Ya es hora de tomarnos en serio la risa
El estudio cient¨ªfico de la risa y sus efectos sobre el bienestar personal y social se ha visto eclipsado por la investigaci¨®n de emociones negativas que afectan a la salud mental, como la ansiedad y el miedo
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Antes de aprender a hablar o andar, los beb¨¦s ya saben re¨ªr. La primera risa de un beb¨¦ de unos cuatro meses encanta y revitaliza a una madre o padre agotado y, de ah¨ª en adelante no deja de ser una de las herramientas necesarias para comunicarse con el mundo. La risa es el pegamento social que une a la gente y la ayuda a gestionar y mejorar todo tipo de experiencias y encuentros; y, pese a ello, la ciencia ha estudiado muy poco c¨®mo funciona. ¡°La risa es crucial para nuestra experiencia humana de coordinarnos e interactuar con otra gente, pero no sabemos demasiado al respecto¡±, coment¨® Stefanie H?hl, profesora de psicolog¨ªa evolutiva en la Universidad de Viena (Austria).
H?hl trabaja en el proyecto Laughing Together, uno de los dos estudios financiados por la UE dedicados a abordar la felicidad desde otros puntos de vista. El estudio psicol¨®gico y neurocient¨ªfico de la risa se ha visto eclipsado por la necesidad de estudiar emociones negativas que afectan a la salud mental, como la ansiedad y el miedo.
Es necesario desde el punto de vista cl¨ªnico conocer mejor estas emociones para poder tratar a los pacientes de manera m¨¢s eficaz. ¡°Las emociones positivas, como la risa, no se han investigado tanto porque su impacto social y cl¨ªnico no es tan inmediato¡±, explica la doctora Carolina Pletti, investigadora de la Universidad de Viena. ¡°Y, aun as¨ª, si queremos mejorar el bienestar de las personas, debemos aumentar lo positivo y reducir lo negativo¡±.
La capacidad que tiene la risa para romper el hielo y facilitar los v¨ªnculos sociales es f¨¢cil de explicar. Libera endorfinas en el cuerpo que aportan un c¨¢lido factor de bienestar. ?Qui¨¦n no se siente mejor despu¨¦s de una tarde de risas con los amigos? Lo que Pletti y H?hl quieren conocer mejor es lo que pasa en el cerebro, objetivo para el que trabajar¨¢n durante los dos a?os de duraci¨®n de su proyecto de investigaci¨®n, hasta marzo de 2024.
Las dos expertas emparejan a personas voluntarias para observar su actividad cerebral cuando ambas se r¨ªen de algo a la vez, mediante el uso de algunos v¨ªdeos de YouTube de animales haciendo travesuras graciosas. La actividad cerebral es r¨ªtmica. Ya se sabe que el habla y la m¨²sica ayudan a sincronizar las oscilaciones cerebrales entre las personas. Cuando dos mentes se sintonizan en la misma longitud de onda, procesan la informaci¨®n m¨¢s r¨¢pidamente, lo que resulta en que la comunicaci¨®n es m¨¢s fluida y en que se facilita la interacci¨®n y cooperaci¨®n.
Carcajadas sincronizadas
Es la primera vez que investigadores observan las din¨¢micas en dos cerebros que interact¨²an en tiempo real y el impacto de la risa, tanto en adultos como en ni?os. ¡°Creemos que la risa podr¨ªa ser realmente favorable para sintonizar los cerebros de las personas en la misma longitud de onda¡±, dice H?hl. ¡°Es un verdadero signo social y, en t¨¦rminos de investigaci¨®n, es la pieza que falta del puzle¡±.
La tecnolog¨ªa para captar im¨¢genes cerebrales, que hay que pon¨¦rsela como si de un gorro de nataci¨®n se tratase, captura la actividad cerebral mientras los participantes ven v¨ªdeos divertidos, se r¨ªen de un juego tonto de palabras e interact¨²an con libertad. Es la fase final que muestra si la risa puede estimular la sincron¨ªa cerebral.
Los primeros resultados de los experimentos en adultos vienen con sorpresa. S¨ª, re¨ªrse juntos aumenta la sincron¨ªa neuronal, pero lo inesperado es que no durante mucho tiempo. Las investigadoras han encontrado una ventana de cinco minutos en la que se sincronizan las oscilaciones cerebrales de las personas antes de que se pierda el efecto. Pletti y H?hl explorar¨¢n el impacto de la personalidad y esperan poder ampliar el estudio para experimentar lo que pasa cuando las personas ya se conocen. Investigaciones futuras podr¨ªan preguntarse qu¨¦ puede hacerse para ampliar este tierno momento de sincronizaci¨®n. Mientras tanto, las investigadoras centran su atenci¨®n en el estudio de los ni?os, haci¨¦ndoles re¨ªr con v¨ªdeos divertidos de animales o series animadas, para despu¨¦s evaluar qu¨¦ pasa a su actividad cerebral cuando cooperan en un juego.
Adem¨¢s, este estudio es uno de los pocos que investigan c¨®mo interact¨²an los ni?os de preescolar y sus procesos de cooperaci¨®n y sincron¨ªa cerebral. Si descubren que re¨ªr juntos beneficia el comportamiento positivo, lo que ayuda a los ni?os a llevarse bien, las investigadoras dicen que la risa podr¨ªa ser alg¨²n d¨ªa una t¨¦cnica educativa en escuelas, y podr¨ªa aplicarse en el mundo laboral adulto tambi¨¦n.
El espectro de las emociones positivas
El proyecto Positive Emotions Project, o PEP, se ha centrado en diecisiete emociones, entre ellas la gratitud, el asombro, la diversi¨®n, la compasi¨®n y el alivio, que no cuentan con estudios detallados y coordinados. La iniciativa de seis a?os acaba este mes de agosto y la dirige la doctora Disa Sauter, psic¨®loga social en la Universidad de ?msterdam (Pa¨ªses Bajos). El proyecto ha colaborado con m¨¢s de sesenta investigadores de todo el mundo y ha analizado los pensamientos y sentimientos de m¨¢s de 30.000 personas, tambi¨¦n de todo el mundo, para comparar distintas experiencias emocionales positivas.
¡°El objetivo principal del proyecto es estudiar la emoci¨®n positiva de manera mucho m¨¢s granular¡±, comentaba Sauter. ¡°Se le ha llamado simplemente felicidad, pero nosotras lo observamos con una perspectiva m¨¢s amplia para ver si los distintos tipos de emociones positivas funcionan de manera distinta¡±. Del mismo modo que se estudian las expresiones faciales y las normas sociales que afectan a c¨®mo y cu¨¢ndo las personas muestran emociones positivas, el proyecto ha presentado tambi¨¦n la vocalizaci¨®n como un eje clave.
Las investigadoras han invitado a participantes para hablar de recuerdos felices y han trazado sus expresiones faciales y su risa. A la larga, una comprensi¨®n detallada de c¨®mo se ven y c¨®mo suenan las personas cuando experimentan distintas emociones podr¨ªa ayudar a las que no saben comunicarse con palabras, como pueden ser beb¨¦s y ni?os. Tales descubrimientos podr¨ªan tambi¨¦n ser beneficiosos para personas que a veces tienen dificultades para comunicar sus emociones, como las personas con trastorno del espectro autista y aquellas que padecen demencia.
Estos dos proyectos de investigaci¨®n exploran un territorio desconocido de la emoci¨®n humana en culturas diferentes. Con el tiempo, los resultados podr¨ªan ser una referencia valiosa para desarrollar tecnolog¨ªas que mejoren la comunicaci¨®n de emociones humanas. Entretanto, las cient¨ªficas que impulsan estos estudios no tienen ninguna duda sobre lo contagioso de la risa y de sus beneficios. ¡°No necesitamos muchos est¨ªmulos para re¨ªr¡±, afirma Disa Sauter.
Carolina Pletti lo deja claro, haciendo referencia a otra sorpresa en su proyecto: las hip¨®tesis de estudio dise?adas para limitar la probabilidad de generar la risa de los participantes no consiguieron este cometido. ¡°Incluso dando una tarea muy aburrida, como trabajar en un manual de instrucciones, la gente tratar¨¢ de encontrarle la gracia o de hacer menos inc¨®moda la situaci¨®n, y se reir¨¢n igualmente¡±, confirm¨®. ¡°Es casi imposible que desaparezca totalmente¡±.
Art¨ªculo publicado originalmente en Horizon, la Revista de Investigaci¨®n e Innovaci¨®n de la Uni¨®n Europea.
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