Una farmac¨¦utica paga 270 millones en la primera demanda por la crisis de opi¨¢ceos en EE UU
Casi 40 Estados y 1.600 municipios persiguen a Purdue Pharma por el potente analg¨¦sico, considerado el precursor de la epidemia de sobredosis que sufre el pa¨ªs

Purdue Pharma, la compa?¨ªa que comercizaliza OxyContin, llega a un pacto extrajudial con el Estado de Oklahoma (centro de EE UU) por el que va a desembolsar 270 millones de d¨®lares (239 millones de euros) para compensarle por la devastaci¨®n provocada por su controvertido analg¨¦sico. La oxicodona se considera un precusor de la epidemia de opi¨¢ceos que sufre el gigante norteamericano. Es el primer litigio que se resuelve en una avalancha que se extiende por todo el pa¨ªs. En las ¨²ltimas semanas se especul¨® con que la farmac¨¦utica podr¨ªa declararse en suspensi¨®n de pagos por el fardo financiero.
M¨¢s de 47.600 estadounidenses murieron por sobredosis de opi¨¢ceos en 2017, seg¨²n el Centro para el Control de Enfermedades (CDC). De ese total, 14.500 se atribuyen a medicamentos para combatir el dolor. Purdue Pharma es el principal vendedor de analg¨¦sicos. El OxyContin, mucho m¨¢s potente que la morfina, lleg¨® al mercado en 1996 utilizando como reclamo que una dosis era suficiente para vivir 12 horas sin dolor, el doble que con un gen¨¦rico.
El pacto se anuncia dos meses antes de que comience el primer gran juicio contra Purdue Pharma en Oklahoma, acusada de haber alimentado el abuso de opi¨¢ceos con campa?as enga?osas que exageraban las virtudes del medicamento. El fiscal Mike Hunter reclamaba una compensaci¨®n de 25 millones de d¨®lares. Tambi¨¦n demand¨® a Johnson & Johnson y Teva Pharmaceuticals?¡ªque es, adem¨¢s, la mayor empresa de Israel¡ª. La mayor parte del dinero se destinar¨¢ a programas de investigaci¨®n, educaci¨®n, investigaci¨®n y tratamiento.
Este pacto, en cualquier caso, es solo el primero. Las farmac¨¦uticas hacen frente a un aluvi¨®n de demandas por parte de una coalici¨®n de 1.600 municipios, desde localidades rurales a grandes ciudades como Nueva York, Chicago o Los ?ngeles, y 37 Estados que desde 2017 acusan a la compa?¨ªa de Stamford (Connecticut, noreste) de estar drenando sus cuentas p¨²blicas por el dinero que deben destinar a tratamientos y pol¨ªticas de prevenci¨®n de la adicci¨®n.
La masa de demandas pendientes es comparable a la guerra contra las tabaqueras. Paul Hanly, uno de los abogados m¨¢s veteranos en este frente legal, considera ¡°vital¡± que las compa?¨ªas farmac¨¦uticas ¡°se responsabilicen del papel que desempe?an en la epidemia¡±. El dinero que se recaude, explican los litigantes, se destinar¨¢ a programas para atender a los adictos. El pacto de Purdue podr¨ªa servir de gu¨ªa para otras farmac¨¦uticas que tratan de resolver sus litigios.
Un tercio de las ventas
El OxyContin naci¨® por una necesidad financiera. El tratamiento que comercializaba Purdue para combatir el dolor en enfermos de c¨¢ncer, el MS Contin, iba a perder la patente. As¨ª que sus ejecutivos, anticipando las p¨¦rdidas por la llegada de los gen¨¦ricos, decidieron invertir en el desarrollo de una segunda p¨ªldora pura de oxicodina. Su potencia exced¨ªa la de cualquier rival.
Ayud¨® tambi¨¦n que en ese momento, la comunidad m¨¦dica empezaba a cuestionar los efectos adictivos de los opi¨¢ceos. La agencia estadounidense del medicamento (FDA, por sus siglas en ingl¨¦s) autoriz¨® el OxyContin sin pruebas cl¨ªnicas y anunci¨® incluso que era m¨¢s segura que sus rivales. En su tercer a?o en el mercado, duplic¨® en ventas al MS Contin y al quinto super¨® los 1.000 millones. Representa un tercio de las ventas de analg¨¦sicos.
Purdue factura actualmente unos 1.800 millones de d¨®lares gracias a este primo de la hero¨ªna. La droga le gener¨® m¨¢s de 35.000 millones en ventas en este tiempo. La llegada al mercado del narc¨®tico, seg¨²n los expertos, marc¨® as¨ª un antes y un despu¨¦s en la tendencia con la que se recetaban estos opi¨¢ceos, al dispararse.
¡°La t¨¢ctica de negar los riesgos¡±, como dice el alcalde neoyorquino Bill de Blasio, ¡°es similar a los productores de tabaco¡±. Jim Hood, el fiscal general de Mississippi (sureste), atribuye a la campa?a de marketing de las farmac¨¦uticas la causa por la que se pusieron en manos de los pacientes ¡°miles de millones de dosis de una poderosa droga sin que supieran del riesgo que corr¨ªan de adicci¨®n y de muerte¡±.
Protestas
La American Society of Addiction Medicine se?ala por su parte que cuatro de cada cinco consumidores de hero¨ªna empezaron con analg¨¦sicos. Purdue es propiedad de la familia Sackler, una de las mayores fortunas de EE UU. ¡°Construyeron su imperio con la vida de cientos de miles de personas¡±, denuncia Nan Goldin, fundadora del movimiento Prescription Addiction Intervention Now.
La conocida fot¨®grafa neoyorquina fue v¨ªctima del OxyContin durante tres a?os. Acaba de liderar un acto de protesta en el Museo Guggenheim de Nueva York, donde los Sackler son grandes mecenas. Los inventores de esta droga tambi¨¦n tienen su nombre en el Met, el Smithsonian o el Louvre parisino, que ahora toman distancia. Goldin busca que el dinero lo destinen a programas de rehabilitaci¨®n y tratamientos.
Purdue reconoce que los pacientes que consumen OxyContin pueden desarrollar dependencia f¨ªsica, aunque se?alan que es diferente a la adicci¨®n. La compa?¨ªa, que rehus¨® atender la llamada de este diario, niega a trav¨¦s de un comunicado las acusaciones. Argumenta que fue la FDA la que aprob¨® el etiquetado, en el que se alerta de los riesgos de un consumo prolongado o abusivo.
Bancarrota
La farmac¨¦utica ya tuvo que desembolsar 634 millones hace una d¨¦cada para resolver una acci¨®n legal de las autoridades federales. Ahora, seg¨²n Reuters, contempla declararse en suspensi¨®n de pagos para evitar el coste financiero de las cientos de demandas contra las pr¨¢cticas agresivas que utiliz¨® para promocionar el tratamiento. As¨ª podr¨¢ negociar un pacto bajo la supervisi¨®n de un juez.
El juez Dan Polster del tribunal federal en Ohio (noreste) est¨¢ tratando de aglutinar cientos de demandas presentadas en varios distritos para llegar a un acuerdo antes del juicio, que comenzar¨¢ en octubre. Los expertos legales opinan que esta es la v¨ªa de soluci¨®n m¨¢s probable, aunque explican que llevar¨¢ meses llegar a un pacto porque las farmac¨¦uticas querr¨¢n cerrar la puerta a futuras demandas.
Los litigantes insisten en que su estrategia no pretende hundir a los productores de opi¨¢ceos, sino recuperar el dinero que los entes locales gastaron o perdieron como consecuencia de la crisis. Para aplacar las cr¨ªticas, lanz¨® hace un a?o una campa?a publicitaria en la que explicaba que est¨¢ dedicando los recursos y la ciencia a descubrir nuevos tratamientos seguros para combatir el dolor.
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