Un porno cada vez m¨¢s violento, alimento de los adolescentes
Los j¨®venes aprenden sobre las relaciones sexuales a trav¨¦s de p¨¢ginas pornogr¨¢ficas
La mayor¨ªa de alumnos se inicia y conoce su sexualidad a trav¨¦s de la pornograf¨ªa. El sistema educativo espa?ol ha dejado todo el campo libre de la educaci¨®n afectivo-sexual al porno, que los adolescentes consumen con avidez dada su intensa curiosidad, alertan los expertos. La primera consecuencia es la distorsi¨®n que sufren muchos estudiantes cuando inician sus relaciones sexuales, con patrones de conducta basados m¨¢s y m¨¢s en contenidos de alto voltaje, trufados de violencia y sumisi¨®n de la mujer al hombre.
El mes pasado la palabra violadas fue tendencia en una de las p¨¢ginas webs porno m¨¢s visitadas en Espa?a. Con ese resultado en el buscador, aparecen v¨ªdeos ¡ªalgunas escenas recreadas y otras con apariencia real¡ª con hasta tres millones de visionados. Son v¨ªdeos subidos en p¨¢ginas cuyos administradores residen en EE UU y con servidores en Nueva Zelanda, para as¨ª dificultar el control de las autoridades.
Hace un a?o el v¨ªdeo porno m¨¢s visto en Espa?a (tercero en el mundo) lleg¨® a las 49 millones de visitas, seguido de otro con el t¨ªtulo Hermanastro se aprovecha de su hermana peque?a. ¡°La erotizaci¨®n y normalizaci¨®n de los abusos sexuales y las violaciones es escalofriantemente habitual. El placer sexual masculino en estos v¨ªdeos est¨¢ construido de manera que la excitaci¨®n y la satisfacci¨®n sexual son compatibles con el abuso. Para ello es necesario un proceso de cosificaci¨®n de la mujer¡±. M¨®nica Alario ha investigado para la Universidad Rey Juan Carlos la deriva del porno actual y c¨®mo los contenidos violentos ganan cada vez m¨¢s adeptos. ¡°Esta es la educaci¨®n sexual que est¨¢n recibiendo los ni?os y adolescentes, y la informaci¨®n que construye las fantas¨ªas de muchas personas adultas (¡) Las pr¨¢cticas est¨¢n centradas en el placer de ellos y muchas est¨¢n vinculadas al dolor o desagrado de ellas¡±, lamenta.
Cada vez m¨¢s ni?os y ni?as acceden a la pornograf¨ªa a trav¨¦s de sus tel¨¦fonos m¨®viles, ajenos al control de los padres. Las p¨¢ginas m¨¢s visitadas carecen de filtro alguno y estas ense?an a los j¨®venes c¨®mo deben ser las relaciones sexuales y en qu¨¦ debe consistir su placer sexual. ¡°El problema del porno es que erotiza el sometimiento de la mujer, que adquiere el estatus de excitable. Y si te educas con el porno, te excita ese sometimiento de la mujer¡±, reflexiona Laura Nu?o, directora del Observatorio de Igualdad en dicha universidad madrile?a.
La deriva del porno hacia la violencia es relativamente reciente, y ahora se graban escenas con mucha m¨¢s agresividad que hace d¨¦cadas. ¡°Antes el concepto de violencia exist¨ªa, pero con menos grado de verosimilitud¡±, ratifica Paco Gisbert, experto en cine X. Julio Rocco, director de producci¨®n en la productora espa?ola Actrices del Porno, subraya que la violencia es mucho m¨¢s expl¨ªcita en webs que desde EE UU dominan el mercado mundial. ¡°En Espa?a no puedes poner violadas como Tag (etiqueta) porque no s¨¦ siquiera si es legal, igual que la zoofilia¡±, destaca.
Sin embargo, la pornograf¨ªa no conlleva un peor escenario penal por mucho que condicione la educaci¨®n sexual de los j¨®venes. Es decir, la violencia sexual no ha aumentado porque se consuma m¨¢s porno. ¡°Las tasas de violencia sexual no aumentan, pero el consumo del porno s¨ª. Los estudios dicen que la pornograf¨ªa no es un factor de riesgo muy importante y gen¨¦rico de la agresi¨®n sexual, pero en algunos casos s¨ª, ya que el consumo cr¨®nico y compulsivo de algunos tipos de pornograf¨ªa puede ser un factor de riesgo muy destacado. Estos agresores piensan ¡®esto es lo que se hace y yo quiero esto, a¨²n sin consentimiento¡¯, y ah¨ª aparece la violencia sexual¡±, ilustra Antonio Andr¨¦s Pueyo, catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa de la Universidad de Barcelona y supervisor del Instituto de Psicolog¨ªa Forense.
El criterio comercial de estas p¨¢ginas webs es la dictadura del clic y la audiencia, por eso albergan v¨ªdeos con la etiqueta robado, que incluyen escenas de sexo grabadas con un tel¨¦fono que alguien ha sustra¨ªdo de su due?o y cuyo contenido sube a la red. El problema fundamental es claro: hasta que no se interpone denuncia, la polic¨ªa o la Guardia Civil no interviene para requerir a la web que retire esos v¨ªdeos. Estos dominios suelen acatar el requerimiento internacional para as¨ª evitar problemas con Interpol. Sin embargo, los v¨ªdeos pueden estar subidos meses y meses y acumular visitas, hasta que la v¨ªctima del delito contra el derecho a la intimidad descubre su imagen en un v¨ªdeo er¨®tico, subido sin su consentimiento.Estos contenidos incluyen las venganzas de exparejas, que vuelcan escenas breves donde se ven los cuerpos de las mujeres, para as¨ª da?ar su reputaci¨®n.
¡°Hemos tenido casos de dos a?os con el material subido hasta que no hubo sentencia¡±, revela Jorge Coronado, hacker ¨¦tico de la consultora Quantika 14 y asesor de mujeres v¨ªctimas de ciberacoso. Coronado propone como soluci¨®n un juzgado de guardia en cada regi¨®n con capacidad operativa para desactivar este tipo de contenidos de manera r¨¢pida a trav¨¦s de las Fuerzas de Seguridad, sin necesidad de esperar a los procelosos tiempos de un juzgado de instrucci¨®n. ¡°El problema es que la v¨ªctima no sabe que su imagen est¨¢ ah¨ª. Cualquier persona se lo descarga, lo multiplica y has perdido el control. Las medidas legales son muy lentas¡±, a?ade sobre la infinita capacidad viral de los v¨ªdeos porno en Internet.
Cuando una v¨ªctima ha denunciado el volcado de v¨ªdeos ¨ªntimos en los que aparece sin su consentimiento por una venganza o por sustracci¨®n del m¨®vil, la justicia solicita la retirada de dicho v¨ªdeo, pero la p¨¢gina web suele permanecer abierta y disponible para albergar el il¨ªcito penal. ¡°S¨ª se han cerrado webs, pero son casos extremos. Depende del tipo de v¨ªdeo y de pa¨ªs. EE UU est¨¢ participando ahora mucho m¨¢s¡±, ilustra el sargento Pedro Corrales, del EMUME (Equipo Mujer-Menor) central de la Guardia Civil.
Si el uso de las redes sociales se ha multiplicado en los ¨²ltimos a?os, en paralelo han crecido los delitos por ciberacoso y contra la intimidad y el derecho a la propia imagen. Algunos il¨ªcitos se han trasladado de la calle a la red. El extremo fueron dos perfiles de Twitter, Mueren pocas y Mueren pocas 25N, denunciados por colectivos feministas ante la Fiscal¨ªa de Delitos de Odio y Discriminaci¨®n. Cuando la Guardia Civil requiri¨® a Twitter que los retirara, la red social aleg¨® que estaba fuera de Espa?a y que le amparaba la libertad de expresi¨®n. Tiempo despu¨¦s, Twitter revis¨® su pol¨ªtica de privacidad y accedi¨® a desactivar ambos perfiles.
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