Madrid registra el mayor batacazo auton¨®mico en las pruebas de PISA
Un escolar gallego va tres cursos por delante de un estudiante de Ceuta
La Comunidad de Madrid, la regi¨®n que menos invierte en cada escolar (3.945 euros) de Espa?a y quien m¨¢s segrega a los m¨¢s necesitados seg¨²n el informe PISA ¡ªa¨ªsla?a los m¨¢s desfavorecidos¡ª? siempre ha alardeado de?buenos resultados en la evaluaci¨®n pese a su poco gasto. Pero en esta ocasi¨®n las cuentas no salen. Ha dejado de posicionarse segunda en la tabla, perdiendo 29 puntos en ciencias (equivalente a un curso escolar)?y 17 puntos en matem¨¢ticas.?Su Gobierno, del PP y Ciudadanos, pone en duda los resultados en estas competencias porque creen que est¨¢n contaminados por los de lectura, que no han sido publicados porque la OCDE ha detectado ¡°anomal¨ªas¡± en uno de los ejercicios.?El consejero Enrique Ossorio ha llegado a afirmar esta ma?ana:?"Los datos son absolutamente incre¨ªbles y absurdos para la Comunidad de Madrid". Ossorio asegura que hay una "misteriosa?caja negra" que no da explicaciones a los problemas vinculados a las?pruebas.
En la rueda de prensa de presentaci¨®n del informe en Madrid, la japonesa?Miyako Ikeda,?responsable del an¨¢lisis de datos de PISA, ha negado?categ¨®ricamente?la posible contaminaci¨®n. Mientras el secretario de Estado de Educaci¨®n, Alejandro Tiana, ha animado a que Madrid se plantee c¨®mo ha aplicado la ley Wert, de 2013.
Isabel Galv¨ªn, de la Federaci¨®n de Ense?anza de Comisiones Obreras en Madrid, hace una lectura muy distinta de la de Ossorio: ¡°Madrid ha sido el buque insignia de los recortes en educaci¨®n en Espa?a. ?Qu¨¦ ser¨ªa de Madrid, que tiene el PIB per c¨¢pita m¨¢s alto de Espa?a, si la Comunidad gastase como el Pa¨ªs Vasco (un 63% m¨¢s por alumno]? Estar¨ªamos a la altura de Hamburgo y los ni?os de los barrios deprimidos podr¨ªan aspirar a ser lo que quisiesen". Los hogares madrile?os son tambi¨¦n los que m¨¢s se hacen cargo de gastos educativos (libros, materiales, transporte o extraescolares): 1.624 euros por alumno, un 57% m¨¢s que la media nacional. Por debajo de la media en inversi¨®n p¨²blica en educaci¨®n est¨¢n tambi¨¦n Catalu?a ¡ªpese a su riqueza¡ª, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana y Murcia, estas dos ¨²ltimas con una puntuaci¨®n por debajo de la media.
Catalu?a, tambi¨¦n muy rica, adelanta a Madrid pese a que mengua 10 puntos en matem¨¢ticas y 15 en ciencias. Y tampoco se f¨ªa del informe. Su Gobierno considera que las autonom¨ªas que?han quedado por encima "son comunidades con un nivel de complejidad en su poblaci¨®n escolar muy inferior a la de Catalu?a" y han resaltado que s¨®lo Madrid, Andaluc¨ªa, Comunidad Valenciana y Baleares tienen unos niveles comparables "y todas ellas han puntuado por debajo".
La brecha de resultados en la evaluaci¨®n de calidad educativa PISA es abismal entre las comunidades aut¨®nomas espa?olas. A un escolar de Ceuta (415 puntos) le separan 95 puntos en ciencias de un gallego (510). O al mismo alumno en matem¨¢ticas (411) le distancian 92 puntos con un navarro (503). Eso, en t¨¦rminos de PISA, supone que el estudiante de Ceuta va dos cursos por detr¨¢s del de Galicia o Navarra.
Espa?a no hab¨ªa visto nunca en cifras una disparidad tan enorme y eso obedece a que en la ¨²ltima edici¨®n de PISA, cuyos ex¨¢menes se contestaron en abril y mayo de 2018, el Gobierno ¡ªentonces en manos del Partido Popular¡ª decidi¨® por primera vez ampliar la muestra con las ciudades aut¨®nomas de Ceuta y Melilla, que no tienen las competencias educativas transferidas. Ambas urbes tienen una renta media y un entorno sociocultural bajo y altas tasas de paro (29% de desempleo frente al 13,9% nacional). En estas ciudades la mitad de los alumnos han repetido al menos un curso y Tiana reconoce que hay que construir nuevos centros porque las ratios por aula son muy elevadas. El problema, asegura, es el espacio.
Ning¨²n pa¨ªs va tan al detalle como Espa?a para hacer una radiograf¨ªa de su sistema educativo. Pasan la prueba 36.000 alumnos de 1.089 centros de titularidad p¨²blica, concertada y privada de todo el Estado. Y ello supone que cada comunidad pague un extra a la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) por examinar a m¨¢s escolares. Madrid, por ejemplo, ha abonado 200.000 euros.
Sin llegar a la desigualdad de Ceuta con Galicia, el intervalo entre regiones del norte y del sur y el arco mediterr¨¢neo siempre ha existido. Hay muchos factores que influyen. El informe PISA afirma que el 10% de una puntuaci¨®n est¨¢ condicionada por el estatus sociocultural y en ese contexto el sur sale perdiendo. Canarias y Andaluc¨ªa ocupan las peores posiciones de PISA dentro de Espa?a (exceptuando Ceuta y Melilla) y sus rentas son la cuarta y segunda por la cola, respectivamente. Extremadura, que es la m¨¢s pobre (18.174 euros), est¨¢ apenas un escal¨®n por encima de ellas. Las tres rondan el 20% de desempleo, casi el doble nacional.
¡°El sistema educativo se mueve por inercias y en el sur y el arco mediterr¨¢neo tienen que redistribuir los recursos para hacer m¨¢s atractiva la escuela a los alumnos y profesores¡±, razona Mar¨ªa Castro, profesora del departamento de Investigaci¨®n y Psicolog¨ªa en Educaci¨®n de la Universidad Complutense. ¡°Tienen que ver el poder de la escuela como motor social. Porque las expectativas laborales son importantes para medir el esfuerzo. Si no, es dif¨ªcil que se enganchen¡±.
Castro no entiende que el Gobierno de Espa?a se ¡°desentienda¡± de la brecha interregional. ¡°Tiene que ser una acci¨®n prioritaria de pa¨ªs investigar qu¨¦ pasa y no se hace¡±, lamenta la experta en medida y evaluaci¨®n de los sistemas educativos. Cuanto m¨¢s abajo est¨¢ una regi¨®n en el ranking el margen de mejora es mayor y Canarias, Extremadura y Andaluc¨ªa han ascendido ligeramente.
En la edici¨®n de 2015 de PISA el 26% de la variaci¨®n en la puntuaci¨®n en ciencias estuvo relacionada con el PIB per c¨¢pita "un porcentaje menor que el observado por pa¨ªses pero tambi¨¦n estad¨ªsticamente significativo", se explica en el libro Diferencias educativas regionales: 2000-2006, del Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (IVIE) y el BBVA. La brecha no es mayor porque "el gasto p¨²blico en educaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas no depende solo de su capacidad fiscal (asociada al PIB) sino tambi¨¦n de los mecanismos de nivelaci¨®n del sistema de financiaci¨®n auton¨®mico".
Los datos de PISA demuestran que desde el momento en que un pa¨ªs destina m¨¢s de 50.000 d¨®lares (45.365 euros) a la educaci¨®n de un ni?o entre sus 6 y 15 a?os ya no se puede establecer una relaci¨®n autom¨¢tica entre gastar y mejorar en los resultados. No es tanto cu¨¢nto sino c¨®mo se invierte. Y eso lo saben bien en el Pa¨ªs Vasco que son quienes destinan m¨¢s recursos a sus alumnos (6.502 euros), tienen un alto PIB per c¨¢pita (34.079 euros) y un bajo abandono escolar y, sin embargo, sus resultados est¨¢n en la mitad de la tabla espa?ola. En esta edici¨®n ha quedado algo por encima; el resto ha empeorado m¨¢s.
Todas las comunidades aut¨®nomas gestionan la educaci¨®n, al menos desde 2001, pero el tama?o de sus sistemas educativos es muy diverso: Andaluc¨ªa, pen¨²ltima en PISA, supera los 1,8 millones de alumnos y La Rioja, en la cabeza, apenas alcanza los 59.000 y eso facilita la gobernanza. Tambi¨¦n otras comunidades uniprovinciales, y situadas en el norte de Espa?a, quedan por encima del promedio: Asturias, Navarra (la mejor en matem¨¢ticas y segunda que m¨¢s invierte en sus alumnos) y Cantabria. Tambi¨¦n se sit¨²an bien Castilla-Le¨®n y Arag¨®n, de poblaci¨®n homog¨¦nea y que se caracterizan por hacer un gran esfuerzo por mantener abiertas las escuelas rurales en pleno proceso de despoblamiento de sus provincias.
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