Un 18% de los diagn¨®sticos de VIH son de pat¨®genos 'importados'
La inmigraci¨®n y los viajes aumentan la variabilidad del agente infeccioso
En la ¨²ltima d¨¦cada se ha roto la uniformidad espa?ola del subtipo de virus de la inmunodeficiencia humana (VIH, el agente que causa el sida). El mayoritario sigue siendo una variante B del subtipo 1, pero un 18% de los nuevos diagn¨®sticos son ya de otras familias, seg¨²n ha dicho Vicente Soriano, jefe del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Carlos III de Madrid, en el congreso del Grupo Espa?ol sobre Sida (Gesida). "Esto conlleva, entre otros riesgos, la susceptibilidad a algunos medicamentos antirretrovirales y que las v¨ªas de resistencia var¨ªen", dijo el m¨¦dico.
"Los subtipos no B m¨¢s frecuentes en nuestro medio son los recombinante AG y BF, adem¨¢s del subtipo C. Estas variantes se han introducido en Espa?a en la ¨²ltima d¨¦cada, especialmente a partir de inmigrantes de pa¨ªses africanos d¨®nde estos virus est¨¢n muy extendidos", seg¨²n Soriano.
Desde que se identific¨® el VIH como causa del sida a mediados de los ochenta y se detectaron sus distintas variantes, los cient¨ªficos est¨¢n pendientes del impacto que esta diversidad (dos variantes, la 1 y la 2, con m¨²ltiples subtipos, que van desde el A hasta la O) puede tener en la eficacia de los tratamientos. La raz¨®n principal es que, hasta ahora, los medicamentos se ensayaban, sobre todo, en Am¨¦rica del Norte y Europa, donde predominaba el VIH-1 subtipo B. De hecho, casi todos los proyectos africanos han sufrido alg¨²n retraso ante las reticencias a aplicar los mismos tratamientos a personas con otras variantes.
Es cierto que, hasta ahora, al final ha resultado que, en general, lo que sirve para un tipo se usa para el otro, pero esto se debe m¨¢s a que no hay suficiente arsenal terap¨¦utico y los m¨¦dicos aplican lo que tienen a mano. Pero hay asuntos, como la posibilidad de conseguir una vacuna, que pueden ser mucho m¨¢s susceptibles de fracasar o no seg¨²n la familia del virus, sobre todo porque, de momento, no se ha conseguido ning¨²n f¨¢rmaco satisfactorio y porque los que se van ensayando reaccionan de una manera que los cient¨ªficos no son capaces de explicar satisfactoriamente.
Por eso, y ante la realidad de que cada vez la poblaci¨®n (y los virus que portan) se mezclan m¨¢s, Soriano aconsej¨® que todos los infectados sepan cu¨¢l es el virus que tienen.
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