La Uni¨®n Europea ve ¡°segura¡± la sacarina y ampl¨ªa el umbral de consumo m¨¢ximo recomendado

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en ingl¨¦s) ha elevado los umbrales de consumo m¨¢ximo recomendado de sacarina. En su ¨²ltimo dictamen, la agencia de la Uni¨®n Europea que da asesoramiento cient¨ªfico sobre los riesgos relacionados con los alimentos, ha concluido que este edulcorante es ¡°seguro para el consumo humano¡± y ha decidido aumentar el indicador de ingesta diaria admisible (IDA) de cinco a nueve miligramos por kilo de peso corporal al d¨ªa. La IDA refleja la cantidad segura de una sustancia que puede consumirse diariamente a lo largo de la vida.

Tras una reevaluaci¨®n de la sacarina y sus sales de sodio, potasio y calcio como aditivos alimentarios, la EFSA ha decidido reemplazar las indicaciones establecidas en 1995 respecto a los umbrales de consumo m¨¢ximo recomendado. La IDA anterior, explica la EFSA, ¡°se basaba en el aumento de la incidencia de tumores de vejiga observados en estudios con ratas¡±. ¡°Sin embargo, ahora existe un acuerdo cient¨ªfico de que estos tumores son espec¨ªficos de las ratas macho y no son relevantes para los humanos¡±, justifica el organismo europeo. El an¨¢lisis de la agencia asesora de la UE se?ala, adem¨¢s, que las estimaciones m¨¢s altas de exposici¨®n cr¨®nica a la sacarina son inferiores a la IDA en todos los grupos de poblaci¨®n, ¡°lo que indica que no hay problemas de seguridad¡±.

A la hora de interpretar qu¨¦ significan esos umbrales de nueve miligramos por kilo de peso corporal al d¨ªa, el dietista y nutricionista Juan Revenga adelanta que las indicaciones de la EFSA se hacen teniendo en cuenta el patr¨®n de consumo general. ¡°Es decir, nadie te va a poner en una pastilla una cantidad que por s¨ª sola exceda la IDA¡±. El dietista subraya que las autoridades europeas trabaja desde ¡°un principio de precauci¨®n¡±, de forma que la EFSA establece unas indicaciones de seguridad, pero, a la hora de legislar, se fijan unos criterios todav¨ªa m¨¢s restrictivos, por debajo de esos umbrales m¨¢ximos, para que nadie exceda esa IDA. Revenga explica, adem¨¢s, la complejidad t¨¦cnica que hay detr¨¢s de una p¨ªldora de sacarina o un sobrecillo de edulcorante de mesa: no toda la pastilla es sacarina. ¡°Los edulcorantes artificiales tienen una capacidad endulzante bestial, mucho m¨¢s alta que la sacarosa [el az¨²car de mesa tradicional] y es rar¨ªsimo encontrar un edulcorante acal¨®rico individual: la mayor parte de esos endulzantes artificiales se combinan entre s¨ª para generar sensaciones organol¨¦pticas que se parezcan lo m¨¢s posible a la sacarosa. Adem¨¢s, como son tan endulzantes, con un miligramo, t¨² ya endulzas mucho. As¨ª que, para poder manejar esa ¨ªnfima cantidad de edulcorante se usan agentes de carga. En una pastilla hay m¨¢s agente de carga que sacarina¡±.

La sacarina es un endulzante artificial que se usa desde hace m¨¢s de un siglo y cuyo consumo se populariz¨® como sustituto del az¨²car en la segunda mitad del siglo XX. Siempre rodeado de controversia, se lleg¨® a asociar, efectivamente, con el c¨¢ncer de vejiga en ratas (aunque en humanos se comprob¨® que se metabolizaba diferente) y tambi¨¦n se divulg¨® como m¨¦todo para perder peso. El a?o pasado, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) desaconsej¨® el uso de los edulcorantes, como la sacarina o la estevia, para controlar el peso y asegur¨® que pueden tener efectos indeseados, como el aumento del riesgo de diabetes de tipo 2, si se usan por mucho tiempo sin cambiar los h¨¢bitos de vida. En el dictamen de la EFSA, por su parte, los autores consideran ¡°que la asociaci¨®n entre la exposici¨®n a la sacarina y el aumento del peso corporal no ha sido demostrada de manera convincente por los estudios disponibles¡± y aseguran que se necesitan ¡°m¨¢s estudios¡± para comprender el papel de la sacarina en la promoci¨®n de este efecto.

Aunque la EFSA asegura que se trata de un endulzante ¡°seguro¡± para el consumo humano, eso no quiere decir que su ingesta sea inocua. De hecho, la comunidad cient¨ªfica sigue investigando sus potenciales efectos sobre el organismo y en un estudio publicado en 2022 en la revista Cell, unos investigadores sugieren que la sacarina y otros edulcorantes no nutritivos, como la sucralosa, pueden alterar el microbioma ¡ªel equilibrio de microorganismos gastrointestinales¡ª y afectar a la tolerancia a la glucosa.

Los edulcorantes artificiales siguen estando en el punto de mira. El a?o pasado, la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el C¨¢ncer (IARC, por sus siglas en ingl¨¦s), el ¨®rgano de la OMS que se encarga de identificar el potencial cancer¨ªgeno de las sustancias, concluy¨®, tras estudiar la evidencia cient¨ªfica disponible, que el endulzante aspartamo pod¨ªa tener capacidad para causar c¨¢ncer en la poblaci¨®n. Lo catalogaba, eso s¨ª, dentro del nivel 2B, que es el pen¨²ltimo escal¨®n dentro de su pir¨¢mide de identificaci¨®n de peligros: esto significa que la evidencia es muy limitada y, si bien la seguridad no es preocupante en las dosis que se usan habitualmente, s¨ª se han descrito potenciales efectos da?inos. A prop¨®sito de la sacarina, la IARC situ¨® en 1998 a este edulcorante en el grupo 3 (el ¨²ltimo escal¨®n de la pir¨¢mide), como ¡°no clasificable en cuanto a su carcinogenicidad para los humanos¡±. Esto quiere decir que no hay pruebas de que cause c¨¢ncer en humanos.