En Portugal no es no y el silencio no significa consentir una relaci¨®n sexual
Un Tribunal de Lisboa considera que la falta de resistencia a la violaci¨®n es af¨¢n de supervivencia y no aceptaci¨®n
No es no y el silencio tampoco significa consentir una relaci¨®n sexual. La jueza Teresa F¨¦ria de Almeida, de la Tercera Secci¨®n de lo Criminal de Lisboa, ha confirmado una condena a seis a?os y seis meses de prisi¨®n por violaci¨®n agravada a P. M., de 35 a?os de edad, que en septiembre de 2016 llev¨® a J., de 14, a un local municipal sin su consentimiento y la viol¨® sin que ella opusiera resistencia. En la sentencia, la magistrada considera que la ausencia de resistencia f¨ªsica de la v¨ªctima no se puede considerar una forma de consentimiento sino una herramienta para sobrevivir al ataque.
"La inexistencia¡±, escribe la jueza, ¡°de cualquier reacci¨®n o resistencia de una v¨ªctima de violencia sexual radica en el hecho de esta de sentir la agresi¨®n como una ofensa a su integridad f¨ªsica, incluso a su vida, por lo que adopta un comportamiento orientado para su preservaci¨®n, pudiendo optar por diferentes estrategias de supervivencia¡±.
El 18 de septiembre de 2016, en las fiestas del pueblo, la v¨ªctima fue abordada por el ahora condenado. Ambos se conoc¨ªan desde hac¨ªa cinco a?os y sus familias tambi¨¦n. ?l estaba relacionado con el mundo de los espect¨¢culos musicales y la familia de ella ten¨ªa un negocio de venta ambulante de salchichas. Tras una actuaci¨®n musical, hacia la una de la madrugada, P. M. pidi¨® a J. que le acompa?ase. Pese a que la chica se neg¨® ¡ªsiempre seg¨²n el relato de los hechos redactados en la sentencia¡ª, P. M. la llev¨® hasta un local municipal. All¨ª, seg¨²n el relato de la v¨ªctima, la viol¨®. El acusado par¨® cuando oy¨® que llamaba la hermana de la v¨ªctima. Un mes despu¨¦s, el perito testimoni¨®: "No se observan lesiones compatibles con la sospecha de agresi¨®n sexual", aunque tambi¨¦n se?al¨® que no siempre quedan huellas.
El recurso de la defensa se basaba en la falta de pruebas, en que lo fundamental del caso era la declaraci¨®n de la v¨ªctima ¡ª"particularmente objetiva, espont¨¢nea, clara y esclarecedora para su edad", seg¨²n el fiscal¡ª? y en que esta, de haber ocurrido los hechos como los narr¨®, pod¨ªa haberle mordido el dedo o el pene a su defendido o haber gritado.
La jueza F¨¦ria insiste en la sentencia: ¡°As¨ª como en un vulgar crimen de robo el hecho de que la v¨ªctima no manifieste cualquier reacci¨®n a la agresi¨®n no se entiende nunca como consentimiento, lo mismo debe suceder en un delito de violaci¨®n".
Tanto en Portugal como en otros pa¨ªses se han dictado pol¨¦micas sentencias ¡ªpor leves¡ª contra autores de agresiones sexuales por la interpretaci¨®n de lo que es oponer resistencia.
¡°As¨ª como en un vulgar crimen de robo, la no manifestaci¨®n de la v¨ªctima de cualquier reacci¨®n a la agresi¨®n no es nunca entendida como consentimiento lo mismo debe suceder en un delito de violaci¨®n"
La jueza? F¨¦ria es presidenta de la Asociaci¨®n Portuguesa de Mujeres Juristas (APMJ). Esta asociaci¨®n ha propuesto al Parlamento y al Gobierno la creaci¨®n de tribunales especiales para juzgar los delitos de agresi¨®n sexual y maltrato familiar ante el aumento de este tipo de cr¨ªmenes y tras varias sentencias pol¨¦micas, como algunas del juez Neto de Moura, que ment¨® la Biblia para justificar las agresiones f¨ªsicas a las mujeres.
El Gobierno portugu¨¦s se?al¨® el 7 de marzo como D¨ªa de Luto por la Violencia Dom¨¦stica, como llaman en este pa¨ªs a la violencia de g¨¦nero, que ya se ha cobrado este a?o una decena de v¨ªctimas, m¨¢s que nunca.
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