Una revoluci¨®n gratis total
Los testigos insisten en que nadie pag¨® nada, ni los bocadillos del 20-S ni los hoteles de los observadores
La gran expectaci¨®n de la jornada es Llu¨ªs Llach, pero antes hay que sobrellevar a los teloneros. Se trata en esta ocasi¨®n de cuatro pol¨ªticos extranjeros, que aportan nuevos testimonios para el proceso de beatificaci¨®n de Ra¨¹l Romeva, y de dos independentistas catalanes, Isaac Peraire, alcalde de Prats de Llu?an¨¨s, y Jordi Molinera, regidor de Altafulla. Los dos son de ERC, y los ha propuesto el abogado de Oriol Junqueras, as¨ª que todo queda en casa. Peraire y Molinera coinciden en que, aquel 20 de septiembre de 2017, todo fue civismo y armon¨ªa ante la Consejer¨ªa de Econom¨ªa. Ni un insulto, ni una palabra m¨¢s alta que otra. Molinera llega a relatar una vivencia casi m¨ªstica que recuerda aquellas bellas palabras del ?xodo, cap¨ªtulo 16, vers¨ªculo 31: ¡°Y la casa de Israel lo llam¨® man¨¢; y era como semilla de cilantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel¡±.
El momento se produce cuando la abogada del Estado Rosa Mar¨ªa Seoane le pregunta al regidor Molinera si sabe qui¨¦n organiz¨® el avituallamiento de los miles de personas congregadas durante todo el d¨ªa ante las dependencias de la Generalitat:
¨CPues de golpe aparecieron cajas con bocatas, ensaladas preparadas, frutas¡ ¨Cdesvela el pol¨ªtico de ERC¨C. Bebimos y comimos bastante, porque nos hac¨ªa mucha falta, y tambi¨¦n le ofrecimos a las fuerzas de Seguridad del Estado. Por cierto, los Mossos cogieron, pero la Guardia Civil, no.
A la pregunta repetida de qui¨¦n pag¨® las cajas que saciaron el hambre y la sed del pueblo elegido, Molinero no atina a responder, aunque bien es verdad que tampoco la abogada parece albergar demasiadas esperanzas. Ya todo el mundo sabe que, durante aquellos d¨ªas del oto?o de 2017, todo lo que ten¨ªa que ver con la preparaci¨®n del refer¨¦ndum era gratis total. Nadie sabe todav¨ªa ¨Cy menos los agentes de polic¨ªa o los esp¨ªas del CNI, que no se olieron nada¨C qui¨¦n corri¨® con los gastos de sobres, papeletas, urnas o incluso de los bocadillos y ensaladas que, como el b¨ªblico man¨¢, aparecieron por arte de magia, o de fe, por encima de las cabezas de los manifestantes. Los acusados no tienen empacho en admitir que desobedecieron a las instituciones del Estado ¨Cuna condena de inhabilitaci¨®n bien llevada se puede convertir en un blas¨®n¨C, pero la malversaci¨®n ¡°no es asunto menor¡±, que dir¨ªa Mariano Rajoy. El doble del expresidente del Gobierno ya no frecuenta el programa Pol¨°nia de TV3. Ahora es m¨¢s habitual ver al juez Manuel Marchena, de ah¨ª que el actor que lo interpreta est¨¦ presente hoy en el juicio, para inspirarse en vivo y en directo.
Y precisamente en un sainete se convierte la declaraci¨®n de los amigos extranjeros de Romeva. Un esloveno, una portuguesa, un alem¨¢n y una canadiense. Su cuadrilla en el Parlamento Europeo y allende los mares. Cada uno con su traductor de reglamento y su ramillete de flores muy bien escogidas para arrojar al exconsejero de Carles Puigdemont. El objetivo est¨¢ claro y tendr¨ªa que tratarse de un tr¨¢mite r¨¢pido. El abogado Andreu Van den Eynde les preguntar¨¢ cu¨¢n de pacifista es Romeva, y ellos se deshar¨¢n en elogios. Pero la int¨¦rprete de esloveno se hace un l¨ªo, la diputada portuguesa termina admitiendo que todo lo que sabe del 1 de octubre lo vio por televisi¨®n junto a sus nietos desde Lisboa, la conexi¨®n con la canadiense es un infierno de ruidos y el observador alem¨¢n, que asegura al principio que lo pag¨® todo de su bolsillo, termina admitiendo que dos noches de hotel fueron de ga?ote.
Menos mal que al final llega Llu¨ªs Llach. A pesar de sus salidas de tono en las redes, el m¨²sico adopta un tono conciliador al hablar de aquel 20 de septiembre.
¡ªPuedo dar fe de que los guardias civiles fueron respetados y que tambi¨¦n ellos tuvieron un comportamiento ejemplar.
A un lado y otro de la sala, el veterano cantautor, un idealista que ya forma parte de la memoria de un pa¨ªs, es escuchado con inter¨¦s y respeto.
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