El PP intenta anular en el Supremo la sentencia del ¡®caso G¨¹rtel¡¯ que le conden¨®

El PP present¨® el pasado viernes en el Tribunal Supremo un escrito en el que informa a los magistrados que analizan los recursos a la sentencia del caso G¨¹rtel de que la Audiencia Nacional ha aceptado estudiar dos recusaciones planteadas contra uno de los magistrados que la dict¨®: Jos¨¦ Ricardo de Prada. La formaci¨®n, condenada como part¨ªcipe a t¨ªtulo lucrativo, pretende con ello anular el fallo por una supuesta vulneraci¨®n del derecho a un juez imparcial. La sentencia, de mayo de 2018, contra la trama de corrupci¨®n desencaden¨®, un mes despu¨¦s, la moci¨®n de censura que acab¨® con el Gobierno de Mariano Rajoy.

Las vacaciones ya han llegado, pero el PP sigue plenamente activo en el frente judicial. Mientras la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n pide al juez de la Audiencia Nacional Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n que tome declaraci¨®n como imputadas a las expresidentas madrile?as Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes por la supuesta financiaci¨®n irregular del partido en el caso P¨²nica, la formaci¨®n conservadora maniobra en el Tribunal Supremo en pleno agosto para tratar de anular una sentencia. En concreto, el fallo de la pieza principal del caso G¨¹rtel, la llamada ?poca 1, en la que se certific¨® la existencia de una caja b en el partido y en la que se consider¨® a este beneficiario, si bien involuntario, del ¡°sistema de corrupci¨®n institucional¡± orquestado entre altos cargos de la formaci¨®n, como el extesorero Luis B¨¢rcenas, y las empresas de Francisco Correa. La resoluci¨®n, de mayo de 2018, fue el detonante para la moci¨®n de censura que situ¨® a Pedro S¨¢nchez en la presidencia del Gobierno.

Aquella sentencia se encuentra pendiente de recurso ante el Tribunal Supremo, y el PP pide su anulaci¨®n y la repetici¨®n del juicio. Mientras, el partido de Pablo Casado pugna jur¨ªdicamente para frenar el resto de piezas del macrosumario G¨¹rtel que faltan por enjuiciarse en la Audiencia Nacional. Los abogados del PP han encontrado una palanca para sus intereses en la recusaci¨®n del magistrado progresista Jos¨¦ Ricardo de Prada, uno de los tres firmantes de la sentencia de la trama central de G¨¹rtel, por supuesta falta de apariencia de imparcialidad.

El pasado abril, el partido pidi¨® a la Audiencia Nacional que apartara a De Prada de los tribunales que enjuiciar¨¢n otras dos grandes piezas de la macrocausa: el llamado caso B¨¢rcenas ¡ªsobre la caja b del PP y su uso para pagar las obras de la sede nacional de la calle G¨¦nova 13 de Madrid¡ª y la referida a los negocios de la red de Correa en Boadilla del Monte, un municipio al noroeste de la capital. Los incidentes de recusaci¨®n fueron admitidos a tr¨¢mite para su estudio a finales de junio y ahora corresponde a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional decidir si aparta a De Prada de ambos juicios. La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n se opone.

El viernes, a primera hora de la ma?ana, el abogado del PP Jes¨²s Santos registr¨® en el Supremo un escrito en el que informaba al alto tribunal de que la Audiencia Nacional hab¨ªa aceptado estudiar las dos recusaciones planteadas contra De Prada. Tambi¨¦n le daba conocimiento de esos autos de admisi¨®n ¡°a los efectos que pudieran ser oportunos¡± en el fallo sobre los recursos de la sentencia de la trama central de G¨¹rtel. Esos ¡°efectos oportunos¡± que el PP busca en el Supremo no son otros que la anulaci¨®n de la sentencia por supuesta vulneraci¨®n del derecho fundamental a un juez imparcial, como ya plante¨® en octubre en su recurso contra el fallo ante el alto tribunal.

El PP planteaba tres motivos de recusaci¨®n contra el juez, todos ellos recogidos en el art¨ªculo 219 de la Ley Org¨¢nica del Poder Judicial. El primero era tener ¡°amistad ¨ªntima o enemistad manifiesta con cualquiera de las partes¡±. El partido alegaba que el magistrado mantiene una amistad notoria y estrecha con Baltasar Garz¨®n, primer juez instructor del caso G¨¹rtel, y con la ministra de Justicia en funciones y exfiscal de la Audiencia Nacional, Dolores Delgado. Este motivo fue desestimado para su estudio, ya que ni Garz¨®n ni Delgado son parte en el procedimiento de G¨¹rtel.

La Sala de lo Penal de la Audiencia s¨ª va a analizar los otros dos posibles motivos que expone la formaci¨®n de Casado para apartar a De Prada: el supuesto ¡°inter¨¦s directo o indirecto¡± del magistrado en la causa y la alegaci¨®n de que este ha ¡°resuelto el pleito o causa en anterior instancia¡±. El ¡°inter¨¦s¡± del magistrado deriva, seg¨²n el PP, de su ¡°notoria cercan¨ªa y relaci¨®n¡± con el PSOE, que lo propuso como vocal del Consejo General del Poder Judicial en el intento fallido de renovaci¨®n del pasado noviembre. En su escrito de alegaciones contra la recusaci¨®n, De Prada neg¨® tener una relaci¨®n con el PSOE.

Redacci¨®n del fallo

Tambi¨¦n extraen esta conclusi¨®n de la propia redacci¨®n de la sentencia de caso G¨¹rtel ?poca 1, en la que, seg¨²n denuncia el partido, De Prada ¡°introdujo una serie de manifestaciones y afirmaciones concretas de las que puede inferirse, sin ninguna dificultad, un ¨¢nimo acusatorio contra el Partido Popular y, por tanto, parcial, pues tales manifestaciones y afirmaciones eran absolutamente innecesarias¡±.

El letrado Santos, antiguo fiscal de la Audiencia Nacional, se?ala al Supremo que este motivo de recusaci¨®n ¡°es coincidente en su contenido¡± con el que se expuso en el recurso de casaci¨®n para sustentar la vulneraci¨®n del derecho fundamental del Partido Popular a un juez imparcial. De modo que si la Audiencia apreciara parcialidad en De Prada por ese punto de la sentencia de G¨¹rtel, esta deber¨ªa anularse en el Supremo.

De Prada tambi¨¦n rechaz¨® este motivo y manifest¨® que la sentencia del caso G¨¹rtel ¡°expresa la voluntad de un tribunal colegiado [en el que participaron con ¨¦l los magistrados ?ngel Hurtado y Julio de Diego], sin que pueda atribuirse a ning¨²n magistrado en concreto esa redacci¨®n¡±. ¡°Por lo tanto, la falta de imparcialidad subjetiva que pueda inferirse respecto de ¨¦l, carece de sustento¡±, se?al¨®.

A la estrategia del PP se suma la de procesados individuales, como el dirigente de la trama Pablo Crespo, antiguo secretario de Organizaci¨®n de los populares en Galicia. Estos han a?adido un elemento m¨¢s contra De Prada: la entrevista que concedi¨® a EL PA?S el 25 de junio de 2018, un mes despu¨¦s de conocerse el fallo del caso G¨¹rtel, y en la que denunciaba haber recibido presiones.

La Audiencia considera que la recusaci¨®n del juez De Prada debe ser estudiada en su fondo, pues no se trata de la alegaci¨®n de mera ideolog¨ªa o afinidad, sino porque deriva de una serie de ¡°manifestaciones p¨²blicas¡± y ¡°actos de participaci¨®n en cargos de significativa relevancia pol¨ªtica¡± del magistrado, que deben analizarse teniendo en cuenta ¡°la trascendencia, asimismo pol¨ªtica, del caso¡±.