Tres de cada cuatro casos de diabetes tipo 2 en Espa?a son atribuibles a la mala alimentaci¨®n
Un estudio en 184 pa¨ªses relaciona el incremento de esta enfermedad con el exceso de consumo de carnes procesadas, bebidas azucaradas o ¡®snacks¡¯
A finales de 2022, un estudio publicado en The British Medical Journal alertaba de un incremento de casi el 60% en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas de los casos de diabetes tipo 2 entre la poblaci¨®n adolescente y joven (15-39 a?os) a nivel mundial. Ahora, otro estudio liderado por investigadores de la Universidad de Tufts (Boston, EEUU) y publicado en la revista Nature Medicine, que recopila datos de 184 pa¨ªses entre 1990 y 2018, concluye que la mala alimentaci¨®n es el principal factor para el desarrollo de esta enfermedad cr¨®nica no transmisible. Concretamente, seg¨²n los datos del estudio, en 2018 el 70% de los nuevos casos de diabetes tipo 2 diagnosticados en todo el mundo (m¨¢s de 14,1 millones) se podr¨ªan atribuir a una mala alimentaci¨®n. En Espa?a, la cifra es incluso superior: m¨¢s de tres de cada cuatro nuevos casos de esta enfermedad (76,4 %) son atribuibles a la dieta.
Para el estudio, los investigadores tuvieron en cuenta once factores diet¨¦ticos: exceso de consumo de cereales refinados, carnes procesadas, carnes rojas no procesadas, bebidas azucaradas, zumos de frutas y snacks salados; y consumo insuficiente de cereales integrales, yogures y l¨¢cteos no azucarados, frutas, frutos secos, legumbres y verduras sin almid¨®n. De estos 11 factores diet¨¦ticos, hubo tres que tuvieron una especial contribuci¨®n a la creciente incidencia global de diabetes tipo 2: la ingesta insuficiente de cereales integrales, el exceso de consumo de arroz y trigo refinados y la ingesta excesiva de carnes procesadas. Espa?a casi calca el patr¨®n internacional, pero con matices: el exceso de consumo de carnes rojas no procesadas se cuela en el p¨®dium espa?ol de factores alimentarios responsables de la diabetes tipo 2 (23%), en una triste clasificaci¨®n liderada por el consumo excesivo de carnes procesadas (40%) y la deficiente ingesta de cereales integrales (30%).
¡°El porcentaje (y el n¨²mero) de casos de diabetes debido a una dieta deficiente es alarmante y una llamada de atenci¨®n para los responsables de la formulaci¨®n de pol¨ªticas, los profesionales de la salud p¨²blica y los m¨¦dicos, para que se pongan en marcha pol¨ªticas e intervenciones que aborden las prioridades diet¨¦ticas dentro del contexto local¡±, comenta a EL PA?S Meghan O¡¯Hearn, autora principal del estudio, que tambi¨¦n hace una llamada a la implicaci¨®n de la industria alimentaria ¡°para impulsar los cambios en la dieta de la poblaci¨®n necesarios para sofocar esta creciente epidemia de diabetes tipo 2 mundial¡±. En ese sentido, la investigadora sugiere medidas como desincentivos gubernamentales para los alimentos insanos (a trav¨¦s de pol¨ªticas fiscales, requisitos estrictos de etiquetado o restricciones), incentivos para alimentos saludables y estrategias de innovaci¨®n del sector privado para crear un entorno que impulse una alimentaci¨®n saludable.
?Dejar de comer peor para comer mejor?
Uno de los datos relevantes obtenidos en la investigaci¨®n publicada en Nature Medicine muestra que el consumo excesivo de alimentos nocivos contribuye en mayor medida (60,8 %) a la carga mundial de diabetes tipo 2 que el consumo insuficiente de alimentos protectores de la salud (39,2 %), lo que vendr¨ªa a corroborar una m¨¢xima que llevan tiempo defendiendo algunos dietistas-nutricionistas: que tiene m¨¢s sentido disminuir el consumo de alimentos insanos que aumentar el de los saludables. Para O¡¯Hearn, sin embargo, ambos factores son cr¨ªticos: ¡°Como puede verse en los datos, la ingesta insuficiente de cereales integrales fue el principal impulsor diet¨¦tico mundial de la diabetes tipo 2. Las intervenciones de salud p¨²blica, las pol¨ªticas y los mensajes de los m¨¦dicos, por tanto, deber¨ªan centrarse en una dieta equilibrada en general, tanto en la limitaci¨®n de los alimentos nocivos como en el aumento de la ingesta de alimentos saludables y protectores¡±.
De la misma opini¨®n es Giuseppe Russolillo, presidente de la Academia Espa?ola de Nutrici¨®n y Diet¨¦tica, que considera que el hecho de que tenga m¨¢s peso en la carga de diabetes tipo 2 el consumo de alimentos insanos se debe fundamentalmente a que ese consumo desplaza la ingesta de alimentos saludables. ¡°La principal causa de la aparici¨®n de enfermedades cr¨®nicas no transmisibles como la diabetes tipo 2 reside principalmente en la reducci¨®n del consumo de unas sustancias que se llaman fitoqu¨ªmicos vegetales (presentes en frutas, verduras, cereales integrales y legumbres, frutos secos, y aceites vegetales como el aceite de oliva virgen extra) que tienen la capacidad de ejercer un efecto protector sobre nuestra salud¡±, sostiene el experto, que considera que si volvi¨¦semos a aumentar el consumo de estos alimentos saludables ¡°nuestro mecanismo de saciedad¡± no nos permitir¨ªa seguir consumiendo la misma cantidad de alimentos insanos que ingerimos ahora.
¡°En nuestra sociedad hemos cambiado el consumo de productos de origen vegetal por un consumo elevado de carnes rojas, carnes procesadas y cereales refinados. Este cambio antropol¨®gico que se ha producido en las ¨²ltimas d¨¦cadas es el que est¨¢ provocando que tengamos tantos casos de diabetes tipo 2 y de otras enfermedades, sobre todo de c¨¢ncer¡±, reflexiona Russolillo.
Se da la circunstancia, adem¨¢s, explica Crist¨®bal Morales, endocrin¨®logo del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla y miembro de la Sociedad Espa?ola de Diabetes (SED), que ese cambio antropol¨®gico no ha sido acompa?ado por nuestro metabolismo: ¡°Tenemos genes prehist¨®ricos con un metabolismo muy ahorrador, dise?ados para defenderse contra la p¨¦rdida de peso, genes que ten¨ªan una explicaci¨®n en la prehistoria y en otras etapas hist¨®ricas para afrontar hambrunas. Estamos dise?ados para ahorrar energ¨ªa y esto, que ha sido una ventaja competitiva a lo largo de la evoluci¨®n, de repente en una sociedad como la nuestra, caracterizada por un ambiente obesog¨¦nico, incrementa la tendencia a ganar peso y a desarrollar diabetes tipo 2¡å.
El papel del c¨®digo postal
Seg¨²n el estudio, los mayores aumentos en la carga de diabetes tipo 2 atribuibles a la dieta ocurridos en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas se dieron en el ?frica subsahariana y en el sudeste y el este asi¨¢tico, zonas del mundo que, con diferencias, se han ido sumando al patr¨®n de alimentaci¨®n occidental y abandonando sus patrones diet¨¦ticos tradicionales, m¨¢s apegados a los productos de origen vegetal. ¡°Nuestros hallazgos en muchos aspectos reflejan los contextos socioecon¨®micos locales, incluidas la globalizaci¨®n y la occidentalizaci¨®n. Por ejemplo, los aumentos en la diabetes tipo 2 debido al consumo excesivo de carne roja sin procesar en el este de Asia de 1990 a 2018 reflejan el tremendo crecimiento de la poblaci¨®n, el aumento de la urbanizaci¨®n y los cambios demogr¨¢ficos en esta regi¨®n. De manera similar, el aumento significativo en la carga de diabetes tipo 2 atribuible a la ingesta excesiva de bebidas azucaradas en el ?frica subsahariana sugiere la globalizaci¨®n de las grandes empresas multinacionales de bebidas y la occidentalizaci¨®n de las dietas tradicionales¡±, reflexiona Meghan O¡¯Hearn.
Se da la paradoja, seg¨²n los resultados de la investigaci¨®n, de que a nivel mundial la carga estimada de diabetes tipo 2 atribuible a la dieta fue m¨¢s alta entre las personas con educaci¨®n alta (y supuestamente rentas altas). Sin embargo, en los pa¨ªses de nivel econ¨®mico medio-alto, entre ellos Espa?a, sucede justo lo contrario: la mayor incidencia se encuentra entre las personas con menor educaci¨®n y, por tanto, con menos ingresos econ¨®micos. ¡°En los pa¨ªses m¨¢s pobres el fen¨®meno viene determinado precisamente por esa situaci¨®n de pobreza. Solo quienes tienen m¨¢s poder adquisitivo se pueden permitir este tipo de comida insana pero atractiva¡±, argumenta Crist¨®bal Morales, que se?ala que en pa¨ªses como Espa?a, sin embargo, los datos demuestran que las personas con mayor nivel socioecon¨®mico tienen tambi¨¦n m¨¢s formaci¨®n e informaci¨®n, lo que les lleva a cuidarse m¨¢s. ¡°En Espa?a los niveles de obesidad son mucho m¨¢s elevados entre los estratos de poblaci¨®n menos favorecidos socioecon¨®micamente. Hay una brecha social muy importante. Al final, el c¨®digo postal influye casi m¨¢s en la calidad de tu salud que tus genes¡±, a?ade.
Esta evidencia, sugiere la autora principal del estudio, muestra que para luchar contra la imparable proliferaci¨®n de casos de diabetes tipo 2 las estrategias no pueden ser las mismas para todos los lugares del mundo. ¡°En los pa¨ªses de ingresos altos podr¨ªan funcionar las intervenciones educativas y los programas de redes de seguridad social en materia de nutrici¨®n para reducir las disparidades entre niveles socioecon¨®micos. Por el contrario, en Am¨¦rica Latina y el Caribe, el sur de Asia y el ?frica subsahariana es posible que mejorar la educaci¨®n no reduzca la prevalencia de la enfermedad y que haya que recurrir a estrategias alternativas, como el etiquetado, los impuestos y otros esquemas de incentivos financieros¡±.
En el caso de pa¨ªses como Espa?a, Crist¨®bal Morales aboga por implantar esas intervenciones educativas desde la primera infancia. ¡°La diabetes tipo 2 empieza en el ¨²tero materno, en las guarder¨ªas, en los colegios¡±, sostiene el portavoz de la SED, que se?ala que las tasas de obesidad infantil actuales ya alertan de los problemas a los que se enfrentar¨¢ el Sistema Nacional de Salud con la Diabetes tipo 2 dentro de una o dos d¨¦cadas. ¡°Los ni?os cada vez desarrollan diabetes antes, y eso m¨¦dicamente es m¨¢s peligroso, porque la enfermedad tiene m¨¢s tiempo para desarrollar sus complicaciones, que son muchas. Hasta que no eduquemos en la importancia de una buena nutrici¨®n, del ejercicio f¨ªsico y del sue?o de calidad, vamos a seguir caminando no hacia un cambio clim¨¢tico, pero s¨ª hacia un cambio metab¨®lico que nos va a hacer parecernos mucho m¨¢s a ciudadanos de Estados Unidos que del Mediterr¨¢neo¡±, concluye.
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