El viaje de Greta Thunberg al ¡°lado correcto de la historia¡±
La activista sueca llega a Lisboa en catamar¨¢n. Su larga traves¨ªa "es el mensaje", dice
Greta Thunberg cruz¨® un oc¨¦ano de 6.000 kil¨®metros de ancho en un peque?o barco de 15 metros de eslora. Tard¨® 21 d¨ªas y sufri¨® privaciones y adversidades, pero estar¨¢ a tiempo en la Cumbre del Clima de Madrid, como se hab¨ªa propuesto, sin usar un avi¨®n para evitar contribuir al deterioro del planeta. La activista adolescente que ha inspirado a millones de j¨®venes de todo el mundo fue recibida este martes en Lisboa como una hero¨ªna. Ella aclar¨® luego ante cientos de simpatizantes y decenas de periodistas que no espera que otros hagan el mismo sacrificio. Pero a?adi¨® que su viaje es un mensaje a los poderosos para que tomen medidas cuanto antes para desincentivar pr¨¢cticas contaminantes.?
¡°Es imposible vivir sosteniblemente hoy y eso tiene que cambiar¡±, dijo ella. Muchos de los 25.000 asistentes a la Cumbre del Clima de Madrid han llegado a la cita que comenz¨® este lunes en avi¨®n, un medio responsable del 2% de las emisiones globales de?CO2. Thunberg sali¨® del barco a un muelle del puerto de Lisboa cerca de las 13.00, hora local (una hora m¨¢s en la Espa?a peninsular), portando como siempre el cartel con el que inici¨® su lucha hace 15 meses frente al Parlamento de Suecia en Estocolmo: Skolstrejk f?r Klimatet (huelga escolar por el clima). Dijo que pasar¨¢ en Lisboa unos d¨ªas sin precisar cu¨¢ntos, pero seguro estar¨¢ en Madrid para la manifestaci¨®n del viernes para presionar a los dirigentes reunidos en el recinto ferial de Ifema. Su anuncio fue una sorpresa para los activistas portugueses porque pensaban que viajar¨ªa a la capital espa?ola este martes en tren nocturno.?
No agreg¨® mucho m¨¢s sobre sus planes porque, explic¨®, a¨²n no ha programado nada. Es la segunda vez que Thunberg cruza el Atl¨¢ntico en un peque?o barco. La primera fue en agosto, cuando viaj¨® a Estados Unidos para la reuni¨®n sobre el clima en el seno de la Asamblea de la ONU, en Nueva York. Esta vez el viaje era m¨¢s complicado. Tuvo que prepararlo con urgencia a principio de noviembre, cuando la ONU anunci¨® que la cumbre ser¨ªa organizada en Madrid en lugar de en Chile, adonde ella pensaba asistir por v¨ªa terrestre. Tambi¨¦n se encontr¨® con un tiempo mucho m¨¢s adverso, como era previsible en esta ¨¦poca del a?o.?
El viaje fue organizado gracias al poder de las redes sociales. Ella pidi¨® auxilio en Twitter y una pareja de australianos que lleva a?os dando vueltas al mundo, Riley Whitelun y Elayne Carausu, ofrecieron su catamar¨¢n, La Vagabonde. Una navegante de competici¨®n brit¨¢nica, Nikki Henderson, se prest¨® para pilotarlo.?
"Entiendo que una se?orita necesita ayuda para cruzar el oc¨¦ano", le escribi¨® Whitelun a la agente de Thunberg, una vez que establecieron contacto. Contaban su historia alegres posando con su beb¨¦ de 11 meses, Lenny, en el camarote principal, desordenado a¨²n con los restos del desayuno sobre la mesa, el bote del caf¨¦, la leche de almendras¡ Ya se hab¨ªan despedido hasta qui¨¦n sabe cu¨¢ndo de Thunberg, su padre y Henderson. Los tres viajar¨¢n a Madrid. La familia australiana partir¨¢ hacia Lagos, Portugal. En esa peque?a sala compartieron buena parte de las ¨²ltimas tres semanas, conversando sobre c¨®mo cambiar el mundo, y jugando al yaztzy, un juego de dados popular en Suecia.?
Whitelun quiso decirle algo a los innumerables cr¨ªticos de Thunberg, que la descalifican como un t¨ªtere de unos padres ¨¢vidos de lucro o del multimillonario George Soros. ¡°Una de las cosas que la gente no sabe pero creo es interesante es cu¨¢nto de todo esto est¨¢ liderado por Greta¡±, dijo Whitelun. ¡°Ella es la que est¨¢ interesada, la que est¨¢ motivada, la que hace que su padre se mueva, ella es la que ha tenido estas ideas¡±, a?adi¨®, desmintiendo a los cr¨ªticos y a quienes tienen dudas sobre la autenticidad de la menor. ¡°No se puede esconder una farsa de tal magnitud las 24 horas¡±, les dijo.?
Thunberg es especialmente admirada por menores y j¨®venes. Entre los activistas que se acercaron al puerto hab¨ªa muchos padres con hijos. Rita S¨¢ esper¨® durante horas junto a su hija de ocho a?os, Olivia, y una amiga de la peque?a, Violeta, porque para ellas Thunberg es una "superhero¨ªna". "Necesitamos inspiraci¨®n para cambiar todos juntos el mundo", dice S¨¢.
En la rueda de prensa hablaron dos j¨®venes portugueses del grupo local de Fridays for Future, el movimiento global que sigue sus pasos. Se llaman as¨ª porque Greta comenz¨® su activismo haciendo huelga escolar ese d¨ªa de la semana. Esperan que este viernes sea uno de las mayores movilizaciones hasta ahora. En Madrid, la marcha transcurrir¨¢ entre la estaci¨®n de Atocha y Nuevos Ministerios.
Thunberg no ha aclarado ni cu¨¢ndo ni c¨®mo llegar¨¢ a Madrid, aunque gente cercana a ella dice que emplear¨¢ el tren, medio en el que ha hecho buena parte de sus desplazamientos por Europa y Estados Unidos.
En el puerto de Lisboa, Thunberg pronunci¨® unas breves palabras y respondi¨® a preguntas de periodistas. Dijo que estar aislada tres semanas con tan poco espacio y pocas cosas que hacer le ha hecho desconectar de todo, y llegar a tierra es abrumador. "Creo que necesitamos tiempo para descansar, sobre todo yo, para pensarlo todo. Ahora me siento bien y quiero continuar ahora. Me siento con energ¨ªa", dijo.?
Pidi¨® presionar a los poderosos para que en la cumbre "sea escuchada la voz del pueblo, especialmente la del sur global".
"Todo el mundo tiene que hacer lo que pueda para estar en el lado correcto de la historia", a?adi¨®.
Uno de los ¨²ltimos trenes nocturnos, probable transporte a Madrid
Thunberg no ha dicho c¨®mo viajar¨¢ a Madrid, pero es muy probable que el medio elegido sea uno de los pocos trenes nocturnos a¨²n activos en la pen¨ªnsula. Este tren de Renfe tarda nueve horas y cinco minutos en hacer el recorrido entre las dos capitales. Es un tiempo enorme para dos capitales que solo est¨¢n separadas por algo m¨¢s de 500 kil¨®metros en l¨ªnea recta. Para los activistas del clima el tren es preferible al coche, incluso cuando se trata de autom¨®viles el¨¦ctricos, porque es un medio que exige infraestructuras caras. Creen que el transporte colectivo es preferible. Adem¨¢s, muchos activistas se?alan que la mayor¨ªa de coches el¨¦ctricos del mercado usan bater¨ªas de litio, un mineral cuya extracci¨®n tiene un alto coste ambiental. Por ello defienden los coches el¨¦ctricos con pila de combustible de hidr¨®geno, menos contaminante.
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