Siete opositores discapacitados intelectuales impugnan un examen por no estar adaptado

Siete de los 31 opositores con discapacidad intelectual que el pasado 30 de junio se examinaron para optar a las plazas de auxiliar administrativo de la Universidad de Sevilla impugnar¨¢n el examen por su complejidad y por no adaptarse a la normativa vigente para este colectivo. La instituci¨®n, por el contrario, asegura que se procedi¨® a la adaptaci¨®n cognitiva del examen y que incluso form¨® un grupo de trabajo espec¨ªfico. De las 233 plazas ofertadas por la universidad, 17 son para discapacitados y 5 de estas para discapacitados intelectuales.

Mar¨ªa Jos¨¦ Ruiz, que representa a los denunciantes, tilda de ¡°injusto¡± y ¡°extremadamente dif¨ªcil¡± el examen, y denuncia que la prueba fue elaborada para personas sin discapacidad alguna.

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Este grupo tambi¨¦n ha denunciado una serie de irregularidades que ocurrieron durante las pruebas: desde un primer momento, la universidad no les facilit¨® los temarios adaptados con lectura f¨¢cil, a pesar de reclamarlo por escrito e incluso pedirlo al Defensor del Pueblo Andaluz para que forzara a la instituci¨®n a hacerlo. La Universidad de Sevilla alega que era ¡°un recurso que estaba fuera de los plazos establecidos¡± y que ¡°se rige por sus estatutos, donde este asunto no figura como obligaci¨®n¡±.

Como muestra de su dificultad, los opositores lamentan que sufrieron un ¡°enorme desconcierto¡± puesto que pasaron gran parte del tiempo del examen ¨Chasta cuatro horas- preguntando el significado de algunas de las palabras y el sentido de algunas de las frases. El cuadernillo de preguntas estaba aparte del de respuestas, con la dificultad que ello conlleva. Asimismo, el examen comenz¨® una hora m¨¢s tarde, una espera que les desconcert¨® y que increment¨® sus niveles de nerviosismo.

La Universidad rebate las quejas

La Universidad de Sevilla asevera que ¡°s¨ª adapt¨® el examen y las condiciones para su celebraci¨®n¡±, para lo que constituy¨® un grupo de trabajo espec¨ªfico, cuyo trabajo se centr¨® en ¡°reformular y simplificar las 80 preguntas y las opciones de respuesta¡±, ¡°eliminando¡±, siempre que ello fuera posible, ¡°legislaci¨®n, art¨ªculos, formulaciones negativas¡±, o bien facilitando sin¨®nimos o breves explicaciones que facilitasen la comprensi¨®n.

La universidad hispalense ha indicado tambi¨¦n que el llamamiento de los opositores se realiz¨®, como en el resto de las aulas, a las nueve de la ma?ana, ¡°comenzando como estaba previsto una hora m¨¢s tarde¡±. El acceso a esa aula, precisamente, estuvo tambi¨¦n autorizado para los familiares y acompa?antes de los opositores con discapacidad.

La duraci¨®n del examen, por su parte, se estableci¨® en cuatro horas para los discapacitados intelectuales, el doble de tiempo que para el resto de opositores. Este tiempo considera la universidad que debi¨® ser ¡°suficiente¡± dado que el ¨²ltimo opositor abandon¨® el aula a las 13.40, es decir, 20 minutos antes de lo se?alado para el fin del examen.

Por ¨²ltimo, la instituci¨®n subraya que, una vez finaliz¨® el examen, un colaborador acompa?¨® a cada opositor a la Secretar¨ªa de la facultad,?sin perder de vista la prueba en ning¨²n momento, para que una funcionaria les hiciera una fotocopia de la misma y pudieran llev¨¢rsela a casa. Asimismo, ¡°se les dispuso en el aula de agua y diversas piezas de fruta para favorecer su rendimiento¡±.

Los opositores con discapacidad intelectual temen que las plazas para el cupo de reserva queden desiertas y pasen al cupo general, una posibilidad que contempla la norma. Por ello, exigen que se rectifique y la universidad convoque una nueva prueba para el cupo de discapacitados intelectuales.