¡®Gorila, marimacho¡¯: cuatro a?os bajo el acoso de ocho adolescentes
Una sentencia revela el infierno sufrido por la alumna de un instituto de Alicante
Llegaron a plantarse en la puerta de su casa para impedirle la entrada. La insultaron ¡ª-¡°gorila, marimacho, gorda, gigante, ni?ata¡¡±, lo m¨¢s fino¡ª y vejaron sin contemplaciones. Le pegaron a ella y a su novio. Le hicieron llamadas telef¨®nicas an¨®nimas, algunas de madrugada. Trataron, en definitiva, de hundirla en un pozo sin fondo, abocarla a un infierno al que una sentencia por bullying, dictada ahora por la Audiencia de Alicante, deber¨ªa en principio poner fin. El fallo condena a ocho adolescentes a trabajar 100 horas en beneficio de la comunidad, entre otras medidas, por agredir, vejar y acosar a una compa?era de instituto durante m¨¢s de cuatro a?os.
La resoluci¨®n, hecha p¨²blica este mi¨¦rcoles por el Tribunal Superior de Justicia valenciano, confirma el fallo emitido en abril por un juzgado de Menores por dos delitos leves de lesiones y otro contra la integridad moral mediante tratos degradantes. Los acosadores deber¨¢n tambi¨¦n cumplir nueve meses de tareas socioeducativas, que ser¨¢n sustituidos, si se niegan, por cinco fines de semana de permanencia en un centro, y no podr¨¢n acercarse a la v¨ªctima ni comunicarse con ella durante 16 meses.
Sus padres deber¨¢n indemnizar conjuntamente a la perjudicada con 3.000 euros por los da?os morales, habida cuenta del ¡°importante sufrimiento¡± que padeci¨® y que le llev¨® a dejar de ir a clase o negarse incluso a salir incluso a la calle.
El hostigamiento sin tregua comenz¨® en el curso escolar 2012/2013 y se prolong¨® hasta finales de 2016 pr¨¢cticamente a diario. Tanto dentro como fuera del centro educativo, en lugares como un parque, un centro comercial o la urbanizaci¨®n donde ella resid¨ªa. All¨ª, en la misma puerta de su vivienda se plantaban grupos de j¨®venes para impedirle la entrada o insultarla a trav¨¦s de una ventana.
Dos de esos adolescentes, de unos 14 a?os, la abordaron el 12 de enero de 2016 a la salida de unas grandes superficies cuando iba acompa?ada de su novio. La chica trat¨® de ser amable y les salud¨®, pero ellos comenzaron a insultarla, le dieron un bofet¨®n y la tiraron al suelo con una zancadilla mientras lesionaban en un brazo al chico que la acompa?aba.
Como siempre en estos supuestos de bullying, ese par de matones escolares la hab¨ªan tomado con la persona que cre¨ªan m¨¢s vulnerable y hab¨ªan logrado que todo un s¨¦quito de secuaces les imitara. Cualquier lugar y encuentro fortuito se convert¨ªa en un trago angustioso para la perjudicada, que lleg¨® a marcharse por ello en m¨¢s de una ocasi¨®n de la piscina de su urbanizaci¨®n. Cambio sus rutinas, dej¨® las clases e incluso se neg¨® a salir a la calle.
¡°Queda acreditado por las pruebas testificales practicadas que la menor ha sufrido y sufre un pesar y desconsuelo evidentes con cambio de h¨¢bitos, no siendo indispensable en este supuesto para su determinaci¨®n otras pruebas de ¨ªndole pericial¡±, relata la Audiencia de Alicante.
El tribunal de su secci¨®n tercera avala que los ochos encausados sean declarados culpables de un delito contra la integridad moral, ¡°aunque no todos ellos hayan intervenido en todos y cada uno de los episodios en los que result¨® menospreciada, insultada o vejada la v¨ªctima¡±.
Para los magistrados, "el que act¨²a de ese modo es consciente de que su acci¨®n no es un acto aislado y que las distintas acciones se suman¡±. La afectada, por tanto, no puede ¡°conocer en qu¨¦ medida uno u otro insulto incidi¨® m¨¢s en su ¨¢nimo¡±. La suma de todos ellos fue, en definitiva, ¡°la que produjo la situaci¨®n emocional que ha quedado plenamente acreditada¡±.
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