La Euroc¨¢mara pedir¨¢ a Espa?a y Rumania soluciones para los ni?os sin documentaci¨®n
M¨¢s de 200 menores rumanos viven en Espa?a sin papeles que garanticen sus derechos b¨¢sicos
El Parlamento Europeo presionar¨¢ a Rumania para acabar con la desprotecci¨®n de los m¨¢s de 200 ni?os de origen rumano que viven en Espa?a a cargo del Estado sin documentaci¨®n. La comisi¨®n de Peticiones de la Euroc¨¢mara ha aceptado este jueves mantener abierta una reclamaci¨®n que exige soluciones para los menores, cuya tutela fue retirada a sus padres biol¨®gicos ¡ªrumanos¡ª y ahora residen en centros o con familias de acogida. No disponen de un documento que acredite su nacionalidad; algunos solo cuentan con su partida de nacimiento. Todos ellos est¨¢n privados de derechos tan b¨¢sicos como viajar fuera del pa¨ªs, federarse en equipos deportivos o recibir determinadas prestaciones. Los eurodiputados remitir¨¢n sendas cartas a los Gobiernos espa?ol y rumano inst¨¢ndoles a actuar para acabar con la situaci¨®n de indefensi¨®n en que viven sumidos, en algunos casos desde hace una d¨¦cada.
Como se han encargado de denunciar en el Hemiciclo las familias de acogida de algunos de los ni?os, las trabas de Rumania son el principal obst¨¢culo para su normalizaci¨®n burocr¨¢tica, aunque creen que Espa?a no est¨¢ exenta de responsabilidad y debe ser m¨¢s contundente al exigir a Rumania un arreglo satisfactorio para familias y menores. Sus circunstancias son diversas, los hay que ni siquiera han cumplido un a?o, otros se aproximan a la mayor¨ªa de edad. Unos nacieron en Espa?a y no fueron registrados en el consulado tras el parto, por lo que no ha quedado acreditada su nacionalidad, pero tambi¨¦n hay quienes llegaron con documentaci¨®n, pero no la renovaron.
Justi Carretero, presidenta de la Asociaci¨®n de Familias de Acogida de Espa?a (Fades), que agrupa a un centenar de familias, ha sido una de las que ha tomado la palabra en Bruselas. Critica que Bucarest no les reconoce, pero tampoco da facilidades para rechazar la nacionalidad rumana de los ni?os, un requisito indispensable para que puedan recibir la espa?ola. Quedan as¨ª sumergidos en un limbo legal. Ni rumanos ni espa?oles. "El bloqueo llega a veces por peticiones disparatadas, como cuestionar la paternidad en el certificado", lamenta Carretero.
La misiva de los diputados europeos servir¨¢ para denunciar la discriminaci¨®n que sufren los menores. "Es una situaci¨®n grav¨ªsima, pero f¨¢cil de solucionar si el Gobierno de Rumania supera la desidia, incompetencia o falta de voluntad pol¨ªtica que la ha propiciado. Solo tienen que dar la nacionalidad a esos ni?os o formalmente rechazar d¨¢rsela. As¨ª podr¨¢ actuar Espa?a", exige la eurodiputada Beatriz Becerra, coordinadora del grupo liberal en la comisi¨®n de Peticiones. "Me he comprometido a movilizar todas las acciones a nuestro alcance para instar a la presidencia rumana de la UE a tomar cartas en el asunto antes del fin de la legislatura", a?ade.
Si no hay una soluci¨®n antes de que tomen posesi¨®n los nuevos inquilinos del Parlamento Europeo tras las elecciones del pr¨®ximo 26 de mayo, la petici¨®n tendr¨ªa que volver a ser remitida para que siga su curso. Los instrumentos con que cuentan para presionar a los Estados son escasos. La carta suele ser el primer paso, y el env¨ªo de misiones con eurodiputados, el siguiente movimiento cuando no hay avances. La pretensi¨®n, tanto de las familias de acogida como de los parlamentarios, es que el caso pueda cerrarse antes gracias a la colaboraci¨®n rumana, hasta ahora del todo ineficaz.
Fuentes de la secci¨®n consular de la Embajada de Rumania explicaron hace unas semanas a EL PA?S que su prioridad es "repatriar a los menores", con independencia del tiempo transcurrido en Espa?a. Por ello, tratan de buscar a familiares all¨ª y, en caso de que quieran hacerse cargo de los ni?os y re¨²nan las condiciones para hacerlo, enviarlos de vuelta. Si no es posible, cuentan que pueden documentar a los menores de forma provisional. Las familias de acogida se quejan, no obstante, de que los procesos se dilatan durante a?os sin que se aporte una soluci¨®n a los peque?os.?
Junto a Carretero han viajado a Bruselas Fernando Carvajal, jefe de Servicio de Familia y Menores en la Provincia de Guadalajara, y Andr¨¦s Roig y Noem¨ª Piles, padres de acogida. La eurodiputada liberal Teresa Gim¨¦nez Barbat ha auspiciado su llegada a la capital comunitaria, y ha lamentado el laberinto legal en que se encuentran los ni?os. "Es una situaci¨®n escandalosa. No pueden disfrutar de derechos b¨¢sicos de los europeos como la libertad de movimiento. La UE no puede abandonarles a su suerte", ha insistido durante la sesi¨®n en la Euroc¨¢mara.
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