Ana Julia Quezada, cuenta atr¨¢s para una condena ?perpetua?
La autora confesa del crimen del peque?o Gabriel ser¨ªa la primera mujer penada con la prisi¨®n permanente revisable. El jurado dar¨¢ a conocer su veredicto a las 18.30
El jurado popular del caso Gabriel se encuentra reunido por segundo d¨ªa para contestar al centenar largo de preguntas que les ha planteado la juez de la secci¨®n segunda de la Audiencia de Almer¨ªa, Alejandra Dodero. Sus nueve miembros, siete mujeres y dos hombres, dar¨¢n a conocer hoy a las 18.30 su veredicto. Tanto la Fiscal¨ªa como la acusaci¨®n particular piden prisi¨®n permanente revisable?para la autora confesa de la muerte del peque?o Gabriel Cruz, de ocho a?os.
Quezada, una inmigrante de Rep¨²blica Dominicana, de 45 a?os, que mat¨® al hijo de su entonces pareja, ser¨ªa la primera mujer sobre la que recaer¨ªa esta controvertida pena, equivalente a cadena perpetua. De ser condenada por asesinato con alevos¨ªa (que es la petici¨®n de la fiscal, Elena Fern¨¢ndez) o si el jurado considera que cometi¨® el crimen con ensa?amiento (como sostiene el abogado de la familia, Francisco Torres), Quezada solo podr¨ªa salir a la calle si demuestra que se ha rehabilitado y eso no ocurrir¨ªa antes de los 25 a?os de reclusi¨®n. Es decir, en su caso, reci¨¦n entrada en la s¨¦ptima d¨¦cada de vida. Y solo se dar¨ªa esa circunstancia si hubiese accedido previamente al tercer grado. Las siguientes revisiones tendr¨ªan lugar a los 28 y 30 a?os.
La prisi¨®n permanente revisable est¨¢ prevista para los autores de ¡°cr¨ªmenes que causan una especial repulsa social¡± o ¡°delitos de excepcional gravedad¡±. Esto incluye a los que matan a ni?os, personas con discapacidad, asesinos en serie y agresores sexuales que acaban con la vida de su v¨ªctima. Tambi¨¦n a los responsables de atentados terroristas o de la muerte del Rey o de su heredero. Esta pena fue aprobada en 2015 por la mayor¨ªa absoluta del PP, incorporada a la reforma del C¨®digo Penal y recurrida inmediatamente por la oposici¨®n ante el Tribunal Constitucional. Cuatro a?os despu¨¦s, este no se ha pronunciado.
En 2018 el Congreso debati¨® el endurecimiento de esa condena a instancias del PP y Ciudadanos. En la memoria reciente, tanto de la sociedad como de los diputados, estaba el crimen de Gabriel, ocurrido el 27 de febrero de ese a?o en una finca de Rodalquilar (Almer¨ªa). La iniciativa fue rechazada, al igual que la propuesta de PNV de suprimir la prisi¨®n permanente revisable. Entonces, m¨¢s de 100 catedr¨¢ticos de Derecho Penal firmaron un manifiesto pidiendo su derogaci¨®n. Creen los penalistas que esta dur¨ªsima medida no disuade de cometer los delitos m¨¢s graves ¡°en mayor medida que las ya severas penas preexistentes de hasta 30 a?os de prisi¨®n por un delito y hasta 40 a?os por la comisi¨®n de varios¡± y ¡°compromete adem¨¢s algunos de los valores fundamentales que nos configuran como sociedad democr¨¢tica¡±. Se trata, a su entender, de una nueva instauraci¨®n de la cadena perpetua, derogada hace casi 100 a?os, en 1928.
Diez hombres han sido condenados a prisi¨®n permanente revisable. El ¨²ltimo, en junio de este a?o, ha sido Roberto Fern¨¢ndez, un hombre de Valladolid que viol¨® y mat¨® de una paliza a la hija de cuatro a?os de su pareja. Tambi¨¦n la est¨¢n cumpliendo el descuartizador de Pioz, que asesin¨® y troce¨® a dos t¨ªos y dos primos de cuatro a?os y uno en esa localidad de Guadalajara, y el autor de un asesinato machista, Francisco Salvador Garc¨ªa, que agredi¨® sexualmente y mat¨® a su expareja en Hu¨¦rcal (Almer¨ªa). La sorprendi¨® mientras dorm¨ªa, le propin¨® m¨¢s de cien golpes, le cort¨® parte de la lengua y abus¨® de ella.
El espectro pol¨ªtico se muestra dividido. El PP quiere ampliar los supuestos en los que se puede aplicar. De 6 a 11, incluyendo a los violadores en serie y a los autores de fuegos forestales en los que se produzcan muertes. Lo mismo propugna el partido de extrema derecha Vox. Ciudadanos ha cambiado radicalmente su posici¨®n. La consideraba inconstitucional, pero ahora quiere que se ampl¨ªen los supuestos y as¨ª lo propuso en su ¨²ltimo programa electoral. Tanto la izquierda como el PNV son contrarios a esta pena.
Gu¨ªa para ser un buen jurado
Al entregar al jurado popular los 22 folios del objeto de veredicto este mi¨¦rcoles, la magistrada Alejandra Dodero record¨® a sus miembros dos ideas fundamentales del sistema jur¨ªdico espa?ol. "Toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario", proclam¨® con toda solemnidad, y a continuaci¨®n: "In dubio, pro reo, es decir, que en caso de duda, deben favorecer siempre a la acusada", una advertencia que quiso que tengan en cuenta los nueve ciudadanos elegidos para decidir sobre delitos tan sensibles como aquellos por los que se juzga a Ana Julia Quezada. Se convoca un jurado popular solo en tribunales penales cuando se juzgan homicidios, amenazas, omisi¨®n del deber de socorro, allanamiento de morada, cohecho o malversaci¨®n de caudales p¨²blicos.
El jurado ha de contestar a las 142 preguntas que les ha realizado la juez y votar en voz alta, acto al que est¨¢n obligados bajo multa de 450 euros. Para cada uno de los "hechos desfavorables", es decir, los que inculpan a la acusada, se necesitan siete votos de los nueve. Para los "favorables", los que se?alan su inocencia, cinco. Y todas las respuestas deben estar motivadas. "No tengan reparo en extenderse", les recomend¨®. Una vez concluido su trabajo, entregar¨¢n a la magistrada el acta firmada por todos ellos. Si no se ha contestado con fundamento algunas de las preguntas, la juez les devolver¨¢ el documento.
La enorme responsabilidad que han asumido las siete mujeres y dos hombres consiste en decidir sobre la culpabilidad de Quezada respecto de los cinco delitos de los que se le acusa. Todos viven en la provincia de Almer¨ªa, no tienen relaci¨®n alguna con la familia del peque?o ni con la acusada, como marca la ley del jurado. No disponen de m¨®viles ni pueden comunicarse con sus familias y allegados. Comen en la Audiencia y, cuando al final de la tarde salen del edificio, caminan hacia su hotel escoltados por cuatro polic¨ªas.
Dentro del escueto espacio en penumbra en el que permanecen encerrados en torno a una mesa rectangular trazar¨¢n la suerte de la mujer que les ha acompa?ado cada uno de estos ¨²ltimos d¨ªas. La han visto llegar esposada, sollozar, llorar o permanecer con las manos enlazadas y la mirada baja. Se han sentado frente a su imagen con gafas y una sudadera roja en el lugar del crimen y con el pelo alisado, empeque?ecida y ajena a su propia identidad en la reconstrucci¨®n de los hechos. Han escuchado a decenas de testigos y peritos hablar sobre lo que ella hizo y lo que ten¨ªa en el bolso, han seguido sus movimientos y o¨ªdo sus conversaciones. Les han ense?ado la pala y el hacha que encontraron en la finca de Rodalquilar, una meca hippie en el Cabo de Gata de donde el ni?o no sali¨® con vida.
Firmar el futuro de esta mujer consiste en decidir con todas esas pruebas, informes y testimonios si el peque?o Gabriel muri¨® porque Quezada intent¨® acallarlo, como ha gritado durante el juicio, o si lo mat¨® con suma crueldad, prolongando su agon¨ªa. Si caus¨® a los padres del ni?o un sufrimiento extraordinario al esconder su crimen y animarlos con la promesa de que encontrar¨ªan a su hijo sano y salvo, si acaso perdido en alg¨²n paraje pr¨®ximo. La diferencia est¨¢ en pasar tres a?os en la c¨¢rcel o seguir encerrada toda la vida.
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