S¨¢nchez suprimir¨ªa la inviolabilidad del Rey y augura que Felipe VI lo apoyar¨ªa
"El Senado, ?para qu¨¦ sirve?, ?ahora mismo sirve para algo?", se pregunta el presidente del Gobierno, que apuesta por culminar el actual modelo territorial
El presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, considera "sin duda alguna" que la inviolabilidad del Rey que recoge la Constituci¨®n se ha quedado obsoleta y est¨¢ convencido de que Felipe VI ser¨ªa favorable a que se eliminara esa prerrogativa en una hipot¨¦tica reforma constitucional. Lo ha asegurado en una entrevista con varias televisiones, entre ellas EfeTV, con motivo del 40 aniversario de la Constituci¨®n, en la que ensalza este texto porque ha dado "los 40 a?os de mayor prosperidad, libertad y democracia de toda nuestra historia".
Eso no es ¨®bice para que defienda la necesidad de realizar ya reformas que cree que demanda la sociedad. Diferencia el jefe del Gobierno una reforma agravada, para la que asume que no hay tiempo en la actual legislatura ya que necesitar¨ªa de refer¨¦ndum y aval de unas nuevas Cortes, de cambios puntuales que s¨ª pueden llevarse a cabo como el relativo a la limitaci¨®n de los aforamientos. En una reforma agravada es donde podr¨ªa enmarcarse la posibilidad de que desapareciera de la Constituci¨®n la inviolabilidad del Rey.
Con un "sin duda alguna" responde a la pregunta de si cree que esa prerrogativa se ha quedado vieja o, matiza, ya naci¨® vieja en su momento, y, por ello, es partidario de que en un futuro pudiera desaparecer. "Pero estoy convencido de que hasta el jefe del Estado tambi¨¦n (...) No habr¨ªa ning¨²n problema. Al contrario", a?ade convencido de lo que piensa al respecto Felipe VI.
Aunque insiste en la "evidencia" de que no hay tiempo en el actual mandato para una reforma en profundidad de la Constituci¨®n, s¨ª considera que puede haber el suficiente consenso para modificaciones puntuales. En ese contexto enmarca la propuesta de limitar los aforamientos. "Si hay un consenso suficiente ¡ªsubraya¡ª ?por que no empezar por ah¨ª?". Aunque es partidario de consultar a la ciudadan¨ªa, no ve necesario un refer¨¦ndum para este caso debido al gran consenso existente en el Congreso.
Una modificaci¨®n constitucional entiende que no acabe en uno o dos a?os y llega a plantear que ser¨ªa interesante que en todas las legislaturas se pudiera debatir sobre ello en la correspondiente comisi¨®n parlamentaria. Cree que ser¨ªa "un s¨ªntoma de madurez" que los pol¨ªticos hablaran de puntuales reformas que pudiera haber a lo largo de las legislaturas porque no puede darse por cerrada en un momento dado.
"Yo no aspiro a arreglar todos los problemas de nuestra generaci¨®n. Arreglamos algunos y las pr¨®ximas generaciones que arreglen los suyos", recalca antes de citar cuestiones que podr¨ªan formar parte de futuras reformas como la sanidad, profundizar en la igualdad de g¨¦nero, el medio ambiente, la eutanasia...
S¨¢nchez lamenta el "error" de algunos pol¨ªticos de identificar una reforma con un proceso constituyente y liderar una suerte de "adanismo" que ha provocado como reacci¨®n que otras fuerzas pol¨ªticas no quieran mover ni una coma. "Si de verdad queremos a nuestra Carta Magna, lo que tenemos que hacer es cuidarla, mimarla, no petrificarla", advierte.
Pero pese a las diferencias, ve posible el consenso y asume la tarea de intentarlo porque cree que hay en Espa?a una conciencia generalizada de que es necesario regenerar la vida institucional, pol¨ªtica, econ¨®mica y social y que los pol¨ªticos deben canalizar ese sentimiento. Le gustar¨ªa por ello que los actuales l¨ªderes pol¨ªticos fueran los primeros capaces de reformar una Constituci¨®n, ya que recuerda que en la historia de Espa?a s¨®lo se han sucedido una detr¨¢s de otra.
S¨¢nchez ensalza la labor de los pol¨ªticos de la Transici¨®n que hicieron posible el consenso constitucional gracias a unas "grandes dosis de generosidad" con las que primaron el inter¨¦s general por encima de todo. Cuarenta a?os despu¨¦s, observa diferencias respecto a lo que hay que hacer ahora: "Nosotros no tenemos que inventarnos una Constituci¨®n como hicieron entonces. Pero s¨ª tenemos que hacer algunos apliques porque los materiales se han desgastado, porque la Espa?a de 2018 no es la de 1978".
El papel del Senado
A su juicio, una de las grandes lecciones que plasmaron los padres de la Constituci¨®n (reclama que ahora pudiera haber tambi¨¦n "madres" en la reforma constitucional) es que no se puede reconocer la diversidad territorial sin democracia y viceversa. M¨¢s que redefinir el actual modelo territorial, es partidario de culminarlo y cita asuntos concretos en los que actuar como el papel del Senado. "El Senado, ?para qu¨¦ sirve?, ?ahora mismo sirve para algo?", se pregunta antes de apostillar que ante la crisis catalana lo l¨®gico ser¨ªa que esa C¨¢mara fuera el lugar donde se debatiera ese asunto.
Tampoco cree que sea bueno que la Conferencia de Presidentes se convoque solo cuando le convenga al jefe de Gobierno de turno o que el Ejecutivo tenga de partida mayor¨ªa en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera Precisa el presidente del Gobierno que culminar el modelo territorial no significa desagregar, sino fortalecer las estructuras auton¨®micas salvaguardando la igualdad de los espa?oles. Un cambio en el modelo de Estado no cree que sirviera para solucionar la crisis catalana porque recuerda que durante la II Rep¨²blica el independentismo catal¨¢n tambi¨¦n quer¨ªa separarse de Espa?a.
Lo que estima que puede contribuir a solucionar este problema es plantear un proyecto de regeneraci¨®n pol¨ªtica, econ¨®mica y social de Espa?a. S¨¢nchez, que anhela una reforma constitucional que mire a Europa (es partidario de retomar tambi¨¦n el proyecto de Constituci¨®n europea) y "revigorice" el sistema democr¨¢tico, no ve que las nuevas generaciones no sientan como suya la Constituci¨®n, pero s¨ª considera normal que reclamen reformas. Reconoce que decisiones como la reforma del art¨ªculo 135 para garantizar la estabilidad presupuestaria al final del Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero desencantaron a muchos ciudadanos. Por eso ahora es partidario de revisarlo para que, ante cualquier crisis, el Estado salvaguarde la cohesi¨®n social.
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