Macron y S¨¢nchez sellan su alianza migratoria en la UE

La Declaraci¨®n de Madrid sobre asuntos migratorios subraya que Espa?a y Francia comparten la misma visi¨®n y consideran que la cooperaci¨®n mutua y de toda la UE con los vecinos del sur "es un requisito sine qua non para construir un modelo migratorio basado en la solidaridad y el respeto a los derechos humanos". Luego, en ocho apartados, el texto recuerda las tesis ya consensuadas con el resto de pa¨ªses de Europa y en su parte final anuncia la intenci¨®n de Espa?a de promover con organizaciones internacionales especializadas "una reuni¨®n regional de los ministerios encargados de asuntos migratorios" de los pa¨ªses europeos con los del Sahel y ?frica occidental, con el prop¨®sito de analizar los nuevos flujos y explorar posibles iniciativas comunes.

Cuando apenas llevaba tres semanas en el cargo, el 24 de junio, Pedro S¨¢nchez (46 a?os) quiso estrenarse en su primera gira internacional con una visita m¨¢s que simb¨®lica a Emmanuel Macron (40 a?os) en el Palacio del El¨ªseo. Tras un paseo por aquellos jardines y un almuerzo de trabajo, ambos ofrecieron ante la prensa una imagen muy buscada con el prop¨®sito de difundir el mensaje de que estaban condenados a entenderse.

Macron anticip¨® en aquel encuentro a S¨¢nchez la idea que hab¨ªa abordado antes con la canciller alemana, Angela Merkel, sobre la necesidad de crear "centros cerrados" dentro de territorio europeo donde mantener a los inmigrantes hasta determinar c¨®mo y cu¨¢ntos se podr¨ªan repartir entre los pa¨ªses miembros de la UE sin provocar m¨¢s crisis pol¨ªticas internas. S¨¢nchez acept¨® aquella propuesta, a pesar de que en su Gobierno admit¨ªan que no le gustaba demasiado, para demostrar su voluntad de acuerdo y su predisposici¨®n a mantener estrechas relaciones con los pa¨ªses que forman el n¨²cleo duro de la UE.

Luego aquella propuesta de centros cerrados fue matizada, se abog¨® por trasladar esas plataformas de selecci¨®n de migrantes fuera de Europa y finalmente, tras un Consejo Europeo nada f¨¢cil, la UE constat¨® la necesidad de priorizar la b¨²squeda de pactos con los pa¨ªses de origen y tr¨¢nsito. Es la posici¨®n hist¨®rica que esgrime Espa?a desde que sufri¨® en 2006 la gran crisis de los cayucos en Canarias (llegaron 39.000 inmigrantes) y alcanz¨® acuerdos para conceder ayudas millonarias a Senegal y Mauritania.

Desv¨ªo de flujos

Un informe interno del Ministerio del Interior, revelado por EL PA?S, cuantific¨® las ayudas a esos dos pa¨ªses en 135 millones de euros. Las llegadas empezaron a frenarse y en 2013 solo alcanzaron las costas espa?olas desde Mauritania 72 personas, 13 en 2014, 40 en 2015 y cero en 2016 y 2017. La ¨²ltima idea lanzada desde la Comisi¨®n plantea dar a los Estados dispuestos a acoger a personas desembarcadas en cualquier punto de la UE un total de 6.000 euros por migrante.

Macron y S¨¢nchez abordaron ese plan en su cita de Madrid, que coincidi¨® con un repunte de los saltos de migrantes a la valla en Ceuta y de pateras en las costas de Andaluc¨ªa. En el Gobierno de S¨¢nchez no quieren achacar este aumento de los flujos temporales de emigraci¨®n a alg¨²n hipot¨¦tico problema diplom¨¢tico con Marruecos.

Es lo que Borrell define como un problema de la ley de la gravedad, es decir, que al cerrar Italia el tr¨¢nsito de inmigrantes por el Mediterr¨¢neo central, esos flujos se han desviado hacia el occidente y Marruecos.

El caso del barco Aquarius no es m¨¢s que una soluci¨®n puntual para S¨¢nchez. En el Gobierno espa?ol abogan por planteamientos m¨¢s ambiciosos y a largo plazo, con la vista puesta en los pr¨®ximos 20 o 30 a?os, y medidas como intentar frenar la explosi¨®n de la natalidad de algunos pa¨ªses del Sahel y, en general, de ?frica. Macron recogi¨® ese guante cuando S¨¢nchez se lo anticip¨® hace un mes en Par¨ªs, lo hizo suyo luego en el Consejo Europeo y lo ratific¨® con varios apretones de manos y fotograf¨ªas juntos ayer en La Moncloa.