El encierro pasa factura en la b¨¢scula

El confinamiento dejar¨¢ huella en la b¨¢scula y en la salud de los ciudadanos. Entre dos y cinco kilos de m¨¢s y un incremento de los ¨ªndices de sobrepeso y obesidad, seg¨²n los expertos consultados, ser¨¢ la factura f¨ªsica que pagar¨¢n los ciudadanos por estas semanas de encierro. El estr¨¦s emocional y los problemas econ¨®micos derivados de la gesti¨®n de la pandemia abocan al consumo de productos poco saludables, como muestra el incremento en la compra de harina (un 196%) o de alcohol (un 57%). La falta de actividad f¨ªsica corona unos h¨¢bitos de vida que ponen en riesgo la salud.

La pandemia se ha convertido en un c¨®ctel perfecto de factores de riesgo, en ni?os y adultos. La ausencia de ejercicio f¨ªsico, las horas delante de las pantallas, el consumo de alimentos procesados para matar el estr¨¦s, el miedo o el aburrimiento. Todo ello configura el caldo de cultivo perfecto para disparar la b¨¢scula y elevar, m¨¢s si cabe, las cifras de exceso de peso. ¡°Lo esperable es que aumente entre tres y cinco kilos. La lucha contra la obesidad es un castillo de naipes. En pocos d¨ªas puedes perder lo que hab¨ªas conseguido en meses¡±, apunta Albert Goday, jefe de secci¨®n del servicio de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n del Hospital del Mar de Barcelona. El 17% de los adultos y el 10% de los ni?os padecen obesidad en Espa?a.

A falta de datos o estudios concluyentes sobre el impacto que tendr¨¢ el confinamiento en el peso, los expertos hacen sus estimaciones, aunque con prudencia. Seg¨²n la Sociedad Espa?ola de la Obesidad (Seedo), los ni?os y adolescentes pueden aumentar de peso un 5%. ¡°Es bastante previsible que haya un aumento de peso. En un mes de confinamiento, con que aumentes en 200 kilocalor¨ªas el consumo, que no es nada, ya es un kilo m¨¢s¡±, advierte Francisco Tinahones, presidente de la Seedo. Esas 200 kilocalor¨ªas adicionales se consiguen, por ejemplo, comi¨¦ndose diariamente varias galletas, explican desde la Seedo.

La compra de harina ha crecido un 196% y la de alcohol, un 57%

Eduardo Iglesias, coordinador del grupo de investigaci¨®n Intervenciones Traslacionales para la Salud de la Universidad de Oviedo, es uno de los investigadores que ha empezado a medir el impacto del confinamiento en los h¨¢bitos alimentarios. ¡°Queremos saber la percepci¨®n subjetiva del cambio, si hacen m¨¢s o menos ejercicio, si duermen m¨¢s, si comen m¨¢s de esto o de lo otro, y, sobre todo, por qu¨¦¡±, explica. Con datos de 3.000 personas, los resultados preliminares arrojan cambios en los h¨¢bitos de la gente en esta etapa. ¡°Se ven consumos mayores o menores de determinados alimentos. Uno de los motores que genera estos cambios es lo relativo a la actividad f¨ªsica y hemos visto que se polariza: hay m¨¢s gente que no hace nada y m¨¢s gente que hace deporte¡±, se?ala. El estr¨¦s y el aburrimiento tambi¨¦n son motores de cambio, explica el investigador. ¡°Aunque no necesariamente significa comer m¨¢s. Pueden estar nerviosos y comer menos¡±, matiza.

Seg¨²n el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n, la compra de chocolate ha aumentado hasta un 60% en la tercera semana de confinamiento. Los snacks y frutos secos, por su parte, han subido tambi¨¦n hasta un 61%; y la cerveza y otras bebidas espirituosas, en torno al 42%. ¡°Cuando est¨¢s en situaci¨®n de estr¨¦s, depresi¨®n y aburrimiento se producen ingestas compensatorias para subir los niveles de serotonina. Esto genera pulsiones alimentarias hacia productos que provocan satisfacci¨®n, como la grasa y el az¨²car. Se produce una sensaci¨®n de alivio y hace de ansiol¨ªtico, como el consumo moderado de alcohol, que genera una secreci¨®n de endorfinas que tiene el mismo efecto¡±, explica Javier Aranceta, presidente del comit¨¦ cient¨ªfico de la Sociedad Espa?ola de Nutrici¨®n Comunitaria.

Los expertos auguran un incremento de la prevalencia del sobrepeso y la obesidad. ¡°El organismo siempre ahorra energ¨ªa. Lo que podemos retroceder estas semanas en peso tardaremos bastantes meses en volver a bajarlo¡±, explica Goday. El endocrin¨®logo es el principal investigador de una revisi¨®n cient¨ªfica que concluye que ocho de cada 10 hombres y el 55% de las mujeres tendr¨¢n sobrepeso u obesidad en 2030.

El confinamiento ha desperezado las capacidades culinarias de los ciudadanos, pero no siempre hacia comidas saludables. De hecho, la compra de pescado fresco ha bajado y la de az¨²car y cacaos ha subido un 60% y un 30%, respectivamente. ¡°Para ocupar el tiempo, estamos cocinando m¨¢s. Quiz¨¢s comemos m¨¢s sano, pero tambi¨¦n descuidamos las cantidades¡±, apunta Roc¨ªo Basanta, psic¨®loga del Grupo Gallego de Tratamiento de la Obesidad Grave. Dejar de vestirse, apostilla la experta, tampoco ayuda a tomar conciencia del peso individual. ¡°Muchas personas descuidan la ropa y est¨¢n todo el d¨ªa en ch¨¢ndal y pijama. No cuidas tanto tu aspecto, que es cuando te das cuenta de si subes de peso o no¡±, se?ala. La psic¨®loga aconseja vestirse y ponerse como reto no subir de peso, tambi¨¦n usar recipientes para comer que permiten ver cu¨¢nto se est¨¢ ingiriendo. ¡°Un error que cometimos fue acumular comida en casa por miedo al desabastecimiento. Esas son compras insensatas y poco sanas. Hay que comprar con prudencia¡±, advierte.

¡°Lo esperable es que se suba entre tres y cinco kilos¡±, calcula un m¨¦dico

El par¨®n econ¨®mico que causa el confinamiento tambi¨¦n es un factor de riesgo. Por el impacto de una eventual crisis monetaria de muchas familias. Y los augurios econ¨®micos no son buenos. ¡°Hay una relaci¨®n directa. La obesidad se asocia al nivel socioecon¨®mico y es m¨¢s alta en las clases desfavorecidas. Adem¨¢s, los alimentos m¨¢s saludables son m¨¢s caros¡±, zanja Tinahones.

Los profesionales temen, especialmente, que se descompensen las personas que ya est¨¢n diagnosticadas de obesidad o sobrepeso. De entrada, ya son un colectivo de riesgo para muchas enfermedades sobrevenidas, tambi¨¦n para la infecci¨®n por coronavirus. Y el hecho de que los hospitales hayan suspendido consultas presenciales de otras especialidades para contener la pandemia puede poner en peligro la adherencia de estos pacientes al tratamiento. ¡°Un factor que se asocia a que el curso cl¨ªnico vaya bien es la frecuencia de la visita m¨¦dica: la respuesta es mejor cuantas m¨¢s visitas. Si podemos contactar menos con los pacientes, el peso va a subir, aunque intentemos reconvertirnos a la telemedicina. La visita directa siempre tiene capacidad de adherencia¡±, apunta Goday. Coincide Aranceta: ¡°Esta falta de recordatorio y evaluaci¨®n puede hacer que estos pacientes se despisten. M¨¢s de la mitad de los que tienen obesidad y sobrepeso van a aumentar la masa corporal, y los que estaban en tratamiento perder¨¢n adherencia¡±.

Hacer ejercicios en casa, sentadillas o flexiones, y ser disciplinados con la comida son algunas de las propuestas de los expertos. Y, sobre todo, insiste Basanta, ¡°ponerle remedio y no dejarse ir¡± cuando pase el confinamiento.

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