo que ten¨ªa que formar Gobierno, cuando gan¨® por mayor¨ªa absoluta las elecciones de 2011, ten¨ªa claro que le traer¨ªa a Madrid desde Canarias, donde estaba harto de ser el m¨¢s votado en las auton¨®micas y no poder gobernar. Y as¨ª form¨® parte del tr¨ªpode de ministros econ¨®micos junto a Luis de Guindos, que se qued¨® con Econom¨ªa, y Crist¨®bal Montoro, al que le toc¨® Hacienda. Para ¨¦l correspond¨ªa la triple cartera de Industria, Energ¨ªa y Turismo, que bien mirado es cu¨¢druple ya que tambi¨¦n incorpora telecomunicaci¨®n.

Con esas cuatro carteras en una ha transitado Soria por la legislatura, cambiando de gorra: ora la industria automovil¨ªstica, ora la reforma el¨¦ctrica, ora las cifras r¨¦cord de turismo, ora las nuevas licencias de televisi¨®n. Aunque su gesti¨®n al frente del poli¨¦drico departamento arroja luces y sombras, satisfizo al presidente, y su nombre se postulaba como futuro ministro de Econom¨ªa en un hipot¨¦tico nuevo Gobierno del PP tras las pasadas elecciones si Guindos (como parec¨ªa) renunciase a seguir, que nunca se sabe.

No era f¨¢cil el manejo de este Ministerio en una etapa de profunda crisis. Tampoco encontraba un acomodo que le complaciera, a juzgar por los cambios de responsable de comunicaci¨®n (cuatro veces en cuatro a?os) y alg¨²n que otro abandono sobre la marcha, lo que no aporta una imagen de estabilidad, precisamente. Pero, al margen de la evoluci¨®n del turismo (la principal industria nacional) siempre positiva, sin duda su principal labor se ha quedado en la reforma el¨¦ctrica para atajar el creciente d¨¦ficit de tarifa que se acerc¨® a los 30.000 millones de euros.

Logr¨®, despu¨¦s de relevar al secretario de Estado de la Energ¨ªa, Fernando Mart¨ª, con el que no se sinti¨® a gusto, por Alberto Nadal, frenar la sangr¨ªa y cambiar el viejo sistema de subastas trimestrales por otro centrado en la tarifa horaria. En todo caso, le har¨¢ quedar como el azote de las energ¨ªas renovables, que sufrieron un recorte radical de las primas que recib¨ªan con el anterior sistema, iniciado precisamente en el anterior Gobierno del PP de Aznar a principios de los 2000 y potenciado por el socialista de Zapatero. La industria renovable considera que penaliz¨® a estas energ¨ªas para no perjudicar a las compa?¨ªas el¨¦ctricas. Como consecuencia, ha acumulado varias decenas de pleitos de inversores extranjeros ante la corte internacional de arbitraje.

Ministro viajero y activo, se movi¨® con celeridad en el conflicto que tuvo Repsol YPF (todav¨ªa se llamaba as¨ª) con el Gobierno argentino de Cristina Fernandez de Kichner, cuando este expropi¨® YPF. Soria se traslad¨® a Buenos Aires en el primer avi¨®n de que dispuso para negociar, aunque no pudiera evitar la operaci¨®n. Asimismo, se traslad¨® a Shanghai para inaugurar la planta de Cepsa en la ciudad china.

El posterior apoyo a las prospecciones de Repsol en aguas canarias le gener¨® un conflicto de gran repercusi¨®n en su tierra, por donde se distribuyeron carteles con su cara y una diana. En este campo, tambi¨¦n ha defendido el 'fracking' y propici¨® la normativa que prima a los ayuntamientos que apoyan estas exploraciones, pero se encontr¨® con la oposici¨®n de muchos barones regionales del PP, que lo prohibieron en sus territorios.

Aunque su gesti¨®n al frente del poli¨¦drico departamento arroja luces y sombras, satisfizo al presidente

En el campo de las telecomunicaciones, puso en marcha la nueva ley general, que ha mejorado tanto los derechos de los usuarios como las facilidades para que los operadores desplieguen sus redes fijas y m¨®viles. Dentro de esto, el punto negro es que no ha conseguido que se estreche la brecha digital entre las poblaciones grandes y el mundo rural, en el que m¨¢s de un mill¨®n de habitantes no tiene conexi¨®n de Internet a m¨¢s de 10 megas. Tanto en este segmento como en energ¨ªa, su ministerio ha tenido enfrentamientos continuos con la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), muchos de los cuales siguen vivos.

Hijo del empresario exportador de frutas Manuel Soria Segovia, se hizo t¨¦cnico comercial del Estado tras licenciarse en Econ¨®micas y mejor¨® sus conocimientos en el extranjero. De vuelta a Espa?a trabaj¨® en el Ministerio de Econom¨ªa en la etapa de Carlos Solchaga. Seguramente en esa etapa se percat¨® que hab¨ªa nacido para ser pol¨ªtico y en 1999 se afili¨® al PP. Soria es (o era) un buen parlamentario, siempre con el cuchillo afilado para atacar o responder cualquier ataque. Disfrutaba, sobre todo cuando acud¨ªa al Parlamento y encontraba carnaza para hincar el colmillo. No obstante, supo mantener buenas relaciones con la oposici¨®n. Todo eso lo va a echar en falta.

Su carrera se centr¨® en Canarias, donde fue ascendiendo en el partido, hasta llegar a presidirlo. En esa ¨¦poca llevaba bigote, lo que le daba un enorme parecido a Aznar, aunque una palma m¨¢s alto. Fue presidente del Cabildo de Gran Canaria, alcalde de Las Palmas y vicepresidente de la comunidad, adem¨¢s de consejero de Econom¨ªa y Hacienda. En este ¨²ltimo cargo comparti¨® Gobierno con Paulino Rivero (Coalici¨®n Canaria) de presidente, con el que no mantuvo precisamente buenas relaciones. En paralelo, manten¨ªa un serio enfrentamiento en el seno del PP canario con Domingo Gonz¨¢lez Arroyo, presidente del PP de Fuerteventura, que ser¨ªa suspendido de militancia tras poner una moci¨®n de censura al alcalde de La Oliva de CC, con la que manten¨ªa un pacto.

Soria ha tenido varios casos judiciales (corrupci¨®n urban¨ªstica en Las Palmas cuando era alcalde; el caso Eolo, que le cost¨® a su hermano Luis, que era consejero de Industria, ocupaba la carrera pol¨ªtica; el caso del chalet y caso Salm¨®n) que fueron archivados o no tuvieron demasiada repercusi¨®n pol¨ªtica, pero que dejaron un reguero de sospechas de malas pr¨¢cticas de Soria en Canarias.