Un calendario vacunal ¨²nico y para todas las edades

El Ministerio de Sanidad y las autonom¨ªas buscan formalizar hoy un acuerdo para definir un nuevo calendario vacunal ¨²nico, financiado con fondos p¨²blicos y para todas las edades. La medida no nace con el mayor consenso ¡ªpersisten diferencias entre comunidades y para algunas sociedades m¨¦dicas se queda corto¡ª, pero los expertos consultados coinciden en que la reuni¨®n entre las consejer¨ªas y el Ministerio de Sanidad supondr¨¢ un punto de inflexi¨®n en este ¨¢mbito.

¡°Es el salto adelante que faltaba para fijar la idea de que las vacunas no son solo una cosa de ni?os y grupos de riesgo, sino una constante que nos acompa?a y da salud toda la vida¡±, resume Esther Redondo, coordinadora de actividades preventivas de la Sociedad Espa?ola de M¨¦dicos de Atenci¨®n Primaria (Semergen). ¡°Todos hemos visto mil veces el calendario infantil. A partir de ahora veremos otro que incorpora todas las edades. Es muy importante el mensaje que esto trasladar¨¢ a todos los implicados, de m¨¦dicos a pacientes¡±, a?ade.

El nuevo calendario viene a cimentar las teselas de un mosaico fragmentado entre comunidades y grupos de edad. Al infantil ¡ªque arranca durante la gestaci¨®n con la inmunizaci¨®n del feto a trav¨¦s de la madre con la dTpa (difteria, t¨¦tanos y tos ferina)¡ª, se unen ahora los recordatorios necesarios durante la edad adulta y las inmunizaciones recomendadas a partir de los 65 a?os, como la gripe y la enfermedad neumoc¨®cica, despu¨¦s de que Sanidad y las comunidades hayan acordado igualar las disparidades en inmunizaci¨®n que se dan en Espa?a.

Desde la gestaci¨®n a los 14 a?os (con una revisi¨®n a los 18 a?os para subsanar las dosis ausentes), el calendario incluye 13 vacunas que protegen frente a una veintena de enfermedades. Por ahora, la inmunizaci¨®n contra la meningitis B (Bexsero), seguir¨¢ fuera de la financiaci¨®n p¨²blica.

Catalu?a, Ceuta y Melilla, adem¨¢s, vacunan a los ni?os contra la hepatitis A. Y Melilla y Asturias suman presentaciones conjugadas que protegen contra m¨¢s virus de enfermedades ya incluidas en el calendario. ¡°No se acaba de articular un calendario realmente ¨²nico¡±, lamenta Fernando Moraga-Llop, vicepresidente primero de la Asociaci¨®n Espa?ola de Vacunolog¨ªa. ¡°Es un paso importante y fija un plan de m¨ªnimos. Deber¨¢ mejorar, pero se ha progresado mucho y no est¨¢ tan lejos de lo que piden las sociedades cient¨ªficas, partidarias de extender todas las vacunas¡±, a?ade.

En la edad adulta, el calendario prev¨¦ la inmunizaci¨®n con tres vacunas: varicela, triple v¨ªrica (sarampi¨®n, rubeola y paperas) y la DTPa (similar a la dTpa, con distintas concentraciones seg¨²n la enfermedad). Pero no para todos, solo para aquellas personas que no est¨¦n ya protegidas, bien porque hayan sido vacunadas o bien porque pasaron la enfermedad. Este es uno de los escenarios que queda m¨¢s abierto en el nuevo calendario, ya que la implantaci¨®n de las vacunas no lleg¨® de manera uniforme a algunas generaciones.

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¡°En general, se considera que los nacidos antes de los a?os setenta ya est¨¢n protegidos porque pasaron estas enfermedades de ni?os. Y la vacunaci¨®n se generaliz¨® a medida que avanz¨® esa d¨¦cada¡±, explica Redondo. Persisten, sin embargo, bolsas de nacidos en esos a?os que no est¨¢n protegidos contra alguna de estas enfermedades. Han sido, por ejemplo, de los m¨¢s afectados en los recientes brotes de sarampi¨®n registrados en Espa?a en la ¨²ltima d¨¦cada.

Para Redondo, ¡°no es necesario adoptar medidas espec¨ªficas¡± para rellenar este vac¨ªo. ¡°Una de las virtudes del nuevo calendario es precisamente eso, que refuerza la conciencia sobre la necesidad de inmunizaci¨®n. Ser¨¢n los m¨¦dicos de atenci¨®n primaria quienes tendr¨¢n que aprovechar las consultas de personas de esa edad para completar el historial de los pacientes. Y si lo estiman necesario, pautar las vacunas. Pero debe ser algo normalizado, dentro de la habitual relaci¨®n entre el m¨¦dico y el paciente¡±, a?ade Redondo.

A los 65 a?os llega el tercer momento clave del calendario. A esa edad es necesario aplicar una nueva dosis frente t¨¦tanos y difteria, y empezar a vacunar anualmente contra la gripe. Tambi¨¦n contra la enfermedad neumoc¨®cica.

Es en esta edad en la que el nuevo calendario ha dejado m¨¢s insatisfechas a las sociedades cient¨ªficas. ¡°Hay algunas, como Madrid, que ya cuentan con calendarios m¨¢s completos para los mayores y no se ha seguido ese ejemplo¡±, lamenta Moraga-Llop. Como sucede en la infancia, las autonom¨ªas que lo deseen seguir¨¢n financiando m¨¢s vacunas que las incluidas en el plan aprobado entre el Gobierno y las comunidades en el Consejo Interterritorial.

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¡°Ha sido una pena no ir m¨¢s all¨¢, se queda corto¡±, resume Jos¨¦ Antonio L¨®pez Trigo, presidente de la Sociedad Espa?ola de Geriatr¨ªa y Gerontolog¨ªa (SEGG). ¡°Acudimos a las reuniones con el Ministerio muy esperanzados, pero finalmente se han ignorado nuestras propuestas, que est¨¢n basadas en las evidencias y consensos alcanzados por la clase m¨¦dica¡±, a?ade.

Para la SEGG y otras sociedades era importante ¡°avanzar la edad de vacunaci¨®n de la gripe¡±. ¡°Lo ideal es empezar a los 50 a?os, aunque entend¨ªamos que es algo que pod¨ªa hacerse gradualmente¡±, a?ade L¨®pez Trigo. Algo parecido ocurre con la enfermedad neumoc¨®cica, donde la SEGG lamenta ¡°que siga habiendo una gran disparidad entre comunidades, lo que carece de cualquier sentido desde el punto de vista m¨¦dico¡±. Por ¨²ltimo, las sociedades lamentan la exclusi¨®n de la vacuna contra el herpes z¨®ster.

El calendario que previsiblemente aprobar¨¢ el Consejo Interterritorial se ve complementado con otro, mucho m¨¢s extenso y detallado (el documento que lo recoge supera las 180 p¨¢ginas), para grupos de riesgos espec¨ªficos como enfermos cr¨®nicos, trabajadores con exposici¨®n y viajeros. Este documento, elaborado por el ministerio, ha sido muy bien recibido por todas las comunidades aut¨®nomas.