El ¡®Open Arms¡¯ se dirige al auxilio del pesquero espa?ol con 12 migrantes a bordo

El buque de rescate Open Arms, que se encontraba atracado en un puerto de T¨²nez esperando a que amainase el temporal, ha puesto rumbo este jueves hacia el pesquero Nuestra Madre Loreto, que se encuentra desde hace una semana a 100 millas la costa libia con 12 migrantes a bordo, entre ellos dos menores de edad. Separados por m¨¢s de 20 horas de traves¨ªa, el encuentro no debe ocurrir hasta la ma?ana de este viernes. La operaci¨®n se ha puesto en marcha despu¨¦s de que uno de los migrantes, un joven palestino, se desmayase en varias ocasiones. Tras siete d¨ªas en alta mar capeando un fuerte temporal, los rescatados comienzan a mostrar s¨ªntomas de debilidad y deshidrataci¨®n. ¡°Nosotros no tenemos m¨¦dicos, necesitamos ayuda¡±, ha contado a este peri¨®dico Vicente Sampere, el segundo patr¨®n del pesquero.

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Antes del desvanecimiento del joven, parec¨ªa que todo acabar¨ªa este jueves. En la madrugada de ayer el barco recibi¨® un email de los guardacostas libios para coordinar la entrega de los migrantes. El capit¨¢n Pascual Dur¨¢ les sugiri¨® que fuese sobre las 20.00, pero los guardacostas, imposibilitados de salir por el mal tiempo, acabaron ofreciendo al pesquero dos puertos libios, Tr¨ªpoli o Al Khums. La sugerencia la reforz¨® en un comunicado la vicepresidenta Carmen Calvo, pero la tripulaci¨®n declin¨® la oferta. ¡°Lo prioritario es cuidar de la salud de estas personas. No podemos ir hasta el puerto¡±, han insistido a bordo del pesquero. El Open Arms cuenta con una doctora y una enfermera a bordo que realizar¨¢ un chequeo a los rescatados.

El Nuestra Madre Loreto se encuentra bloqueado en la zona de b¨²squeda y rescate libia desde el jueves a las 20 horas cuando presenci¨® un rescate frustrado por parte de una patrullera libia. El pesquero, que faenaba a unas 80 millas n¨¢uticas de la costa libia (cerca de 150 kil¨®metros), coincidi¨® con una embarcaci¨®n de goma que intentaba huir de los guardacostas libios. No se ha precisado el n¨²mero total de migrantes que viajaban en la barca, pero uno de los rescatados afirm¨® que iban 36, incluidas seis mujeres. Ante la llegada de los libios, tres de los migrantes treparon hasta la borda del pesquero, mientras que otros se lanzaron al agua. Tras recoger a una parte de los n¨¢ufragos, los guardacostas dieron media vuelta y dejaron atr¨¢s a los 12 que hoy est¨¢n en el pesquero.

Desde entonces el Gobierno de Espa?a intenta desatascar la situaci¨®n ante la negativa de Italia y Malta a abrir sus puertos a migrantes rescatados. El Ejecutivo espa?ol mantuvo desde el inicio que Libia, por ser el puerto m¨¢s cercano, ser¨ªa el m¨¢s seguro para desembarcar a los n¨¢ufragos. Esa interpretaci¨®n ha movilizado a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), a la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR), a Save the Children y a la Asociaci¨®n de Abogados Extranjeristas de Espa?a, entre otras, que han rechazado de pleno que Libia pueda considerarse un puerto seguro ante la cantidad de testimonios que han documentado las violaciones y torturas que sufren los migrantes en el pa¨ªs magreb¨ª. Desde el mi¨¦rcoles, no obstante, el Gobierno ha reforzado que sigue realizando gestiones ante los Gobiernos de Italia y Malta para encontrar una soluci¨®n alternativa ¡°cuanto antes¡±.

La postura del Gobierno ha supuesto un giro en su pol¨ªtica ante las operaciones de rescate de migrantes en el Mediterr¨¢neo central, donde en lo que va de a?o han muerto m¨¢s de 1.277 personas, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM). Desde que decidi¨® acoger el Aquarius en junio, con 630 personas a bordo, el Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez ha ofrecido en tres ocasiones m¨¢s un puerto seguro en Espa?a. En la ¨²ltima ocasi¨®n, en agosto, el Gobierno negoci¨® con sus socios europeos el reparto de 141 migrantes rescatados por el Aquarius y Malta acept¨® abrir su puerto para desembarcarlos. La entrega de los rescatados a las autoridades libias nunca estuvo sobre la mesa, principalmente, porque las organizaciones humanitarias de rescate se niegan a llevarlos all¨ª.

Las conversaciones tanto con Libia, como con Malta e Italia, no son tan r¨¢pidas como le gustar¨ªa al Ejecutivo espa?ol. La tripulaci¨®n del pesquero, empe?ada en evitar que los rescatados sean devueltos a Libia, pasa los d¨ªas con poca informaci¨®n sobre cu¨¢l ser¨¢ su destino. Ni siquiera entienden lo que los guardacostas libios les escriben y tienen que recurrir a Salvamento Mar¨ªtimo, con quien mantienen contacto desde el primer d¨ªa, para que les traduzcan las comunicaciones. ¡°Estos nos escriben en ingl¨¦s pensando que somos de Cambridge¡±, lanza con iron¨ªa el segundo patr¨®n.