2019, el largo a?o de la Espa?a en funciones
La ausencia de acuerdos pol¨ªticos, la inestabilidad en Catalu?a tras el juicio del ¡®proc¨¦s¡¯ y la irrupci¨®n de Vox han sometido a las instituciones a la mayor tensi¨®n en d¨¦cadas
El l¨ªmite de los 12 meses que impone el calendario se queda probablemente estrecho para describir el 2019 espa?ol, un ciclo tan vertiginoso como improductivo en el que el sistema y las instituciones surgidas de la Constituci¨®n de 1978 se han visto sometidas a la mayor tensi¨®n en d¨¦cadas por la sucesi¨®n de convocatorias electorales, gobiernos en funciones, la incapacidad de los partidos de alcanzar acuerdos, y por la inestabilidad en Catalu?a por el proceso independentista y su derivada judicial.
El a?o que termina podr¨ªa definirse como 2019 largo ¡ªal contrario del siglo XX corto que el historiador brit¨¢nico Eric Hobsbawm situ¨® entre 1914 y 1991¡ª. Este se inici¨® el 2 de diciembre de 2018 con las elecciones andaluzas, en las que Vox irrumpi¨® en las instituciones y terminar¨¢ con la investidura del presidente del Gobierno, cuando quiera que esta llegue. En este tiempo, Espa?a ha pedaleado en el vac¨ªo como una bicicleta sin cadena; y los frenos, aunque resisten, dan muestras de que empiezan a calentarse.
Los votantes, agotados, comienzan a penalizar la pol¨ªtica de beneficio electoral inmediato ejercida por asesores de trastienda. El carrusel ha devorado a l¨ªderes asentados como Albert Rivera y ha aupado a la extrema derecha, homologando definitivamente a Espa?a con otros pa¨ªses europeos. Ahora, la excepci¨®n espa?ola es otra: aqu¨ª los partidos de matriz conservadora (PP) y liberal (Ciudadanos) se han sentado a negociar los gobiernos auton¨®micos de Andaluc¨ªa y Madrid y el Ayuntamiento de la capital con Vox, y han contemporizado con sus postulados xen¨®fobos, machistas y negacionistas del cambio clim¨¢tico.
Los diez meses de Pedro S¨¢nchez como presidente en funciones apenas han dejado m¨¢s resultado tangible que la exhumaci¨®n largamente esperada del dictador Francisco Franco de su mausoleo del Valle de los Ca¨ªdos y la organizaci¨®n en tiempo r¨¦cord de la Cumbre del Clima COP25, que no se pudo celebrar en Chile por los disturbios en aquel pa¨ªs. Tambi¨¦n, quiz¨¢, el pol¨¦mico real decreto que permite al Gobierno intervenir los servicios y redes de Internet en situaciones cr¨ªticas para el orden p¨²blico, concebido para hacer frente a los actos violentos orquestados a trav¨¦s de la red tras la sentencia del proc¨¦s.
Por lo dem¨¢s, Espa?a, con algunos ajustes por real decreto, sigue funcionando con los Presupuestos elaborados por el popular Crist¨®bal Montoro en 2016. Y se eterniza la renovaci¨®n de ¨®rganos como el Tribunal Constitucional, o el Consejo General del Poder Judicial, lo que afecta a la percepci¨®n de legitimidad de los nombramientos de los magistrados de los altos tribunales.
El bloqueo espa?ol se produce, aunque suene parad¨®jico, en un escenario pol¨ªtico en constante mutaci¨®n, en el que las certezas cambian en funci¨®n de las urgencias electorales y demosc¨®picas. As¨ª, Rivera, en el lejano septiembre, tras negarse incluso a reunirse con S¨¢nchez en su apuesta catastr¨®fica de convertirse en l¨ªder de la derecha, le ofreci¨® in extremis un pacto para evitar las segundas elecciones. En julio, Pablo Iglesias y el l¨ªder socialista no fueron capaces de gestar un Gobierno de coalici¨®n que s¨ª fue posible negociar tras la repetici¨®n de los comicios. Y S¨¢nchez, que exhibi¨® dureza, incluso intransigencia, con los secesionistas catalanes en campa?a, ahora se ve inmerso en una compleja negociaci¨®n con ERC para lograr la investidura. En el lado, contrario, en este torbellino el popular Pablo Casado ha conseguido afianzar su liderazgo, aunque forzado a mirar de reojo a Vox. En esta Espa?a l¨ªquida cualquier foto sale movida.
El desaf¨ªo independentista en Catalu?a ha sido, un a?o m¨¢s, el factor que ha determinado toda la vida pol¨ªtica. El juicio del proc¨¦s dio lugar a una sentencia que, como predijo el presidente del tribunal, Manuel Marchena, no gust¨® a nadie. La condena a 13 a?os de c¨¢rcel por sedici¨®n a Oriol Junqueras y al resto de l¨ªderes secesionistas desat¨® graves episodios de violencia callejera, especialmente en Barcelona, orquestados a trav¨¦s de las redes sociales del llamado Tsunami Democr¨¤tic, un movimiento que aparentemente fue perdiendo fuerza desde los grandes cortes de v¨ªas de comunicaci¨®n en Catalu?a a finales de octubre hasta su pen¨²ltima acci¨®n, el intento fallido de boicotear el cl¨¢sico Barcelona-Real Madrid, el 18 de diciembre. En el extremo opuesto, la teor¨ªa judicial de que el refer¨¦ndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y la declaraci¨®n unilateral de independencia fueron ¡°una enso?aci¨®n¡±, un enga?o a la poblaci¨®n, y se descartara, por tanto, el delito de rebeli¨®n que defend¨ªa la Fiscal¨ªa, suscit¨® gran desencanto ¡ªesta vez solo dial¨¦ctico¡ª entre los partidarios de la mano dura con Catalu?a.
El Govern de Quim Torra ha reforzado en este periodo la estrategia de enfrentamiento con el Estado y las instituciones, empezando por el Rey, a quien no le perdonan el discurso del 3 de octubre de 2017 tras el refer¨¦ndum ilegal. Felipe VI tuvo que presidir los premios Princesa de Girona en un Palacio de Congresos de Barcelona bunkerizado en el que la heredera, la princesa Leonor, pronunci¨® en catal¨¢n el segundo discurso de su vida, precisamente el mismo a?o en que el rey em¨¦rito, Juan Carlos, se retiraba de la vida p¨²blica. Torra, president-activista, ha encabezado los cortes de carretera y las manifestaciones contra la sentencia del Supremo y ha mantenido una posici¨®n deliberadamente ambigua ante la violencia organizada que desbordaba a los Mossos en las calles.
La polic¨ªa auton¨®mica ha recompuesto los lazos con los cuerpos estatales, los jueces y los fiscales, muy deteriorados tras el 1-O. Los partidos secesionistas han salido en defensa de los nueve CDR detenidos e imputados ¨Cdos permanecen en prisi¨®n- por terrorismo en la Audiencia Nacional por almacenar material para fabricar explosivos. Este apartamiento de la idea de conseguir la rep¨²blica por v¨ªas estrictamente pac¨ªficas tal vez sea el cambio m¨¢s notable del independentismo en este 2019.
El pulso constante de Torra y los partidos independentistas en el Parlament a favor de la autodeterminaci¨®n de Catalu?a se ha traducido en varios reveses del Constitucional y en la condena a Torra a un a?o y medio de inhabilitaci¨®n por desobediencia por negarse a retirar una pancarta a favor de los pol¨ªticos presos como le hab¨ªa ordenado la Junta Electoral Central. Este fallo, todav¨ªa no firme, quiz¨¢ despliegue sus efectos en 2020, forzando a Torra a convocar las elecciones catalanas antes de que el Supremo confirme la inhabilitaci¨®n y el president pierda esa prerrogativa personal¨ªsima. Y tras la reciente sentencia europea sobre la inmunidad parlamentaria de Oriol Junqueras ¡ªde la que parad¨®jicamente el mayor beneficiado ha sido su gran rival, el fugado Carles Puigdemont¡ª est¨¢ por ver la influencia de la lucha entre ERC y Junts per Catalunya por la hegemon¨ªa independentista en la investidura de Pedro S¨¢nchez.
La corrupci¨®n se ha mantenido en 2019 como parte del paisaje espa?ol. La sentencia del caso de los ERE fraudulentos de Andaluc¨ªa, con la condena de los expresidentes de la Junta Manuel Chaves y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, sacudi¨® al PSOE. Y se convirti¨® en munici¨®n de respuesta para un PP acosado por los rescoldos de la G¨¹rtel, el caso P¨²nica ¡ªcon la imputaci¨®n de Esperanza Aguirre como plato fuerte¡ª o el caso Lezo.
Sin embargo, el sumario con mayor potencial desestabilizador sigue siendo el del comisario jubilado Jos¨¦ Manuel Villarejo y sus tareas de espionaje para diferentes c¨ªrculos de poder, incluidas algunas de las mayores compa?¨ªas del IBEX 35.
Los escasos momentos de unidad en este panorama de estancamiento los han deparado en estos meses los desastres naturales, como las inundaciones cada vez m¨¢s devastadoras en el litoral mediterr¨¢neo o los incendios forestales, como el que arras¨® en agosto la monta?a de Gran Canaria. Y especialmente el rescate del cuerpo del beb¨¦ Julen del pozo de Total¨¢n en enero. En esos d¨ªas, el 2019 fue m¨¢s largo que nunca.
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