Los presos del ¡®proc¨¦s¡¯, m¨¢s cerca de la semilibertad y los permisos penitenciarios

Los cerca de dos a?os de prisi¨®n preventiva que acumulan cada uno de los nueve presos del?proc¨¦s?facilitar¨¢n tanto que accedan a permisos carcelarios como a la semilibertad. Los primeros los podr¨¢n solicitar cuando hayan cumplido una cuarta parte de la condena. Su concesi¨®n depende de la Administraci¨®n Penitenciaria de la Generalitat, al estar en prisiones catalanas.

No tendr¨¢n que aguardar tanto para aspirar a ser clasificados en tercer grado o r¨¦gimen abierto, lo que les permitir¨ªa tener que acudir a prisi¨®n solamente a dormir de lunes a jueves. Para lograrlo, la Junta de Tratamiento (un ¨®rgano interno de la c¨¢rcel formado por profesionales penitenciarios) tiene que proponerlo en la clasificaci¨®n que haga de los presos tras la sentencia. El plazo m¨¢ximo para ese tr¨¢mite es dos meses, pero nada le impide hacerlo en solo unos d¨ªas: ese periodo se emplea en hacer un estudio individualizado que, en el caso de los pol¨ªticos catalanes, ya ha sido elaborado en el tiempo que llevan como presos preventivos.

Si con ese estudio la Junta opta por el tercer grado y su propuesta es aprobada por los Servicios Penitenciarios de la Generalitat, la medida puede ser recurrida por la fiscal¨ªa, en primera instancia, ante el juez de vigilancia penitenciaria y, posteriormente, ante la Audiencia Provincial, que tendr¨¢ la ¨²ltima palabra.

Si la Junta o los tribunales propone el segundo grado ¡ªen el que est¨¢ la inmensa mayor¨ªa de los reclusos¡ª, los presos a¨²n podr¨¢n acceden a algunas de las ventajas de la semilibertad si les aplican los dos art¨ªculos del R¨¦gimen Penitenciario que contemplan flexibilizar la vida de los reos para facilitar su reinserci¨®n: el 100.2 y el 117. El ¨²ltimo?es el que permite a I?aki Urdangarin salir dos veces a la semana de prisi¨®n para colaborar con una ONG. En este caso, el fiscal tambi¨¦n puede recurrir.