El barrio construido en medio del amianto
Una zona residencial de Toledo acumula m¨¢s de 60.000 toneladas del mineral cancer¨ªgeno prohibido desde 2002
Los vecinos de Santa Mar¨ªa de Benquerencia, un barrio de Toledo, llevan m¨¢s de 20 a?os respirando fibras de amianto. Est¨¢n hartos. Sus urbanizaciones, donde habitan 22.000 personas, conviven en medio de nueve parcelas ¡ªdos de ellas son de la Junta de Castilla-La Mancha¡ª con restos del material cancer¨ªgeno, prohibido en Espa?a desde 2002. Los hogares m¨¢s cercanos est¨¢n a solo 300 metros del fibrocemento. La presi¨®n vecinal se ha incrementado en los ¨²ltimos meses, coincidiendo con la pronta inauguraci¨®n de un hospital p¨²blico en la zona. ¡°Estamos resignados¡±, sostienen.
Los vertidos comenzaron en la d¨¦cada de los noventa. La cementera Ibertubo, desaparecida en 2002, tir¨® irregularmente los desechos de su planta: todos ellos contaminados de amianto. As¨ª lo cuenta H¨¦ctor Cano, mientras se acomoda su camiseta amarilla con la leyenda Mi barrio sin amianto, una plataforma vecinal creada en 2016. ¡°Siempre reviso si sopla el viento para cerrar las ventanas de casa¡±, dice con una sonrisa nerviosa.
A H¨¦ctor lo acompa?an tres de sus vecinos en el Centro Social El Mirador, donde suelen reunirse. Desde las mesas se puede ver a distancia una mancha blanca que rodea al arroyo Ramabujas. ¡°Son solo 300 metros desde donde estamos¡±, dice Inmaculada G¨®mez. Frente a ella, su padre, Lisardo G¨®mez Torres, cruza los brazos y mueve la cabeza con un enfado evidente. Padece de asbestosis desde 1985. Una enfermedad pulmonar cr¨®nica que contrajo cuatro a?os despu¨¦s de dejar la f¨¢brica de Ibertubo en 1981. ¡°Es una situaci¨®n que no le deseo a nadie, espero que esto no le suceda a nadie m¨¢s¡±, reitera.
Los vertidos ascienden a unas 60.000 toneladas, seg¨²n confirma el Gobierno regional encabezado por el socialista Emiliano Garc¨ªa-Page. La retirada se inici¨® en 2016 tras una exhortaci¨®n de la Fiscal¨ªa de Medio Ambiente. Dami¨¢n Villegas, integrante de la asociaci¨®n de vecinos El Tajo, expresa su frustraci¨®n: ¡°Es incre¨ªble, pero de 2002 a 2016 nadie nos hac¨ªa caso, nos llamaban locos¡±, comenta.
La Junta castellano-manchega justifica su gesti¨®n y asegura que ha gastado m¨¢s de tres millones de euros a retirar el material y reducir as¨ª su impacto. Y que est¨¢ a la espera de un fallo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha para extraer el amianto de las parcelas privadas. No hay una fecha fijada para eliminar el 100% del amianto: no est¨¢ claro si concluir¨¢ antes de la inauguraci¨®n del vecino Hospital Universitario de Toledo, cuyas obras han terminado ya. Ese centro hospitalario abrir¨¢ en breve: a principios de 2020.
En uno de los terrenos contaminados, que pertenece a la Consejer¨ªa de Fomento, se encuentra una enorme carpa blanca que funciona como aislante y que fue colocada en enero de este a?o. Ir¨®nicamente, ese terreno es el ¨²nico en el que los materiales no est¨¢n expuestos al aire libre: ¡°Antes de la carpa los ni?os paseaban en sus bicicletas o paseaban a sus perros¡±, declara V¨ªctor Vill¨¦n, de la organizaci¨®n vecinal El Tajo, desde un despacho que ha improvisado la asociaci¨®n en un centro social.
Para los habitantes de Santa Mar¨ªa de Benquerencia solo les queda esperar para poder respirar en un entorno sin fibras t¨®xicas. Son reacios con los intentos del Gobierno regional para tranquilizalos: ¡°Vienen t¨¦cnicos cada seis meses con medidores para saber si el aire es peligroso; dicen que estamos en niveles normales¡±. En esas revisiones, que se env¨ªan a un laboratorio de Estados Unidos, la Comunidad certifica que no hay niveles lo suficientemente altos como para representar un peligro. El problema es que esa medici¨®n est¨¢ basada en la legislaci¨®n laboral. Es decir, un entorno cerrado, como la f¨¢brica de Ibertubo. ¡°Es el colmo¡±, concluyen.
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