Espa?a se arriesga a perder peso en la UE por el bloqueo pol¨ªtico
Bruselas alerta de que el pa¨ªs puede descolgarse del motor europeo si persiste la par¨¢lisis
Bruselas observa con tanto respeto como frustraci¨®n la incapacidad de Espa?a para superar una crisis pol¨ªtica que, con diferentes mutaciones, agita al pa¨ªs desde hace m¨¢s de un lustro. El ¨²ltimo coletazo, con la convocatoria de las cuartas elecciones en cuatro a?os, ha golpeado la credibilidad de Espa?a en unas instituciones comunitarias que, en pleno proceso de renovaci¨®n, contaban con la cuarta econom¨ªa de la zona euro como uno de los puntales para una Uni¨®n que afronta peligrosas turbulencias. Las fuentes comunitarias consultadas advierten de que Espa?a se expone a perder peso en la configuraci¨®n de los nuevos cargos europeos. La Moncloa opone que el Ejecutivo espa?ol nunca ha influido en Bruselas tanto como ahora.
¡°El mensaje hacia Madrid se ha repetido una y otra vez en los ¨²ltimos meses: la estabilidad vendr¨ªa muy bien ahora que llegan sacudidas econ¨®micas¡±, apuntan fuentes diplom¨¢ticas en la capital comunitaria. El mismo mensaje que repiten fuentes de la Comisi¨®n Europea. Otros interlocutores en esta instituci¨®n matizan que hasta ahora esa p¨¦rdida de terreno ¡ªsobre todo en el dise?o de pol¨ªticas¡ª no se ha traducido en hechos.
Aunque oficialmente todos los mensajes son de respeto, el descarrilamiento de la legislatura tras las elecciones del 28 de abril ha sorprendido en una capital comunitaria que ve¨ªa a Pedro S¨¢nchez como uno de los l¨ªderes europeos con m¨¢s potencial a corto y medio plazo.
La inc¨®gnita que se abre ahora sobre su futuro, pendiente de una nueva cita electoral, resta enteros a un Gobierno que, pese a no estar consolidado, era tratado como una de las referencias en un Consejo de la UE con d¨¦ficit de pesos pesados. ¡°Hac¨ªa falta un l¨ªder socialista que completase el t¨¢ndem Merkel-Macron y la aparici¨®n de una personalidad joven en un pa¨ªs tan europe¨ªsta como Espa?a se interpret¨® como una alineaci¨®n ideal para el futuro¡±, se?ala un alto cargo comunitario.
La apuesta de Bruselas se vio reforzada por la buena sinton¨ªa personal que S¨¢nchez logr¨® con la canciller alemana y con el presidente franc¨¦s. El jefe del Gobierno espa?ol se incorpor¨® de facto a una troika pol¨ªtica que desde Berl¨ªn, Par¨ªs y Madrid parec¨ªa dispuesta a tomar las riendas de un club comunitario cada vez m¨¢s fragmentado y disperso.
Pero la alfombra roja que la UE despleg¨® para S¨¢nchez se ha recogido, de momento. Una vez concluido el periodo de gracia, Bruselas est¨¢ a la espera de que se dirima el futuro del actual presidente en funciones y de que se clarifique cu¨¢l puede ser su aportaci¨®n al club.
El tropiezo coincide con un momento muy delicado, pol¨ªtica y econ¨®micamente, para los intereses espa?oles en Bruselas. La reciente renovaci¨®n de la c¨²pula de la UE, con la alemana Ursula von der Leyen como presidenta electa de la Comisi¨®n, ha desencadenado la inevitable remodelaci¨®n de la estructura comunitaria y el relevo de numeros¨ªsimos cargos intermedios.
El Gobierno espa?ol se hab¨ªa propuesto aprovechar esta oportunidad para situar importantes piezas en unos puestos que, pese a su escasa visibilidad, son esenciales para la influencia de un pa¨ªs en el engranaje comunitario. Un objetivo que corre el riesgo de frustrarse porque los equipos se van a formar mientras Espa?a libra su en¨¦sima batalla electoral.
¡°Desde luego, la coyuntura pol¨ªtica espa?ola no ayuda a abrirse camino¡±, reconoce un funcionario espa?ol con bazas para colocarse en los puestos de mando del organismo comunitario. La competencia es feroz y, m¨¢s all¨¢ de los activos personales de cada aspirante, la capacidad de influencia del pa¨ªs de origen resulta esencial para alzarse con el cargo.
¡°El cr¨¦dito de cada pa¨ªs en Bruselas depende de la estabilidad que puede ofrecer¡±, apunta un veterano funcionario de la Comisi¨®n. ¡°Y el de Espa?a, de momento, est¨¢ como m¨ªnimo en entredicho¡±, a?ade esa fuente.
S¨¢nchez logr¨® en julio anotarse tantos muy jugosos en el reparto de altos cargos de la UE, con Josep Borrell elegido como vicepresidente de la Comisi¨®n y Alto Representante de Pol¨ªtica Exterior, y la eurodiputada Iratxe Garc¨ªa elevada hasta la presidencia del grupo socialista en el Parlamento Europeo.
La cosecha remataba una buena racha que se hab¨ªa iniciado con la llegada de Luis de Guindos a la vicepresidencia del Banco Central Europeo durante el Gobierno de Mariano Rajoy, y la de Jos¨¦ Manuel Campa a la presidencia de la Autoridad Bancaria Europea ya durante el mandato socialista.
Alianzas de Gobierno
El ¨¦xito de S¨¢nchez respond¨ªa, en gran parte, a la buena acogida que le dispens¨® Bruselas tras su llegada a La Moncloa. Bruselas apenas disimul¨® entonces que su apuesta inicial tras las elecciones del 28-A era una gran alianza entre socialistas y Ciudadanos, que hubiera facilitado una legislatura larga con un programa acorde a las directrices de disciplina fiscal y reformas pactadas en la zona euro.
La decisi¨®n de su l¨ªder, Albert Rivera, de cegar esa v¨ªa llev¨® a Bruselas a aceptar como mal menor una soluci¨®n a la portuguesa, con un Gobierno minoritario de S¨¢nchez apoyado en una mayor¨ªa parlamentaria de izquierdas. La f¨®rmula se ha aplicado con ¨¦xito en Lisboa, a pesar de la hostilidad que provoc¨® inicialmente en parte de la zona euro, con Berl¨ªn a la cabeza. Y el primer ministro socialista, Ant¨®nio Costa, encara el pr¨®ximo domingo una rev¨¢lida electoral con claras posibilidades de reforzar su mandato.
Por ahora, el fracaso de la legislatura y la convocatoria de nuevas elecciones ha desbaratado la esperanza en que Espa?a se sume a un motor comunitario que renquea y precisa de apoyos m¨¢s all¨¢ de Berl¨ªn o Par¨ªs. La sombra de otros j¨®venes l¨ªderes recibidos en el pasado con entusiasmo en Bruselas, como el italiano Matteo Renzi o el brit¨¢nico David Cameron, empieza a pesar en el ¨¢nimo hacia el l¨ªder espa?ol.
La mayor¨ªa de los socios europeos llevan a?os conviviendo con esa situaci¨®n y, con mayor o menor tardanza, forjan acuerdos que garantizan la gobernabilidad del pa¨ªs. Pero ninguno se ha visto obligado a acudir una y otra vez a las urnas porque los partidos elegidos no logren formar gobierno. Espa?a lo ha hecho dos veces en cuatro a?os.
El Gobierno rechaza con rotundidad que su situaci¨®n de interinidad le reste influencia en Bruselas. ¡°Nunca hemos estado mejor en la UE, nunca hemos influido ni mandado tanto. No constato hasta ahora ninguna p¨¦rdida de peso, ni siquiera en lo que est¨¢ por venir. Seguimos contando y mucho¡±, argumenta una destacada fuente de La Moncloa.
Los toques de atenci¨®n se multiplican
Bruselas mantiene la calma ante el interminable impasse pol¨ªtico de Espa?a, pero los toques de atenci¨®n se suceden. "El contexto pol¨ªtico del pasado a?o, con un cambio de Gobierno en junio de 2018 y nuevas elecciones en abril de 2019, se ha traducido en una ralentizaci¨®n general de las reformas", avisaba ya en febrero el informe de la Comisi¨®n Europea sobre la revisi¨®n de los desequilibrios macroecon¨®micos en Espa?a. La impaciencia ha ido a m¨¢s con un pa¨ªs que se ha convertido en el m¨¢s expedientado por la Comisi¨®n por el retraso o la fallida transposici¨®n de las normas comunitarias. A finales de 2018 hab¨ªa 97 procedimientos de infracci¨®n abiertos.
Las llamadas pol¨ªticas llegan al m¨¢ximo escalaf¨®n del Ejecutivo comunitario. ¡°Espa?a tiene que recuperar la estabilidad pol¨ªtica¡±, urg¨ªa el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, en una reciente entrevista con EL PA?S.
Los dirigentes socialistas no son ajenos a estos riesgos. En un debate organizado el pasado jueves por la Fundaci¨®n Pablo Iglesias, el secretario de Relaciones Internacionales del PSOE, H¨¦ctor G¨®mez, se refer¨ªa al bloqueo pol¨ªtico. ¡°S¨ª, condiciona, pero el 10-N es una oportunidad para superarlo¡±, arg¨¹¨ªa.
M¨¢s expl¨ªcito se mostr¨® Ignacio Molina, investigador principal del Real Instituto Elcano. "Si el 10-N se confirma que era un par¨¦ntesis, de acuerdo; si no, van 20 a?os frustrando el Espa?a vuelve. Aznar lo fio todo al atlantismo; Zapatero, a la Constituci¨®n Europea y Rajoy primero tuvo la crisis econ¨®mica y luego estall¨® el proc¨¦s. Ahora, con la inestabilidad y sin Gobierno, la reputaci¨®n de Espa?a en Europa va a bajar mucho", avisa este experto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Pedro S¨¢nchez
- Elecciones Generales 10-N 2019
- Presidencia Gobierno
- Elecciones Generales 2019
- Gobierno de Espa?a
- Elecciones Generales
- Uni¨®n pol¨ªtica europea
- Elecciones
- Pol¨ªtica exterior
- Gobierno
- Uni¨®n Europea
- Administraci¨®n Estado
- Organizaciones internacionales
- Europa
- Espa?a
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica