Las c¨¦lulas madre abren un nuevo frente contra el envejecimiento

El objetivo ¨²ltimo de la investigaci¨®n en medicina regenerativa es obtener tejidos y ¨®rganos aptos para trasplante, pero las c¨¦lulas madre obtenidas de enfermos tienen otra aplicaci¨®n m¨¢s inmediata y no menos relevante: la de servir como banco de pruebas para bater¨ªas enteras de nuevos f¨¢rmacos, y para investigar con una profundidad sin precedentes la enfermedad en cuesti¨®n. Hoy le toca el turno a la progeria, o envejecimiento prematuro, y por extensi¨®n a la vejez normal y todos sus efectos devastadores.

La progeria es una enfermedad hereditaria que acelera de forma atroz el envejecimiento. Los ni?os que sufren la forma m¨¢s grave -o progeria de Hutchinson-Gilford- suelen morir de viejos a los 13 a?os, con todas las arrugas, canas, p¨¦rdida de pelo, cataratas, protuberancias venosas, manchas en la piel y dolores artr¨ªticos que normalmente cuesta una larga vida ir adquiriendo.

El grupo de Juan Carlos Izpis¨²a, del Salk Institute de California y el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, junto a bioingenieros de la Universidad de California en San Diego, han usado cultivos de c¨¦lulas de la piel (fibroblastos) de pacientes de progeria de Hutchinson-Gilford para generar el nuevo tipo de c¨¦lulas madre, las llamadas iPS (por induced pluripotent stem cells, o c¨¦lulas madre de pluripotencia inducida).

Estas c¨¦lulas son tan vers¨¢tiles como las c¨¦lulas madre embrionarias, pero se obtienen directamente 'retrasando el reloj' de vulgares c¨¦lulas de la piel, sin necesidad de construir un embri¨®n. En este caso, como proceden de pacientes de progeria, las c¨¦lulas madre iPS contienen la mutaci¨®n gen¨¦tica que causa la enfermedad. Presentan los resultados hoy en Nature.

Las c¨¦lulas iPS con esa mutaci¨®n son un material ¨®ptimo para investigar la progeria -c¨®mo se desarrolla la enfermedad y c¨®mo se puede interferir con ese proceso-, y los cient¨ªficos ya han obtenido datos valiosos sobre esos mecanismos.

La progeria, sin embargo, es una enfermedad extremadamente infrecuente, que solo afecta a uno de cada 8 millones de reci¨¦n nacidos. El inter¨¦s m¨¢s general del trabajo es que ilumina el proceso normal del envejecimiento, que es muy similar al de los enfermos, solo que en estos ocurre de forma muy acelerada.

"El estudio de los mecanismos celulares y moleculares de la vejez ha experimentado un gran avance en los ¨²ltimos a?os", explica Izpis¨²a a este diario, "pero todos esos estudios se han hecho en modelos animales como la mosca, el gusano o el rat¨®n; nuestra investigaci¨®n con c¨¦lulas iPS, al estar hecha en humanos, nos puede servir como modelo de c¨®mo ocurre la vejez en el hombre".

La mutaci¨®n responsable de la progeria afecta a una prote¨ªna (lamina) esencial de la membrana nuclear, la barrera que separa el n¨²cleo (sede del genoma) del resto de la c¨¦lula. Los ni?os con progeria presentan graves malformaciones en los n¨²cleos de sus c¨¦lulas, que a su vez causan una cascada de errores en la actividad de muchos otros genes.

Una de las principales observaciones de los cient¨ªficos es que, durante el proceso de reprogramaci¨®n que convierte las c¨¦lulas de la piel de los pacientes en c¨¦lulas iPS, esa cascada de problemas desaparece. "Hemos observado que podemos rejuvenecer un nucleo envejecido de progeria", dice Izpis¨²a, "lo que nos abre las puertas a estudiar los mecanismos gen¨¦ticos de la vejez en general".

Las c¨¦lulas iPS se pueden luego convertir (diferenciar, en la jerga) en todos los tipos celulares especializados t¨ªpicos de un adulto, y entonces reaparecen las malformaciones de sus n¨²cleos y la consiguiente cascada de problemas. Una segunda observaci¨®n esencial es que esos problemas -incluidos sus marcadores moleculares- son esencialmente los mismos que aparecen en la vejez normal. La progeria, y las c¨¦lulas iPS derivadas de ella, parecen por tanto un modelo ideal de los procesos t¨ªpicos de la vejez, solo que acelerados.

Por esta raz¨®n, las c¨¦lulas iPS de progeria sirven como un modelo de envejecimiento acelerado. "Este modelo", dice Izpis¨²a, "nos permitir¨¢ usarlo para buscar compuestos qu¨ªmicos que puedan alterar el proceso de envejecimiento normal en los seres humanos".