M¨¦xico inyecta 2.000 millones de d¨®lares para combatir los rezagos en el sector salud
El Gobierno presenta la creaci¨®n del Instituto de Salud para el Bienestar, la regularizaci¨®n de 87.000 trabajadores precarios y el reclutamiento de m¨¦dicos para zonas marginadas
Un nuevo Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi), 40.000 millones de pesos (2.000 millones de d¨®lares) adicionales al presupuesto del sector y la mejora de las condiciones laborales de 87.000 empleados en situaci¨®n precaria. Esas son las claves del plan nacional de salud que ha presentado este lunes el presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. El diagn¨®stico oficial es que hay rezagos en la infraestructura hospitalaria, un sistema segmentado y con inequidades graves, as¨ª como una cobertura equiparable a pa¨ªses como Nigeria o Sri Lanka en las zonas m¨¢s marginadas del pa¨ªs. ¡°La poblaci¨®n mexicana padece diferencias en el acceso y la calidad de la atenci¨®n¡±, ha reconocido en conferencia de prensa el secretario de Salud, Jorge Alcocer. La estrategia se ha anunciado con varias semanas de retraso y despu¨¦s de que el Gobierno fuera blanco de cr¨ªticas por el desabasto de medicinas, impagos al personal sanitario y falta de recursos en hospitales.
La gran apuesta de L¨®pez Obrador para combatir los rezagos es el Insabi, contemplado como un organismo descentralizado de acceso universal dirigido a la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable. M¨¢s de 51 millones de mexicanos, el 45% de los habitantes, no tienen seguridad social, seg¨²n datos oficiales. Existen, adem¨¢s, desequilibrios graves en el sistema de salud: los m¨¦dicos y los hospitales mejor equipados se concentran en las principales ciudades, lo que provoca una sobrecarga en el tercer nivel de atenci¨®n y una cobertura muy baja o deficiente a nivel comunitario en zonas rurales marginadas o azotadas por la violencia.
La inversi¨®n adicional de 40.000 millones de pesos se destinar¨¢ a crear el nuevo instituto, cuyo titular ser¨¢ Juan Ferrer, hasta ahora encargado de despacho de la Comisi¨®n Nacional en Protecci¨®n Social en Salud. Se destinar¨¢n adem¨¢s m¨¢s de 34.000 millones para apuntalar la infraestructura, ante una herencia de 98 hospitales y 219 unidades de primer nivel inconclusos, acusa la Administraci¨®n, que tom¨® posesi¨®n en diciembre pasado.
La mejora de las condiciones laborales comenzar¨¢ este a?o con incluir como personal de base a m¨¢s de 6.000 trabajadores, los que tienen una antig¨¹edad de 10 a?os o m¨¢s. Se ha lanzado una convocatoria para sumar m¨¦dicos, aunque no se ha detallado en la presentaci¨®n cu¨¢les ser¨ªan los incentivos salariales para que vayan a las zonas m¨¢s marginadas. El Gobierno ha dicho antes que tiene un d¨¦ficit de 123.000 m¨¦dicos y ha fraguado el plan despu¨¦s de que se cuestionara que existe un cuello de botella en la formaci¨®n de especialistas, en un sistema lastrado durante d¨¦cadas que rechaza al 80% de los aspirantes.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que atiende a los trabajadores del sector privado, ha anunciado tambi¨¦n que contratar¨¢n a 1.269 enfermeras y 77 psic¨®logos en hospitales regionales, ante los rezagos que existen en Salud Mental, as¨ª como la apertura de 1.039 plazas para personal con contratos temporales en zonas rurales. Otro de las propuestas es garantizar el abasto de medicinas con compras eficientes, planeaci¨®n del suministro y mejor distribuci¨®n. Algunos medicamentos clave no han llegado a la poblaci¨®n despu¨¦s de que se retrasara su adquisici¨®n en lo que se justific¨® como una estrategia para combatir la corrupci¨®n. Los conflictos por la demora y falta de medicamentos derivaron en la renuncia en mayo de Germ¨¢n Mart¨ªnez, el director que hab¨ªa sido nombrado a inicios del mandato de L¨®pez Obrador.
La presentaci¨®n del plan nacional de salud se lee como una respuesta a la pol¨¦mica de los ¨²ltimos meses y las criticas de la oposici¨®n, y se produce despu¨¦s de que L¨®pez Obrador visitara entre julio y octubre 80 hospitales rurales en 19 Estados del pa¨ªs. En el centro del debate ha estado la pol¨ªtica de austeridad y el combate a la corrupci¨®n, as¨ª como ajustes en la operaci¨®n de la Administraci¨®n P¨²blica. Los opositores acusan desconocimiento y errores en tareas fundamentales para el bienestar de la poblaci¨®n, mientras que el Gobierno argumenta que hered¨® un sistema deficiente, corrupto y que ahondaba las desigualdades. Mientras la discusi¨®n toma tintes cada vez m¨¢s politizados y el pa¨ªs prueba una nueva f¨®rmula para combatir estos rezagos, la promesa es que el acceso a la salud de calidad deje de ser un privilegio y un derecho negado a decenas de millones de personas.
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