La gesta de Outhman para llegar a la universidad
Un chico marroqu¨ª que entr¨® en Espa?a en los bajos de un autob¨²s aprueba la selectividad ocho a?os despu¨¦s
Cruz¨® a Espa?a en los bajos de un autob¨²s calzado con las chanclas de su madre. Desembarc¨® en Fuengirola con 16 a?os, convencido de que salir de T¨¢nger era su ¨²nica oportunidad para prosperar, pero lleno de grasa, cansado y sin saber una palabra de espa?ol, fue detenido nada m¨¢s poner un pie en territorio espa?ol. La Costa del Sol lo recibi¨® con unas cuantas horas en comisar¨ªa, pero era la tercera vez que Outhman Beda apostaba por ese viaje y ten¨ªa claro que ah¨ª estaba su trampol¨ªn hacia el futuro. ¡°Espa?a no es como yo esperaba, claro, pero me han dado la oportunidad de llegar a donde estoy ahora¡±, afirma.
Ocho a?os despu¨¦s de jugarse la vida en aquel trayecto, Beda sue?a con entrar en la universidad. Ha obtenido una nota de 7,47 entre el Bachillerato y la Selectividad y aspira a estudiar el grado de Educaci¨®n Social. Quiere encontrar un trabajo con el que ayudar a quienes, como ¨¦l, se vieron obligados a emigrar. Su mayor preocupaci¨®n ahora es la notificaci¨®n que en unos d¨ªas recibir¨¢ indic¨¢ndole d¨®nde podr¨¢ estudiar. ¡°Plaza tengo seguro, pero no s¨¦ si me la dar¨¢n en M¨¢laga, Granada o Ja¨¦n¡±, cuenta el joven.
Graduarse es el ¨²ltimo reto que se ha propuesto en la carrera de obst¨¢culos que se ha encontrado desde que sali¨® de casa. Durante su adolescencia en Marruecos, Beda miraba las redes sociales de conocidos que viv¨ªan en Espa?a. ¡°Las fotos son postureo casi siempre, pero en ellas ve¨ªa personas con oportunidades que yo no ten¨ªa¡±, afirma. Dio el paso a escondidas. Y cuando llam¨® a su familia desde Fuengirola, no se lo cre¨ªan. Estaban felices de que pudiera labrarse un futuro que no ten¨ªa en Marruecos. ¡°Dej¨¦ mi casa y mi familia, pero no por diversi¨®n. No hab¨ªa nada para comer, pero armas un mont¨®n¡±, dice una de las canciones que Outhman, que un d¨ªa so?¨® con ser rapero, subi¨® a YouTube en 2017.
Su primera madrugada en Espa?a la pas¨® en el Centro de Protecci¨®n de Menores Virgen de la Esperanza, en Torremolinos. Apenas un mes despu¨¦s, una pelea le aboc¨® al Centro de Internamiento para Menores Infractores en Ja¨¦n, un lugar estricto en el que no pod¨ªa hablar en ¨¢rabe, ni usar su m¨®vil ni relacionarse con nadie que no fuese en grupo. ¡°Fue duro, pero ese sitio me salv¨®¡±, explica. ¡°Empec¨¦ a valorar las cosas, a madurar¡±, mantiene Beda.
All¨ª empez¨® a leer, practic¨® atletismo, aprob¨® el examen libre de Educaci¨®n Secundaria Obligatoria e hizo un curso de mediaci¨®n. Empez¨® a atraerle el papel que pod¨ªa asumir ante otros j¨®venes. ¡°Daba charlas a otros menores y me hac¨ªan mucho m¨¢s caso a m¨ª que a los profesores o los universitarios que participaban. Me hizo pensar¡±, explica.Cuando cumpli¨® los 18 a?os, sali¨® del centro en libertad vigilada. Se hizo adulto de golpe. Le pagaron un billete a M¨¢laga y la Administraci¨®n andaluza lo abandon¨®. Pas¨® mes y medio viviendo en la calle hasta que consigui¨® una plaza en un albergue.
El chico comenz¨® a poder pagar una habitaci¨®n cuando consigui¨® un subsidio de 400 euros mensuales. Con lo poco que ahorr¨®, grab¨® varias canciones y alg¨²n videoclip. Tambi¨¦n contact¨® con la asociaci¨®n M¨¢laga Acoge, donde a¨²n recuerdan aquellos d¨ªas. ¡°Ven¨ªa con mucho ¨ªmpetu, pero tambi¨¦n con mucha soberbia... Como casi cualquier chaval de 18 a?os¡±, relata Eugenia S¨¢nchez, t¨¦cnica de Empleo de la ONG en la que Beda se form¨® en un curso de cocina y catering.
Finalmente, entr¨® en el programa para la autonom¨ªa de j¨®venes sin hogar, que la entidad malague?a gestiona junto a la Fundaci¨®n RAIS, donde actualmente hay una decena de chavales de entre 18 y 25 a?os de Marruecos, Costa de Marfil y Espa?a. Todos tienen una oportunidad para acceder al estudio, al trabajo y a la participaci¨®n ciudadana.
Ocho de media
Entonces se matricul¨® en Bachillerato en el Instituto Vicente Espinel de M¨¢laga. Jam¨¢s suspendi¨®. Obtuvo un 10 en Historia y en Filosof¨ªa y sac¨® un ocho de media al sumar todas sus notas. Mientras, se involucraba cada vez m¨¢s en su papel social. Fue ¨¦l mismo quien reclam¨® la Renta M¨ªnima de Inserci¨®n que le corresponde, pero que la Junta de Andaluc¨ªa lleva un a?o sin resolver. Esa ayuda le permitir¨¢ pagar una habitaci¨®n para estudiar en la universidad si se debe mudar a Ja¨¦n o Granada. ¡°Las organizaciones hemos perdido ya el protagonismo en su vida porque ¨¦l est¨¢ tomando sus propias decisiones¡±, asegura Alejandro Bernal, t¨¦cnico de la Fundaci¨®n RAIS.Aunque no le importar¨ªa seguir estudiando en M¨¢laga, a Beda le parece un buen destino Granada. Los t¨¦cnicos de las ONG le han hablado de la oportunidad de vivir en una ciudad de gran ambiente universitario. ¡°Ojal¨¢ pueda ir, pero en el fondo me da igual, mi objetivo es estudiar¡± cuenta el joven.
Beda viajar¨¢ este verano a T¨¢nger para pasar unos d¨ªas con la familia. En estas vacaciones quiere retomar la m¨²sica, que ha mantenido olvidada en los dos ¨²ltimos cursos para centrarse en los estudios. Asume que es probable que jam¨¢s llegue a ser famoso, pero que sus letras servir¨¢n para concienciar y responder a quienes a¨²n le espetan que se vuelva a su pa¨ªs o le insultan por ser marroqu¨ª.
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