La covid-19 pasa factura a funcionarios del Gobierno de Ortega que negaron y minimizaron la pandemia

A principios de marzo, algunos diputados liberales llegaron al Parlamento de Nicaragua con sus rostros cubiertos por mascarillas. Dos legisladores del partido del presidente Daniel Ortega, los medi¨¢ticos Edwin Castro y Wilfredo Navarro, se burlaron inmediatamente de sus colegas en plena sesi¨®n legislativa. El diputado Castro, jefe de la bancada sandinista, fue m¨¢s all¨¢. Se levant¨® de su curul, fij¨® en la pantalla de su m¨®vil el meme de un astronauta y lo mostr¨® por todo el hemiciclo para burlarse del temor a la pandemia. Los sandinistas soltaron risotadas. Tres meses despu¨¦s de ese episodio, en pleno brote del coronavirus en este pa¨ªs centroamericano, Castro fue internado con s¨ªntomas del virus. Un primo y asesor parlamentario del legislador Navarro, Roberto Moreira, muri¨® por la covid-19.

Castro fue hospitalizado en el Hospital Militar, en Managua, y desde entonces desapareci¨® del Parlamento. Mientras que Navarro pas¨® de minimizar la covid-19 constantemente en la televisi¨®n oficialista a ¡°fumigar con alcohol hasta los bocadillos que le sirven¡± en su despacho, seg¨²n dijo el diputado liberal Maximino Rodr¨ªguez, uno de los que lleg¨® con mascarilla al plenario en marzo. Castro y Navarro no son los ¨²nicos fieles al Gobierno de Ortega afectados por la covid-19. En el ¨²ltimo mes, m¨¢s de una veintena de funcionarios que negaban y minimizaban el peligro del coronavirus han fallecido o resultado contagiados.

En la lista figuran m¨¢s diputados sandinistas, as¨ª como prominentes funcionarios p¨²blicos: ministros, alcaldes, comisionados policiales, asesores econ¨®micos y hasta el director por Nicaragua ante el Banco Interamericano de Desarrollo Centroamericano (BCIE), el economista Armando Navarrete.

La vicepresidenta Rosario Murillo ha revelado a cuentagotas que algunos funcionarios e integrantes del partido sandinista han muerto. ¡°Queda su legado, su valent¨ªa, y sobre todo ese amor con el que sirvieron en todo momento al pueblo nicarag¨¹ense¡±, dijo la primera dama este martes en referencia a los fallecidos. Murillo hizo el anuncio en pleno ascenso del contagio local y comunitario del virus, advertido por el personal sanitario local y la Organizaci¨®n Panamericana de la Salud (OPS), pero que el Gobierno niega. Estimaciones independientes advierten que en Nicaragua existen m¨¢s de 4.000 casos positivos y 980 muertes, contra los 1.118 confirmados y las 46 muertes reportadas hasta ahora por el Ministerio de Salud del pa¨ªs centroamericano.

Murillo no atribuy¨® al coronavirus las muertes en sus filas, siguiendo de esa manera la pol¨ªtica de ¡°disfrazar¡± las muertes relacionadas con la pandemia bajo otras enfermedades, han denunciado especialistas y m¨¦dicos. En el discurso de Murillo resaltaron dos altos funcionarios sandinistas. Primero, el ministro de telecomunicaciones Orlando Castillo, sancionado por Estados Unidos en 2019 ¡°por censurar medios de comunicaci¨®n¡±. Y segundo, el alcalde de la ciudad de Masaya Orlando Noguera, quien dirigi¨® parte de la brutal represi¨®n contra los ciudadanos de esa localidad durante las protestas antigubernamentales de 2018.

Tanto Castillo como Noguera fallecieron esta semana en salas hospitalarias destinadas a la atenci¨®n exclusiva de pacientes con sintomatolog¨ªa de la covid-19. Diversas fuentes m¨¦dicas confirmaron que los funcionarios sufrieron cuadros cl¨ªnicos complicados y uno de ellos fue intubado para socorrer su respiraci¨®n. Pese a ello, la vicepresidenta Murillo no reconoci¨® los contagios. En la ciudad de Masaya, a 30 kil¨®metros al sur de Managua, el alcalde Noguera fue enterrado de forma expr¨¦s, como establece el protocolo para las defunciones asociadas a la pandemia.

¡°Un castigo divino¡±

Aunque el sepelio expr¨¦s confirm¨® el rumor de que Noguera estaba contagiado de la covid-19, lo que prim¨® para los habitantes de Masaya fueron los festejos. Mientras sepultureros ataviados en trajes de protecci¨®n sepultaban al edil, bombas y cohetes eran explotados por los ciudadanos que sufrieron la represi¨®n, comandada por Noguera en 2018, seg¨²n organismos de derechos humanos. Un habitante de Masaya, que lanz¨® petardos por la muerte del alcalde, asegur¨® a este diario que la ¡°covid-19 hizo la justicia que todos mis hermanos asesinados en 2018 no han podido tener en este pa¨ªs¡±.

Las muertes y contagios de todos los funcionarios y simpatizantes sandinistas -que se van conociendo gracias a filtraciones m¨¦dicas o de familiares- son interpretadas por buena parte de la poblaci¨®n opositora al Gobierno de Ortega como una especie de ¡°castigo divino¡±. Sobre todo, la de personajes que estuvieron involucrados directamente en la represi¨®n de 2018, y que seg¨²n la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dej¨® un saldo de 325 asesinados, catalogados como ¡°cr¨ªmenes de lesa humanidad¡±.

Por ejemplo, as¨ª se han interpretado las muertes por coronavirus del comisionado Olivio Hern¨¢ndez Salguera, jefe de la Direcci¨®n de Seguridad P¨²blica de la Polic¨ªa Nacional. O de la sindicalista y diputada Rita Fletes, quien se declar¨® ¡°hija de Daniel Ortega¡±.

Adem¨¢s de los funcionarios, entre los contagiados por la covid-19 sobresalen personajes populares afines al r¨¦gimen de Ortega, como el comerciante de pollos Juan Caldera. Caldera gan¨® relevancia en redes sociales al mofarse del coronavirus en su perfil de TikTok, emulando la voz del narcotraficante Pablo Escobar. ¡°Me burl¨¦ del covid y pagu¨¦ caro mi descuido¡±, admiti¨® Caldera al diario La Prensa, luego de permanecer 14 d¨ªas hospitalizado en estado grave al dar positivo para coronavirus.

No solo la c¨²pula sandinista ha sido trastocada por la pandemia. Tambi¨¦n han sido afectados simpatizantes de base del r¨¦gimen, como el trabajador del aeropuerto internacional de Managua Elder Rodr¨ªguez, fallecido el 11 de mayo. Las ¨®rdenes del Gobierno de minimizar la pandemia han pasado factura a peloteros, luego de que las autoridades se negaron a suspender el campeonato de b¨¦isbol de primera divisi¨®n. O a m¨¦dicos como F¨¦lix Bravo, director de un centro de salud en el departamento de Carazo, quien se declaraba leal ¡°a la causa sandinista y la del comandante Ortega¡±. El doctor Bravo asisti¨® a todas las marchas y actividades convocadas por la vicepresidenta Murillo entre marzo y abril, y falleci¨® el 20 de mayo producto de ¡°neumon¨ªa at¨ªpica¡±, la manera m¨¢s com¨²n para referirse a la covid-19 en Nicaragua.

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