Aquel d¨ªa en el que ETA perdi¨® la calle
La rebeli¨®n c¨ªvica que gener¨® el asesinato de Miguel ?ngel Blanco es uno de los hitos del final del terrorismo
¡°La tarde del 10 de julio de 1997, cuando regresaba de realizar una gesti¨®n en Mondrag¨®n (Gipuzkoa), me anunciaron que ETA hab¨ªa secuestrado a un joven concejal de nuestro Ayuntamiento: Miguel ?ngel Blanco. A mis acompa?antes les dije: ¡®?A ETA no le va a salir gratis!¡¯ Inmediatamente convoqu¨¦ un pleno y llam¨¦ a la polic¨ªa municipal para que anunciara, meg¨¢fono en mano, una manifestaci¨®n para las ocho¡±. Quien as¨ª habla es Carlos Totorika, alcalde socialista de Ermua (Bizkaia) desde 1991, la localidad del joven edil del PP que a las 15.30 de aquel d¨ªa hab¨ªa sido secuestrado en el apeadero del tren por un comando de ETA.
La manifestaci¨®n fue espectacular. Miles de personas abarrotaron Ermua, una localidad de 17.000 habitantes, exigiendo a ETA la libertad de Blanco. La noche siguiente hubo una vigilia con participaci¨®n de miles de personas. Totorika se tom¨® el secuestro de Blanco como un pulso de ETA y crey¨® que Ermua lo aguantar¨ªa. ¡°Sab¨ªa que la respuesta iba a ser potente porque hab¨ªa mucho hartazgo. Las convocatorias de Gesto por la Paz eran muy concurridas. Hubo respuestas contundentes al asesinato de Francisco Tom¨¢s y Valiente y a los secuestros de [los empresarios] Julio Iglesias Zamora y Jos¨¦ Mar¨ªa Aldaya y del funcionario de prisiones Jos¨¦ Antonio Ortega Lara. A Batasuna le hab¨ªamos quitado la calle. Un d¨ªa aparecieron dianas con nombres de vecinos. Convoqu¨¦ un pleno en un cine para que participara la gente. Pusimos a los concejales de Batasuna a la defensiva. En Ermua primaba el respeto a la vida y los derechos humanos sobre el etnicismo patri¨®tico. Se viv¨ªa la pluralidad¡±.
Mientras Ermua se movilizaba, el lehendakari Ardanza convocaba a todos los partidos democr¨¢ticos vascos reunidos en el Pacto de Ajuria Enea. Jos¨¦ Luis Zubizarreta, asesor del lehendakari, recuerda: ¡°ETA condicionaba la liberaci¨®n de Blanco al acercamiento de todos sus presos a c¨¢rceles vascas en 48 horas. El Pacto de Ajuria Enea le replic¨® que liberara a Blanco porque sus condiciones eran imposibles de cumplir y convoc¨® una manifestaci¨®n en Bilbao para el s¨¢bado al mediod¨ªa, pocas horas antes de que expirara el plazo¡±.
Ardanza acudi¨® a Ermua para apoyar a la familia Blanco, asistida por el Ayuntamiento. ¡°Cedimos a la familia dependencias municipales para que estuvieran juntos y atendieran a sus visitas. Tuvieron un enorme apoyo. Se mont¨® una red solidaria para atender y abastecer a tantos visitantes que acudieron a Ermua. Hab¨ªa mucha emoci¨®n¡±, recuerda Totorika.
La manifestaci¨®n de Bilbao del 12 de julio fue la mayor de la historia contra ETA. ¡°Acudi¨® mucha gente que nunca se hab¨ªa manifestado para contribuir a salvar a Miguel ?ngel, un joven de familia humilde con el que se identificaba. Los medios de comunicaci¨®n difundieron aquella emoci¨®n durante 48 horas y la gente se sinti¨® protagonista¡±, se?ala Jos¨¦ Mar¨ªa Calleja, activista de los movimientos sociales de la ¨¦poca.
Por ello, cuando dos horas despu¨¦s aparece Blanco herido mortalmente en Lasarte (Gipuzkoa), se desat¨® una ola de indignaci¨®n. En Ermua su alcalde lo anunci¨® en el balc¨®n del Ayuntamiento, acompa?ado de la familia Blanco. La emoci¨®n se desbord¨®. Millares de personas se manifestaron al grito de ¡°?asesinos!¡±. Al regreso, un grupo incendi¨® la sede de Batasuna y Totorika lo apag¨® extintor en mano. ¡°Hab¨ªa bastante gente que pensaba que, tras las manifestaciones, ETA lo liberar¨ªa, pero comprob¨® su infinita crueldad y la indignaci¨®n se sobrepuso al miedo. Mucha gente se manifest¨® ante las sedes de Batasuna y los grupos especiales de la Ertzaintza se descubrieron el rostro. En Ermua numerosas mujeres se arrodillaron al grito: ¡°?ETA aqu¨ª tienes mi nuca!¡±. El levantamiento democr¨¢tico de los vascos contra ETA contagi¨® a toda Espa?a y naci¨® el lema ¡°vascos s¨ª, ETA no¡±, recuerda Calleja. Se multiplicaron las manifestaciones en Espa?a en apoyo a la rebeli¨®n c¨ªvica vasca.
A la defensiva
¡°ETA perdi¨® el pulso. El terrorismo pretende crear miedo y paralizar a la gente. Pero la indignaci¨®n super¨® al miedo. La gente se sent¨ªa segura al estar unida y apoyada institucionalmente¡±, se?ala Totorika. ¡°A partir de Ermua, los de Batasuna se colocaron a la defensiva y algunos agachaban la cabeza al vernos por la calle¡±, a?ade Calleja. La rebeli¨®n c¨ªvica repercuti¨® en Batasuna y uno de sus dirigentes, Patxi Zabaleta, conden¨® el asesinato y m¨¢s adelante encabez¨® la escisi¨®n de Aralar. Ex dirigentes de ETA encarcelados, como Joseba Urrusolo y Jos¨¦ Luis ?lvarez, Txelis, lo condenaron.
El ministro del Interior, Jaime Mayor, asegur¨® entonces que ¡°Ermua es para ETA lo que el proceso de Burgos fue para el franquismo, el anuncio de su deslegitimaci¨®n¡±. Algo similar dijo Txema Montero, ex dirigente de Batasuna: ¡°Con el asesinato de Blanco tuve la misma sensaci¨®n sobre ETA que la que tuve sobre el franquismo cuando Franco orden¨® los fusilamientos de 1975, que cavaban su propia tumba¡±.
ESPECIAL | MIGUEL ?NGEL BLANCO
Noticias, gr¨¢ficos, fotogaler¨ªas, an¨¢lisis¡ toda la informaci¨®n sobre el 20? aniversario de la muerte del concejal de Ermua.
Sin embargo, tras la rebeli¨®n c¨ªvica vasca, los responsables pol¨ªticos no estuvieron a la altura al romper la unidad antiterrorista. El presidente Aznar quiso capitalizar partidistamente la oleada antiterrorista y el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, firm¨® un pacto soberanista con Batasuna, asustada por la rebeli¨®n: el pacto de Lizarra. Fue un retroceso de varios a?os. Pese a ello, el impulso de la rebeli¨®n c¨ªvica ¡ªque gener¨® plataformas como el Foro de Ermua y Basta Ya¡ª propici¨® la Ley de V¨ªctimas, de 1999, y la de Partidos, de 2003. El PNV regres¨® a la unidad en 2003 con la llegada a su direcci¨®n del t¨¢ndem Imaz-Urkullu coincidiendo con la salida de Aznar de La Moncloa.
El lehendakari Ardanza reconoce el impacto de la rebeli¨®n c¨ªvica al se?alar que ¡°Ermua marc¨® un antes y un despu¨¦s en la sociedad vasca¡±. Totorika y Calleja lo precisan: ¡°En los a?os noventa, con las movilizaciones del lazo azul contra los secuestros de Iglesias Zamora y Aldaya, se empez¨® a visibilizar a las v¨ªctimas de ETA y a disputar la calle a Batasuna. Pero, tras la rebeli¨®n c¨ªvica de Ermua, se coloc¨® a las v¨ªctimas en el centro de la escena y Batasuna perdi¨® definitivamente la calle porque la gente se sacudi¨® el miedo; se respondi¨® a cada asesinato masivamente y pensamos que pod¨ªamos ganar a ETA, que empez¨® a caer cuesta abajo y sin frenos¡±.
La banda asesin¨® a¨²n a 67 personas m¨¢s hasta cesar definitivamente 15 a?os despu¨¦s. Uno de sus colectivos m¨¢s acosados fue el de los protagonistas de la rebeli¨®n c¨ªvica y dos de ellos fueron abatidos: Jos¨¦ Luis L¨®pez de Lacalle y Joseba Pagazaurtundua. Pero se le gan¨® a ETA y no cabe duda de que la rebeli¨®n ciudadana de Ermua fue uno de los hitos que propici¨® la derrota.
La decadencia de la banda
Los etarras autores del secuestro y asesinato de Miguel ?ngel Blanco fueron Javier Gonz¨¢lez Gaztelu, Txapote, Irantzu Gallastegi y Jos¨¦ Luis Geresta. Los dos primeros fueron detenidos tres a?os despu¨¦s del asesinato y cumplen condena de decenas de a?os. Est¨¢n en la "l¨ªnea dura". Geresta se suicid¨® en 1999.
El responsable pol¨ªtico fue Mikel Antza, detenido en 2004. Su detenci¨®n fue clave para la lucha antiterrorista porque, seg¨²n el jefe de Informaci¨®n de la Guardia Civil, Pablo Mart¨ªn Alonso, era responsable de la estrategia de "socializaci¨®n del sufrimiento" y ten¨ªa un potente arsenal. Est¨¢ encarcelado en Francia. Su sustituto, Javier L¨®pez Pe?a, Thierry, protagoniz¨® la decadencia definitiva de ETA y muri¨® en prisi¨®n en 2013.
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