O aprendizaje o marginaci¨®n
Estamos a¨²n discutiendo si son galgos o podencos, si calidad o equidad, si concertada o p¨²blica, si el esfuerzo es de derechas y la imaginaci¨®n de izquierdas, si debemos tener una educaci¨®n centralizada o descentralizada
Hemos entrado en la sociedad del aprendizaje, que se rige por una ley implacable: ¡°Toda persona, toda empresa y toda sociedad, para progresar, tiene que aprender al menos a la misma velocidad a la que cambia el entorno. Y si quiere progresar, deber¨¢ hacerlo a m¨¢s velocidad¡±. Todas las naciones est¨¢n en estado de emergencia educativa, conscientes de que no se puede mantener un alto nivel de vida sin un alto nivel de educaci¨®n. Nosotros estamos a¨²n discutiendo si son galgos o podencos, si calidad o equidad, si concertada o p¨²blica, si el esfuerzo es de derechas y la imaginaci¨®n de izquierdas, si debemos tener una educaci¨®n centralizada o descentralizada. Mientras seguimos empantanados, el mundo sigue su curso acelerado.
En este momento, la educaci¨®n espa?ola se enfrenta a dos retos. El primero es organizar el curso 2020-2021. Se trata de un curso excepcional y an¨®malo, en que debemos recuperar las carencias provocadas por la pandemia, porque de lo contrario se ampliar¨¢ la brecha educativa. El curso pr¨®ximo necesitaremos dividir las aulas, aprovechar al m¨¢ximo las nuevas tecnolog¨ªas, contratar profesorado, adaptar los curr¨ªculos e intensificar la relaci¨®n con las familias porque la crisis econ¨®mica que se nos viene encima afectar¨¢ profundamente a la educaci¨®n. Todo esto hay que prepararlo ya. El otro objetivo es menos coyuntural. Tenemos que resolver los problemas cr¨®nicos de la escuela espa?ola: la alta tasa de abandono, el insoportable n¨²mero de alumnos que repiten curso, la mala gesti¨®n de la formaci¨®n profesional, el aprendizaje biling¨¹e, el desajuste entre el sistema educativo y el mundo laboral, la ineficiencia en el uso de las nuevas tecnolog¨ªas, la formaci¨®n continua del profesorado, y de los equipos directivos de los centros.
Todos estos problemas tienen soluci¨®n, pero necesitamos dedicar a educaci¨®n al menos el 5% del PIB. Es una cifra que entra dentro de nuestras posibilidades, porque ya la alcanzamos en 2008. Sin embargo, no basta con el presupuesto, necesitamos una movilizaci¨®n de toda la sociedad. La escuela no basta para tener ¨¦xito en la Sociedad del aprendizaje. No solo deben aprender los alumnos, sino tambi¨¦n los profesores, y los centros, y las empresas, y el sistema judicial, y los pol¨ªticos, y toda la ciudadan¨ªa. O aprendizaje o marginaci¨®n. Pretender ahora aprobar una Ley de educaci¨®n sin un pacto previo permite predecir que cambiar¨¢ en cuanto cambie el Gobierno. He defendido tenazmente la necesidad de un pacto escolar, pero ahora ni siquiera ese pacto es suficiente, porque necesitamos algo m¨¢s ambicioso: una Ley de Educaci¨®n para la Sociedad del Aprendizaje que implique a toda la sociedad. ?Tendremos la suficiente inteligencia colectiva para hacerla? Despu¨¦s de tantos a?os de gresca educativa hay razones para el pesimismo, pero de la misma manera que la hoja de servicio de los militares dec¨ªa: ¡°Valor: se le supone¡±, en la nuestra, la de los docentes, deber¨ªa poner: ¡°Optimismo: se le supone¡±. Dejemos, pues, el pesimismo para tiempos mejores.
Jos¨¦ Antonio Marina es fil¨®sofo y pedagogo, autor de Historia visual de la inteligencia (Conecta)
Informaci¨®n sobre el coronavirus
- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia
- As¨ª evoluciona la curva del coronavirus en Espa?a y en cada autonom¨ªa
- Buscador: La desescalada por municipios
- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus
- Gu¨ªa de actuaci¨®n ante la enfermedad
- Pinche aqu¨ª para suscribirse a la newsletter diaria sobre la pandemia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.