Asia intenta contener la peste porcina, que ya ha obligado a sacrificar millones de cerdos
La producci¨®n en China ha ca¨ªdo un 30% por la epidemia, que se extiende a pa¨ªses vecinos
La mayor epidemia animal nunca vista se cierne sobre Asia. La peste porcina, una enfermedad infecciosa mortal para los cerdos, se ha convertido en una plaga que ya ha causado la muerte de 1,2 millones de ejemplares en China. Y es solo el principio. Mientras el resto de pa¨ªses de la regi¨®n intentan frenar el contagio, los expertos avisan de que se est¨¢ perdiendo la batalla: las autoridades sanitarias podr¨ªan verse obligadas a sacrificar un cuarto de la poblaci¨®n mundial de gorrinos. Los humanos son inmunes al virus, pero su econom¨ªa no: la carne de este animal es la materia prima que m¨¢s se ha encarecido en lo que va de a?o.
Si los cerdos tuvieran patria, la mitad de los 767 millones que hay en el mundo tendr¨ªan pasaporte chino. Por eso, cuando en agosto del a?o pasado se detect¨® en el pa¨ªs el primer caso de peste porcina, las perspectivas fueron preocupantes. Menos de un a?o despu¨¦s, el sector ha recibido la sacudida: la producci¨®n ha ca¨ªdo un 30% y, a consecuencia, los precios se han disparado por encima del 40%. Esta tendencia alcista se mantendr¨¢ mientras sea necesario seguir importando carne desde Europa y Am¨¦rica Latina: lo que est¨¢ a la vista no es el final, sino todo lo contrario.
Este virus, que causa hemorragias internas en los animales, no puede prevenirse con vacunas ni tiene cura. La ¨²nica soluci¨®n es sacrificar a todos los ejemplares susceptibles de haberse contagiado. Es, adem¨¢s, muy resistente. Puede sobrevivir durante semanas en cualquier superficie, lo que le permite extenderse a lo largo de grandes distancias. ¡°Esta es la mayor pandemia animal que hemos visto en el planeta¡±, afirmaba Dirk Pfeiffer, epidemi¨®logo veterinario en la City University de Hong Kong, en declaraciones a The Guardian; ¡°y no hay manera de detenerla¡±.
Primeros casos en Mongolia y Camboya
La peste porcina ha comenzado a extenderse m¨¢s all¨¢ de Gran Muralla y, tras la devastaci¨®n causada en China, Vietnam es el siguiente gran damnificado. Su ministro de agricultura, Nguyen Xuan Cuong, confirm¨® la semana pasada que, a causa del virus, ya se han sacrificado unos dos millones de cerdos, un 6% de sus ejemplares. Se teme la magnitud del impacto econ¨®mico y social: del cerdo provienen tres cuatros de la carne consumida en el pa¨ªs, y el sector emplea una parte significativa de la fuerza productiva nacional ¨Cla mitad de los trabajadores vietnamitas se dedica al sector agr¨ªcola¨C. ¡°El mundo y Vietnam nunca hab¨ªan enfrentado una epidemia tan peligrosa, complicada y cara como esta¡±, declar¨® el ministro.
Pa¨ªses vecinos como Mongolia y Camboya han informado de los primeros casos de peste porcina localizados en su territorio. Otros, mientras tanto, hacen lo que pueden para evitarlo: en Corea del Sur han comenzado a realizar an¨¢lisis de sangre a los cerdos en la frontera, y en Hong Kong la venta de carne fresca estuvo bloqueada durante una semana a finales de mayo.
Tailandia, el segundo productor de la regi¨®n, tambi¨¦n est¨¢ en alerta roja. Los expertos de la ONU para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) dudan de que el reino sea capaz de mantenerse a salvo durante mucho m¨¢s tiempo, aunque su principal fuente de preocupaci¨®n son los territorios menos desarrollados del continente, en particular Myanmar, Filipinas y Laos. En estas zonas el movimiento de los animales est¨¢ menos restringido, lo que sumado a la falta de compensaci¨®n econ¨®mica para los campesinos cuyos animales son sacrificados y al bloqueo en las fronteras, resulta en un mercado negro por el que la peste porcina, se teme, encontrar¨¢ hueco para seguir avanzando.
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