Condenada a 21 meses de c¨¢rcel la monja de clausura que rob¨® 17.500 euros a su convento
Sor ?ngela ha confesado el delito para eludir el ingreso en prisi¨®n, pero no ha aclarado el m¨®vil, ni si actu¨® con alg¨²n c¨®mplice
Hacia casi 10 a?os que hab¨ªa ingresado en la Orden Visitaci¨®n de Santa Mar¨ªa de Vigo, uno de los pocos conventos de clausura que quedan en Espa?a, cuando sor ?ngela Y. K. cay¨® en desgracia y tuvo que abandonar el monasterio, acusada de haber estafado 17.500 euros a la congregaci¨®n y de enga?ar a una farmac¨¦utica para que le entregase un donativo de 800 euros.
Aunque las ocho religiosas salesas que viv¨ªan con ella todav¨ªa se preguntan qu¨¦ hizo con el dinero, la monja keniata de 37 a?os fue condenada este mi¨¦rcoles en un breve juicio de conformidad a una pena de veinti¨²n meses de prisi¨®n, nueve menos de los que solicitaba el ministerio fiscal. A cambio ha reconocido los delitos de estafa y falsificaci¨®n de documento mercantil y se ha comprometido a devolver el dinero sustra¨ªdo, tanto a la Federaci¨®n de Monasterios del Norte de Espa?a como a la boticaria.
Adem¨¢s, y a petici¨®n de su defensa, el juez ha accedido a la suspensi¨®n de la ejecuci¨®n de la sentencia durante dos a?os con la condici¨®n de que durante este tiempo la acusada no vuelva a delinquir y pague al menos 100 euros mensuales como reparaci¨®n del da?o, en concepto de responsabilidad civil.
Apartada del mundanal ruido y bajo un estricto r¨¦gimen monacal dedicado a la oraci¨®n y meditaci¨®n, siguiendo la Regla de San Agust¨ªn, la monja ingres¨® en 2006 en el convento de Vigo y era la religiosa m¨¢s joven de la comunidad. La madre superiora le confi¨® las cuentas del monasterio despu¨¦s de ponerla al d¨ªa sobre la contabilidad y la nombr¨® administradora, un cargo que le obligaba a salir de vez en cuando del convento para ir a los bancos o hacer gestiones y papeleos.
Pero un d¨ªa de mayo del pasado a?o, faltaron 17.500 euros de las cuentas bancarias de la orden y la contabilidad de los seis meses anteriores no cuadraba. Despu¨¦s de analizar los ingresos y los gastos, la superiora comprob¨® que entre noviembre de 2016 y mayo de 2017 sor ?ngela no hab¨ªa dado cuenta de nueve cheques al portador que ella hab¨ªa rellenado, firmado y cobrado con cargo a los fondos del monasterio.
Cuando la superiora ya cuestionaba la honestidad de su administradora al haberle falsificado su firma en los talones bancarios, la monja todav¨ªa intent¨® cobrar otro cheque, pero ya no pudo hacerlo efectivo porque el banco ya estaba sobre aviso de sus intenciones. La denuncia en la polic¨ªa fue el siguiente paso.
Agobiada por la situaci¨®n, sor ?ngela redact¨® una carta a su superiora en la que reconoc¨ªa los hechos, pero sin aclarar el m¨®vil ni devolver el dinero. Luego fue expulsada del convento. Unos d¨ªas despu¨¦s trascendi¨® otra supuesta fechor¨ªa de la monja en una farmacia de Vigo donde hab¨ªa pedido un donativo de 800 euros, haci¨¦ndole creer a la due?a que iban destinados a familias necesitadas.
A¨²n as¨ª, en el monasterio pensaron que sor ?ngela pod¨ªa ser v¨ªctima de un timo o una manipulaci¨®n. Seg¨²n el testimonio de otras monjas, la acusada sali¨® hablando por el m¨®vil el d¨ªa que abandon¨® con sus maletas el convento y oyeron que dec¨ªa: ¡°Me hab¨¦is enga?ado¡±.
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