China copa la cima del informe PISA entre cr¨ªticas por la presi¨®n escolar
Los excelentes resultados de China continental, Macao y Hong Kong contrastan con las cr¨ªticas dom¨¦sticas ante la presi¨®n que el sistema educativo impone a los estudiantes

China continental ¡ªrepresentada por Pek¨ªn, Shangh¨¢i, Jiangsu y Zhejiang¡ª se sit¨²a primera en el podio de la evaluaci¨®n educativa PISA con una valoraci¨®n media de 578 puntos. A la regi¨®n administrativa especial de Macao le ha correspondido el bronce (542) por delante de Hong Kong, cuarta (530). Solo otro pa¨ªs asi¨¢tico, Singapur, segundo (556), ha logrado interponerse en la hegemon¨ªa del sistema educativo chino, el cual, sin embargo, es objeto de cr¨ªticas dentro del pa¨ªs por la presi¨®n que sufren los escolares.
China triunfa en todo: lectura, matem¨¢ticas y ciencia. Incluso "su 10% inferior mostr¨® una capacidad lectora superior a la media de los pa¨ªses de la OCDE", remarca ?ngel Gur¨ªa, secretario general del organismo, en el prefacio del informe. Aunque la victoria tiene, no obstante, truco:?las cuatro regiones seleccionadas son las m¨¢s ricas del pa¨ªs. Ordenadas de acuerdo a su PIB per c¨¢pita seg¨²n datos oficiales de la Oficina Nacional de Estad¨ªsticas china, Pek¨ªn es la primera, Shangh¨¢i la segunda, Jiangsu la cuarta y Zhejiang la quinta de un total de 31 provincias de riqueza muy desigual. Solo las cifras de esta ¨²ltima ¡ª98.643 yuanes en 2018 (unos 12.600 euros)¡ª suponen m¨¢s del doble de cualquiera de la mitad inferior. Precisamente por eso, el propio informe reconoce que el nivel educativo en estos cuatro territorios, cuya poblaci¨®n conjunta supera los 180 millones de habitantes, ¡°est¨¢ lejos de representar a China por completo¡±.
Lenora Chu, periodista y autora del libro Little Soldiers ¡ªPeque?os soldados, en ingl¨¦s¡ª sobre el sistema educativo chino apunta por tel¨¦fono que, pese a los condicionantes, ¡°los resultados merecen atenci¨®n ya que, aunque la muestra comprende a las provincias m¨¢s pr¨®speras del pa¨ªs, su nivel de ingresos per c¨¢pita sigue siendo inferior a la media de los pa¨ªses de la OCDE [36.750 euros en 2018]¡±. ¡°Hay tres razones fundamentales que explican esto¡±, a?ade, ¡°la primera es que escolarizaci¨®n de los hijos se afronta como un esfuerzo de toda la familia, hasta el punto de constituir el primer gasto del hogar; la segunda es un m¨¦todo de aprendizaje en el que la memorizaci¨®n tiene un mayor peso; y, por ¨²ltimo, una mentalidad de crecimiento: los alumnos entienden el ¨¦xito como una cuesti¨®n de trabajo m¨¢s que de capacidad intelectual¡±.
La educaci¨®n en China se ha caracterizado tradicionalmente ¡ªhaciendo del habla popular ciencia¡ª por el trabajo intensivo. Los resultados de PISA reflejan, en efecto, que los escolares chinos son los segundos m¨¢s aplicados con m¨¢s de 55 horas semanales de estudio sumando aula y casa, muy por delante de las 44 de media de la OCDE. ¡°El Gobierno chino necesita que sus ciudadanos crean en el sistema, en la idea de que si trabajas lo suficientemente duro alcanzar¨¢s un futuro mejor: esa es la base sobre la que el partido ha edificado su legitimidad¡±, apunta Chu. La escolarizaci¨®n es para los j¨®venes, por tanto, ¡°una manera de asegurar que se mantienen en esa escalera¡±.
El sistema educativo del gigante asi¨¢tico est¨¢ atravesado de sucesivos cortafuegos: grandes ex¨¢menes como el zhongkao?¡ªal acabar la escuela primaria¡ª o el gaokao?¡ªantes de acceder a la universidad¡ª?sin los que no es posible alcanzar el siguiente escal¨®n. Esto provoca que, como si de una competici¨®n se tratara, muchas familias opten por complementar el aprendizaje de sus hijos con una segunda escuela, para as¨ª garantizar los mejores resultados posibles en clase. Es el caso, por ejemplo, de Chen Shiyu, una ni?a de 10 a?os, alumna de un centro de primaria en el norte de Pek¨ªn. Seg¨²n cuenta su madre, Chen tiene un tutor privado con el que estudia chino, ingl¨¦s y matem¨¢ticas, las tres asignaturas fundamentales a su edad. ¡°Lo hacemos para asegurarnos de que pase de nivel y, sobre todo, por su confianza personal: si las cosas no le van bien en clase, no tendr¨¢ seguridad en s¨ª misma y no querr¨¢ ir a la escuela¡±.
Ello se traduce en que, en una jornada normal, Chen termina su segunda ronda de clases a las cinco de la tarde. Hasta las diez, hora en la que se va a la cama, tendr¨¢ que cenar y hacer deberes por partida doble, colegio m¨¢s academia, durante una media de tres horas, por lo que su madre calcula que solo disfruta de una hora de tiempo libre al d¨ªa. ¡°Todos los padres sufren por no poder dejar que sus hijos disfruten de la infancia¡±, explica, ¡°pero al mismo tiempo el resto de ni?os est¨¢n aprendiendo cosas y hay una enorme presi¨®n competitiva¡±.
El sistema educativo chino mantiene, de este modo, un extra?o equilibrio: de un lado, excelentes resultados en los test internacionales; de otro, fuertes cr¨ªticas por producir ¡°graduados con puntuaciones altas, habilidades bajas y salud d¨¦bil¡±, tal y como exponen los investigadores Xu Zhao, Robert L. Selman y Helen Haste en un estudio titulado Estr¨¦s acad¨¦mico en las escuelas chinas. Este texto se hace eco de una encuesta seg¨²n la cual, de una muestra de m¨¢s de 2.000 ni?os chinos, un 81% aseguraba preocuparse ¡°mucho¡± por los ex¨¢menes y un 73% confesaba haber sufrido castigos f¨ªsicos a causa de su desempe?o escolar. El Libro Azul de Educaci¨®n publicado en 2014 por el Gobierno del pa¨ªs ya apuntaba que el 93% de 79 suicidios de j¨®venes investigados ese a?o estaban relacionados con cuestiones acad¨¦micas.
Todo esto est¨¢ empezando a cambiar. En el distrito en el que vive Chen, las autoridades locales han comenzado a limitar la cantidad de deberes, en algunos casos hasta eliminarlos por completo. ¡°El ministerio de educaci¨®n est¨¢ desarrollando un enorme esfuerzo para reformar el sistema. Creen que los ni?os trabajan demasiado duro y desean prepararlos para una educaci¨®n m¨¢s moderna, haciendo ¨¦nfasis en la creatividad y la flexibilidad¡±, explica Chen, quien no es optimista. ¡°Creo que fundamentalmente las cosas no han cambiado. Puede que los ni?os dejen de tener deberes en el colegio, pero seguir¨¢n realizando tareas relacionadas con sus actividades extracurriculares para obtener m¨¢s ventajas competitivas frente a sus compa?eros¡±. Una frase del informe PISA resume lo que est¨¢ en juego: ¡°la calidad de las escuelas hoy alimentar¨¢ la fortaleza de la econom¨ªa ma?ana¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.