La Cumbre del Clima busca recortes m¨¢s dr¨¢sticos de las emisiones de los pa¨ªses
Madrid se convierte en el centro de la lucha clim¨¢tica internacional. Los Estados deben rematar el desarrollo del Acuerdo de Par¨ªs en la COP25 y comprometerse a reducir m¨¢s sus gases
Cuando hace un mes las calles de Santiago de Chile ard¨ªan por las protestas y el Gobierno del conservador Sebasti¨¢n Pi?era tuvo que renunciar a acoger la Cumbre del Clima anual, se pens¨® en dejarla caer. Simplemente, que no se celebrase este a?o. Porque esta cumbre no estaba llamada a pasar a la historia. Es una cita de transici¨®n entre la adopci¨®n y el desarrollo del Acuerdo de Par¨ªs ¡ªque se cerr¨® tras a?os de negociaciones y fracasos en la capital francesa en 2015¡ª y la puesta en marcha a partir de la pr¨®xima d¨¦cada de ese pacto, que busca que el calentamiento se quede dentro de unos l¨ªmites manejables.
Pero Espa?a se ofreci¨® a que se celebrara en Madrid en las fechas previstas: entre el 2 y el 13 de diciembre. Y los que est¨¢n implicados en estas negociaciones internacionales aseguran que una de las razones fundamentales para no cancelarla era el contexto. La cumbre se desarrollar¨¢ en mitad de una tremenda falta de liderazgo internacional en la lucha clim¨¢tica y en un momento p¨¦simo para multilateralismo. Donald Trump ha iniciado ya el proceso para sacar a EE UU del Acuerdo de Par¨ªs, China no da se?ales de que vaya a aumentar sus planes de recorte de gases de efecto invernadero, Rusia no ha presentado ante la ONU su programa para reducirlos, los todav¨ªa Veintiocho no han logrado a¨²n consensuar la meta de cero emisiones para 2050... Por eso se deb¨ªa celebrar la llamada COP25, para huir de la sensaci¨®n de que la lucha clim¨¢tica internacional es un "proceso que implosiona", como dec¨ªa la semana pasada la ministra para la Transici¨®n Ecol¨®gica en funciones, Teresa Ribera.
Pero este encuentro tiene tambi¨¦n por delante dos retos concretos: uno pol¨ªtico y otro t¨¦cnico. Por un lado, debe servir para que se d¨¦ una "clara demostraci¨®n" por parte de los pa¨ªses para "ampliar la ambici¨®n" contra el calentamiento, ha indicado este domingo Ant¨®nio Guterres, secretario general de la ONU. Por otro lado, ha recordado, se debe terminar de desarrollar el Acuerdo de Par¨ªs y fijar los criterios para poner en marcha mercados de emisiones, algo que hasta ahora no se ha podido hacer por el desacuerdo entre los pa¨ªses.
Estas son las claves de la COP25 que pondr¨¢ a Madrid en el centro de la acci¨®n contra la emergencia clim¨¢tica.
?Qu¨¦ es una COP? Las siglas COP en ingl¨¦s se refieren a la Conferencia de las Partes. Es decir, a la reuni¨®n ¡ªnormalmente anual¡ª de los casi 200 pa¨ªses que forman parte de la Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico. La convenci¨®n se adopt¨® en 1992 y establec¨ªa que los gases de efecto invernadero que emite el ser humano en su actividad cotidiana est¨¢n contribuyendo al cambio clim¨¢tico. La convenci¨®n, adem¨¢s, fij¨® que los firmantes deben reducir esos gases. Para desarrollar ese tratado se celebran las COP, en las que participan los delegados y ministros de los casi 200 pa¨ªses del mundo. Las cumbres se desarrollan cada a?o en un ¨¢rea del planeta y esta edici¨®n le correspond¨ªa a Latinoam¨¦rica. Primero se ofreci¨® Brasil, pero la llegada de Jair Bolsonaro hizo que ese pa¨ªs renunciara. Chile fue la alternativa, aunque hace un mes tambi¨¦n desisti¨® y la COP se celebrar¨¢ en Madrid. Aunque Chile seguir¨¢ conservando la presidencia de la cumbre, lo que implica dirigir las negociaciones.
?Qu¨¦ es el Acuerdo de Par¨ªs? La convenci¨®n marco sirvi¨® primero para que se aprobara en 1997 el Protocolo de Kioto. Luego, en 2015, se adopt¨® el Acuerdo de Par¨ªs, que sustituir¨¢ a partir de la pr¨®xima d¨¦cada a Kioto y que obliga a todos los pa¨ªses a que se sumen a acometer recortes de sus gases. La suma de todas esas reducciones debe ser suficiente para que se cumpla el principal objetivo del Acuerdo de Par¨ªs: que el aumento de la temperatura media del planeta no supere los dos grados cent¨ªgrados respecto a los niveles preindustriales, y en la medida de lo posible que no rebase los 1,5. Ese es el l¨ªmite que establece la ciencia para evitar los efectos m¨¢s catastr¨®ficos de un calentamiento que ya no se puede revertir.
?Qu¨¦ dice la ciencia? Los estudios cient¨ªficos ¡ªliderados por el IPCC, el grupo de expertos que asesoran a Naciones Unidas¡ª y los diferentes organismos internacionales vinculados a la ONU advierten de que los pa¨ªses no est¨¢n ni mucho menos bien encaminados para cumplir esas metas de Par¨ªs: deben multiplicar por cinco sus planes de recorte para lograr la meta del 1,5 grados y por tres para los 2 grados. La concentraci¨®n en la atm¨®sfera de los principales gases de efecto invernadero no ha dejado de aumentar desde que se firm¨® en 1992 la convenci¨®n marco. Las emisiones solo han ca¨ªdo de forma clara en periodos de crisis. "Estamos en un agujero profundo y seguimos cavando", ha resumido Guterres, quien incide en que la humanidad se est¨¢ quedando sin tiempo y "pronto ser¨¢ demasiado tarde" para que el calentamiento se quede dentro de esos m¨¢rgenes seguros.
?Qu¨¦ es la ambici¨®n? Tras esa expresi¨®n ¡ªincorporada ya a la jerga de las negociaciones clim¨¢ticas¡ª se esconde la asunci¨®n de que los planes de recorte de las emisiones de los pa¨ªses no son suficientes. "La brecha es enorme", resum¨ªa este fin de semana la ministra chilena de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, quien ostenta la presidencia de la COP25. Por eso, el Acuerdo de Par¨ªs establec¨ªa revisiones peri¨®dicas al alza de los planes de recorte. La primera es en 2020 y el objetivo pol¨ªtico es que los Gobiernos se comprometan a hacerlo durante esta cumbre. Esos planes son de aplicaci¨®n inmediata y fijan metas a 2030. Guterres destac¨® que espera que m¨¢s pa¨ªses se comprometan tambi¨¦n durante la COP25 a alcanzar la gran meta a largo plazo: la neutralidad de emisiones para 2050.
?Qu¨¦ es el art¨ªculo 6? El Acuerdo de Par¨ªs necesitaba de un reglamento de desarrollo y, desde 2015, los negociadores de los 200 pa¨ªses lo han ido cerrando. Pero en el art¨ªculo 6 se ha encallado la negociaci¨®n desde 2015. "No quiero concebir la posibilidad de que no haya acuerdo en el art¨ªculo 6", ha dicho Guterres. Pero, lo cierto, es que su desarrollo se est¨¢ complicando. Este art¨ªculo hace referencia a los intercambios de derechos o unidades de emisiones de gases de efecto invernadero entre pa¨ªses, y tambi¨¦n es el ¨²nico de todo el acuerdo que hace referencia al sector privado, ya que abre la puerta a que las empresas puedan adquirirlos.
En el Protocolo de Kioto ya exist¨ªa un sistema por el que un pa¨ªs que no consegu¨ªa recortar lo que deb¨ªa sus gases pod¨ªa comprarle a otro Estado derechos de emisiones. Ese sistema se supone que seguir¨¢ con Par¨ªs y uno de los principales debates es c¨®mo evitar la doble contabilidad, es decir, que un mismo derecho no pueda llevarse a los balances de reducci¨®n de dos pa¨ªses a la vez.
La otra pata que se debe desarrollar dentro de ese art¨ªculo afecta a los mercados de emisiones a los que han de acudir las empresas de los sectores obligados a hacer recortes. Por ejemplo, la aviaci¨®n: las compa?¨ªas tendr¨¢n que acudir a comprar esos derechos para compensar sus emisiones. Europa ya cuenta con un mercado de este tipo y la filosof¨ªa que subyace es que cuando se le obliga a pagar por los gases emitidos, el sector privado avanza hacia la descarbonizaci¨®n. Pero a la Uni¨®n Europea le ha costado 15 a?os lograr que su mercado sea eficaz y no ha sido hasta ahora cuando se ha conseguido desplazar a las centrales de carb¨®n, las m¨¢s sucias.
J¨®venes, cient¨ªficos y delegados negociadores
A las cumbres del clima no solo acuden delegados para negociar, adem¨¢s de mandatarios ¡ªen Madrid se esperan unos 50 para la inauguraci¨®n de este lunes¡ª. Entre las 25.000 personas que participar¨¢n durante la COP25 tambi¨¦n hay otros actores como los representantes de varios organismos cient¨ªficos. Las cumbres sirven para que a trav¨¦s de la presentaci¨®n de diferentes informes se radiograf¨ªe la evoluci¨®n de la lucha contra el calentamiento y sus efectos. Adem¨¢s, en las ¨²ltimas COP se ha incorporado con fuerza otro actor: los j¨®venes activistas que est¨¢n liderando en las calles las protestas. El 6 de diciembre se espera una gran manifestaci¨®n en Madrid liderada por la activista Greta Thunberg. A los cient¨ªficos y j¨®venes se une otro actor m¨¢s: las empresas. Se espera que durante la cumbre de Madrid un n¨²mero importante de grandes compa?¨ªas se comprometan a reducir sus emisiones y a luchar contra el calentamiento.
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