Obama asegura que BP "pagar¨¢ la factura" del vertido en el golfo de M¨¦xico

Bajo una persistente lluvia azotada por vientos racheados -sobre la cual brom¨¦o en un momento determinado-, Barack Obama defini¨® ayer el vertido de petr¨®leo del Golfo de M¨¦xico como "un potencial desastre medioambiental sin precedentes". El presidente viaj¨® ayer hasta Venice, en la costa de Luisiana y primer lugar al que se especula llegar¨¢ el crudo, para defender su tesis: que su Administraci¨®n estuvo operativa desde el primer d¨ªa de la crisis y que el ¨²ltimo y ¨²nico responsable de la marea negra es el gigante petrolero BP. El presidente no acept¨® preguntas.

Dirigi¨¦ndose a las c¨¢maras ante el cuartel de los guardacostas de Venice (130 kil¨®metros al sur de Nueva Orleans), empapado de agua e intentando poner al mal tiempo buena cara, Obama advirti¨® que frenar la expulsi¨®n de crudo del pozo, que se encuentra a m¨¢s de 1.500 metros bajo el mar, podr¨ªa llevar d¨ªas. "Desde el d¨ªa uno hemos estado preparados para lo peor sin perder esperanzas de que suceda lo mejor", dijo queriendo poner cierta dosis de optimismo a una crisis que intenta acotar para que no salpique su mandato. Sin embargo, el consejero delegado de BP, Tony Hayward, admiti¨® en una entrevista en la cadena NBC que la compa?¨ªa, se estaba preparando para "el peor escenario" posible, el que se tarde entre dos y tres meses en contener la fuga. Hayward reconoci¨® que la petrolera es "absolutamente responsable" de la limpieza del vertido.

Temiendo repetir los errores de su antecesor ante la gesti¨®n del hurac¨¢n Katrina y que se le considere demasiado despegado de lo que est¨¢ ocurriendo en el Golfo de M¨¦xico y atajando as¨ª las cr¨ªticas, Obama se desplaz¨® hasta Luisiana para obtener de primera mano el informe de la dimensi¨®n de la marea negra que desde hace casi dos semanas amenaza las costas de este Estado, adem¨¢s de las de Misisipi, Alabama y Florida.

Toda la maquinaria de imagen de la Casa Blanca puesta a trabajar. Adem¨¢s de la simb¨®lica foto del presidente en la zona, dos destacados miembros del equipo de Gobierno de Obama definieron el impacto medioambiental del accidente de la plataforma petrol¨ªfera como "muy grave". Ambos fueron contundentes a la hora de se?alar responsabilidades y asertivos -como el presidente- al asegurar que hab¨ªan estado al tanto del suceso desde "el primer d¨ªa".

"La respuesta dada sobre el terreno ha sido coherente desde el principio con la idea de que est¨¢bamos ante una cat¨¢strofe", declar¨® la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano. "Todos y cada uno de los recursos posibles est¨¢n desplegados en la zona". Por su parte, el secretario de Interior, Ken Salazar, manifest¨® que no estaba claro cu¨¢ndo podr¨ªa frenarse la salida de crudo a m¨¢s de 1.500 metros bajo el mar. "Estamos ante un escenario muy grave. Puede que pasen 90 d¨ªas antes de tengamos una soluci¨®n final", advirti¨® Salazar. "Para entonces, se podr¨ªa derramar mucho petr¨®leo". Una vez m¨¢s, los responsables gubernamentales quisieron poner el foco sobre British Petroleum al afirmar Salazar que la Administraci¨®n segu¨ªa teniendo "la bota puesta sobre el cuello" del gigante petrolero.

La l¨ªnea costera desde Luisiana a Florida est¨¢ amenazada por el derrame, cuyo tama?o estimado es de unos 200 kil¨®metros de largo por 100 a 112 de ancho. Y sigue creciendo. Muchas de las comunidades en el camino de la mancha de crudo son las mismas que fueron devastadas por el hurac¨¢n Katrina en 2005 y ante el que la Administraci¨®n republicana de George W. Bush tuvo una p¨¦sima respuesta que lastr¨® a¨²n m¨¢s su mandato. La alarma de una marea negra cubriendo las costas se desat¨® unos d¨ªas despu¨¦s de que el pasado 20 de abril, una plataforma petrol¨ªfera gestionada por BP sufriera una explosi¨®n. La plataforma se hundi¨® dos d¨ªas despu¨¦s, y el pozo submarino del que extra¨ªa el petr¨®leo expulsa al mar desde entonces, seg¨²n los ¨²ltimos c¨¢lculos, el equivalente a 5.000 barriles de crudo al d¨ªa.

En la ruta de la extensa mancha de crudo se encuentran grandes canales de navegaci¨®n, ¨¢reas de pesca claves, refugios de flora y fauna, adem¨¢s de populares playas. Hasta ahora, las l¨ªneas m¨¢s importantes de navegaci¨®n que llevan al r¨ªo Misisipi y los grandes puertos de la costa del Golfo no han sido afectados, indicaron funcionarios. La costa del Golfo de M¨¦xico y sus pantanales son hogar de cientos de especies salvajes, incluidos manat¨ªs, tortugas marinas, delfines, marsopas, ballenas, nutrias, pel¨ªcanos y otras aves.

"La madre naturaleza tiene la ¨²ltima palabra y eso significa que lo que pueda ocurrir es totalmente impredecible", declar¨® el almirante Thad Allen, alto mando de la Guardia Costera y designado por Obama para ser "el comandante al frente del 'incidente nacional'". "El vertido de crudo es lo suficientemente importante como para afectar a la costa. Pero la verdadera pregunta es cu¨¢ndo suceder¨¢ y d¨®nde", inform¨® Allen, concernido por las malas condiciones metereol¨®gicas que afectan a la regi¨®n y que ayer hicieron que Obama no pudiese sobrevolar la zona afectada.

Obama culpabiliza a la petrolera BP de la marea negra en Luisiana