Gin¨¦s Gonz¨¢lez Garc¨ªa: ¡°Tuvimos mucho miedo de que Am¨¦rica Latina quedase afuera de la vacuna¡±
M¨¦dico sanitarista con 50 a?os de experiencia, el ministro argentino defiende el rol del Estado en el sector de la salud


Gin¨¦s Gonz¨¢lez Garc¨ªa (San Nicol¨¢s, 1945) es uno de los m¨¦dicos sanitaristas m¨¢s prestigiosos de Argentina. En diciembre de 2019, el presidente Alberto Fern¨¢ndez lo nombr¨® ministro de Salud, un cargo que ya hab¨ªa ocupado durante el anterior Gobierno kirchnerista. Cuando cursaba solo tres meses de gesti¨®n, Gonz¨¢lez Garc¨ªa debi¨® administrar la estrategia argentina contra la covid-19. La semana pasada, su Gobierno anunci¨® que compartir¨¢ con M¨¦xico la producci¨®n regional de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford. El PA?S entrevist¨® al ministro el viernes, en un despacho decorado con un gigantesco mural del pintor Benito Quinquela Mart¨ªn y una maqueta de la cancha de Racing, el club del que es fan¨¢tico. Hincha apasionado de f¨²tbol, respondi¨® a las preguntas mientras miraba de reojo la derrota del Barcelona por 2-8 ante el Bayern M¨²nich.
Pregunta. ?C¨®mo dise?¨® Argentina su estrategia contra la pandemia?
Respuesta. La estrategia la dio Europa, porque aprendimos de las cosas que no funcionaban y tratamos de aprender, sobre todo de Espa?a e Italia. Esa fue la ventaja que tuvimos, m¨¢s all¨¢ de la mala situaci¨®n en la que estaba Argentina. Habida cuenta de que esta es una carrera que no solo es sanitaria, sino tambi¨¦n pol¨ªtica y econ¨®mica, buscamos tener alguna chance de tener m¨¢s tiempo. Fue importante lo que hicimos y cu¨¢ndo lo hicimos. Incentivamos la producci¨®n local de respiradores y de reactivos. Es cierto que ya ten¨ªamos la capacidad, pero hubo un rol estrat¨¦gico del Estado con financiaci¨®n e incentivos. Durante la cuarentena aumentamos las camas de terapia intensiva un 50%.
P. Un prestigioso m¨¦dico terapista argentino, Arnaldo Dubin, advert¨ªa d¨ªas atr¨¢s que est¨¢n colapsados.
R. Es cierto que los terapistas est¨¢n sobrecargados.
P. Parece que hubiese una foto de cierta normalidad en la calle y otra mucho m¨¢s dram¨¢tica en los hospitales.
R. De todas formas, hemos decidido renunciar al miedo como campa?a.
P. ?C¨®mo se encuentra el equilibrio entre mostrar el ¨¦xito de la gesti¨®n sanitaria sin que la gente pierda el miedo a los contagios?
R. Diciendo ¡°nos est¨¢ yendo bien hasta ahora, no perdamos lo que hicimos¡±. Tenemos la ventaja de la vacuna, porque eso le pone un horizonte [a la cuarentena].
P. ?Estamos, entonces, ante un problema de expectativas?
R. Es que si yo creo que esto ser¨¢ as¨ª toda la vida lo vivo como puedo. Esto ha pasado en todo el mundo, la situaci¨®n se desmadra inmediatamente y la gente deja de cumplir cosas que parec¨ªan simples. Nosotros, adem¨¢s, ven¨ªamos de una situaci¨®n muy cr¨ªtica, al borde del default, con un pa¨ªs muy golpeado.
P. ?C¨®mo ve el ¨¢nimo de la gente?
R. Es dif¨ªcil. Tuvimos mucha adhesi¨®n de entrada, lo mostraron todas las encuestas. Lo que pasa ahora es que hay un cansancio. Me pasa a m¨ª, que hay d¨ªas en que estoy enojado con la situaci¨®n. Pero uno tiene que tratar de que no cambien las conductas, aunque sea complicado. Adem¨¢s, se debilit¨® la solidaridad generacional, los j¨®venes saben que no les pasa nada y no se cuidan. Las ¨²ltimas investigaciones de los nuevos focos nos dicen que son todos por una reuni¨®n.
P. Y visto este agotamiento, ?considera que fue buena idea una cuarentena que ya lleva cinco meses?
R. Si no hubi¨¦semos hecho lo que hicimos de entrada no hubi¨¦semos tenido tiempo para prepararnos. Y despu¨¦s, venimos aflojando desde hace mucho tiempo. Tenemos abierta la industria casi 100%, el comercio de una manera importante, la circulaci¨®n basta salir a la calle para ver el movimiento que hay. Tenemos limitadas las clases, los cines, los restaurantes, pero eso siempre queda para el final.
P. ?Qu¨¦ responde a las cr¨ªticas de la oposici¨®n a la cuarentena?
R. No me sorprendieron. Cuando dijimos que compr¨¢bamos todos los respiradores para repartirlos con mayor equidad salieron a decir que ¨¦ramos marxistas. Ahora que todos tienen respiradores ya no se quejan. Le metimos al sistema de salud, para que no se cayeran las cl¨ªnicas privadas, 30.000 millones de pesos (375 millones de d¨®lares, al cambio oficial). El Estado les compr¨® monitores, ropa, medicamentos; hicimos un esfuerzo brutal en un pa¨ªs que no ten¨ªa de donde sacarlo. Lo que est¨¢ pasando desde hace 20 d¨ªas es que hay una diferencia grande entre los que tienen que gestionar, vengan de donde venga su signo pol¨ªtico, y los que est¨¢n del otro lado, que pueden decir lo que quieran.
P. El jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodr¨ªguez Larreta, es opositor y defiende la cuarentena.
R. Rodr¨ªguez Larreta es un tipo inteligente y mide el consenso p¨²blico. Que el ala dura, representada por [el expresidente Mauricio] Macri y asociados est¨¦ enojada con ¨¦l, le viene bien. Adem¨¢s, que mientras ¨¦l se re¨²ne con el presidente para gestionar el otro [Macri] est¨¦ en M¨®naco es una victoria.
P. ?Qu¨¦ est¨¢n aprendiendo de lo que pasa ahora en Europa?
R. Que no nos podemos creer que ya pas¨®, que la ¨²nica soluci¨®n es la vacuna.
P. ?La vacuna lo resolver¨¢ todo?
R. La vacuna no va a resolver que no haya virus, va a resolver la magnitud del impacto. Adem¨¢s, aparecer¨¢ una terap¨¦utica que reducir¨¢ las consecuencias. Una de las cosas que m¨¢s me gustan de ac¨¢ es el suero equino [para generar anticuerpos en enfermos]. En el Malbr¨¢n, que es p¨²blico, ya lo estamos produciendo. Las pruebas que hemos hecho in vitro son monstruosas, tiene entre 50 y 200 veces m¨¢s potencia que el suero hecho con plasma de personas recuperadas.
P. ?Argentina est¨¢ en el pico de la pandemia?
R. Cuando haya una semana que bajen los casos podremos decir que estuvimos en el pico. Es cierto que estamos amesetados y que si esta meseta no baja tendremos que tomar medidas m¨¢s cr¨ªticas. A este ritmo, no estamos m¨¢s all¨¢ de 25 d¨ªas de que se tapone el sistema.
P. Usted tiene m¨¢s de 50 a?os de sanitarista. ?Tuvo que replantearse todo lo que sab¨ªa?
R. Cuando fui ministro de la provincia de Buenos Aires me toc¨® el c¨®lera, y finalmente apenas lleg¨® a Argentina; despu¨¦s tuve la gripe aviar en 2005, que parec¨ªa que se ven¨ªa con todo y fue mucho menos; ahora puedo decir que nunca viv¨ª algo que tuviese tanta incertidumbre, durante tanto tiempo, con tanta velocidad y que obligase a recurrir a una receta medieval, como es el confinamiento. Todo esto en un tiempo donde la capacidad de invenci¨®n en el ¨¢rea de salud es brutal. Cuando me recib¨ª, el conocimiento biol¨®gico se duplicaba cada 30 a?os y hoy se duplica en 71 d¨ªas. A pesar de ese ritmo de innovaci¨®n, hasta ahora no hay terap¨¦utica.
P. ?Y conf¨ªa en el ¨¦xito de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca?
R. S¨ª, porque tiene una tecnolog¨ªa distinta a todas las que yo conoc¨ªa.
P. ?C¨®mo fue la negociaci¨®n que permiti¨® que Argentina y M¨¦xico asumieran la producci¨®n de la vacuna para Am¨¦rica Latina?
R. En marzo dije que hab¨ªa que asegurar nuestra participaci¨®n en un proyecto que no trabajase con patentes, como se hace habitualmente, y que el precio no cumpliese las normas del mercado. Lo de AstraZeneca cumple con todo esto: hicieron transferencia de tecnolog¨ªa, tienen un precio absolutamente razonable [en torno a los cuatro d¨®lares] y la posibilidad de presencia simult¨¢nea con el resto del mundo. Yo ten¨ªa mucho miedo de que Am¨¦rica Latina quedase afuera de la vacuna. Ahora, cada pa¨ªs tendr¨¢ como m¨ªnimo dosis para el 20% de su poblaci¨®n.
P. ?Qu¨¦ aprenderemos de esta pandemia?
R. Es posible que aprendamos c¨®mo comunicar y enfrentar comportamientos colectivos tan largos. En un siglo que tiene un individualismo absoluto, es importante producir sentimientos solidarios y comunitarios. Y espero que deje en la agenda pol¨ªtica la importancia del sector de la salud. Algunos pa¨ªses tomaban a la salud como un gasto y el rol del Estado ahora saldr¨¢ revitalizado.
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