Pacientes y sanitarios aplauden las donaciones de Amancio Ortega
La Federaci¨®n en Defensa de la Sanidad P¨²blica critica que condiciona la organizaci¨®n del sistema
Los 320 millones de euros que ha previsto donar la Fundaci¨®n Amancio Ortega a la sanidad p¨²blica para que renueve equipamientos contra el c¨¢ncer como mam¨®grafos y aceleradores son un hito del mecenazgo en Espa?a. Entre los profesionales, a estas m¨¢quinas las llaman los ¡°zaratrones¡±, por Zara, la cadena de tiendas en la que se basa la fortuna del magnate. Son una esperanza para todo el sector, como manifest¨® ayer Ra¨²l Matute, del centro privado contra el c¨¢ncer Imoncology, en una jornada sobre tumores cerebrales.
Pero no todos est¨¢n de acuerdo con esta ayuda. Las diversas delegaciones territoriales de la Federaci¨®n de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad P¨²blica (FADSP) creen que las comunidades deber¨ªan rechazar este dinero. ¡°Lo que tienen que hacer es recabar fuentes de financiaci¨®n p¨²blica a partir de los Presupuestos del Estado¡±, afirma Manuel Mart¨ªn, presidente de este grupo de profesionales sanitarios con m¨¢s de 30 a?os de existencia. ¡°Somos una asociaci¨®n de profesionales, neutrales en lo partidario, pero no ideol¨®gicamente. Nos situamos en el espectro progresista¡±, se define.
Hay dos razones fundamentales en este rechazo. ¡°La donaci¨®n es finalista y genera desigualdad. Tenemos un modelo redistributivo que funciona basado en la solidaridad y la Administraci¨®n debe decidir en qu¨¦ se emplea el dinero sin interferencias¡±, opina Mart¨ªn.
Pero, adem¨¢s, esgrime otro argumento: ¡°Lo que tienen que hacer las empresas y los mecenas es pagar m¨¢s impuestos para que estos vayan a la sanidad¡±, afirma Mart¨ªn. Y cuestiona el modelo fil¨¢ntropico como una ayuda al sostenimiento del sistema. ¡°Eso pasa en Estados Unidos y ya vemos la sanidad que tiene. Ah¨ª las empresas que donan luego lo utilizan para hacerse propaganda¡±.
La Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa Radioter¨¢pica (SEOR) no quiere entrar a debatir, pero hay algo que tiene muy claro: ¡°Estamos encantad¨ªsimos con las donaciones¡±, afirma Pedro Lara, su presidente. Este grupo de especialistas lleva tiempo denunciando la obsolescencia de los equipos que hay en Espa?a y ven en este anuncio la oportunidad de solucionarlo. Esta sociedad cuantific¨® hace un a?o el dinero que hac¨ªa falta para actualizar los equipos de radioterapia (unos de los que entran entre los subvencionados): 280 millones. Con ello se evitar¨ªa que haya pacientes sin recibir el tratamiento adecuado, reduciendo los efectos adversos de la radioterapia, porque con los nuevos aparatos se puede regular mucho mejor la intensidad y el foco donde se irradia.
Las autonom¨ªas deciden el destino de los fondos
Tanto los portavoces de la Fundaci¨®n Amancio Ortega como los de las consejer¨ªas de Baleares (PSOE y M¨¦s, con apoyo de Podemos), Valencia (PSOE, Comprom¨ªs y apoyo de Podemos) y Madrid (PP) coinciden en c¨®mo se dan las subvenciones.
Primero, la fundaci¨®n se pone en contacto con las comunidades y les ofrece ayudarles con sus planes oncol¨®gicos. ¡°Nos dijeron muy poco. Solo nos dieron unos protocolos de qu¨¦ pod¨ªamos pedir, que ten¨ªan que ser equipamientos para el c¨¢ncer, tanto de diagn¨®stico como de prevenci¨®n o tratamiento¡±, dice una portavoz de Baleares. ¡°Nos reunimos con los jefes de servicio e hicimos una propuesta en funci¨®n de lo que ten¨ªamos previsto¡±, a?ade el de Valencia. ¡°Ellos lo aceptaron¡±.
La fundaci¨®n explica: ¡°Las comunidades tienen planes contra el c¨¢ncer. Pero si prev¨¦n actualizar los equipos en cinco a?os, nosotros les ayudamos para que lo hagan en dos¡±.
Lara lo resume as¨ª: ¡°Nos ha salvado por la campana. Resuelve una situaci¨®n cr¨ªtica con el 30% de los aceleradores obsoletos y un tercio menos de los necesarios¡±. ¡°Eso no quiere decir que no haya nada m¨¢s que hacer, pero claramente es un dinero que se debe aceptar. Para los m¨¦dicos nuestra prioridad son los pacientes y ellos lo que quieren es que les tratemos de la mejor manera posible. ?T¨² crees que a ellos les importa de d¨®nde venga el dinero?¡±, concluye.
la pregunta es recogida por las asociaciones de afectados y Bego?a Barrag¨¢n, presidenta del Grupo Espa?ol de Pacientes con C¨¢ncer (Gepac), es tajante: ¡°Tiene que haber mecenas. Hay tantas carencias que bienvenidos sean. En Espa?a le sacamos punta a todo. Ortega pod¨ªa haber elegido no hacer la donaci¨®n. Si nos encontramos un regalito, no podemos decir que no¡±.
Otra gran organizaci¨®n, la Asociaci¨®n Espa?ola contra el C¨¢ncer (AECC), tambi¨¦n da la bienvenida a los fondos, aunque con dos requisitos: que haya transparencia en la concesi¨®n y que se asegure una continuidad, porque estos equipos son muy caros (unos tres millones los aceleradores) y no tendr¨ªa sentido que estuvieran apagados por no poder pagar el mantenimiento, indic¨® una portavoz.
Alfredo Carrato, jefe de Oncolog¨ªa del hospital Ram¨®n y Cajal de Madrid y expresidente de la Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa M¨¦dica, antes de que surgiera este debate, ya lo ten¨ªa claro: ¡°La sostenibilidad de la sanidad pasa por la financiaci¨®n y el mecenazgo¡±, declar¨® en abril a EL PA?S.
La Fundaci¨®n Amancio Ortega, por su parte, no quiere debatir con la asociaci¨®n. ¡°Ya hemos firmado con 14 comunidades y el Ingesa [el organismo que gestiona la sanidad de Ceuta y Melilla]¡±, afirma un portavoz de la fundaci¨®n, ¡°y en ninguna ha habido la menor reticencia¡±. La organizaci¨®n niega que hubiera otros intereses, ni siquiera una situaci¨®n personal que les llevara a decantarse por atender el c¨¢ncer. ¡°Con los 200.000 diagn¨®sticos anuales, se ajusta perfectamente a los principios de la entidad: buscar acciones pr¨¢cticas, que den resultados a corto plazo y cuyo beneficio alcance al mayor n¨²mero de personas posible¡±, dice el portavoz. ¡°Con las ¨²ltimas restricciones presupuestarias se hab¨ªan reducido las inversiones casi a cero y hab¨ªa mucho retraso en la renovaci¨®n de equipos. Pero la tecnolog¨ªa estaba ah¨ª, con el ¨²nico problema de su coste, que es donde actuamos¡±.
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